CATEDRAL METROPOLITANA, EVOLUCIÓN GRÁFICA Y CRONOLÓGICA 
UBICACIÓN DE LA CRUZ DE MAÑOZCA, CIUDAD DE MÉXICO
 
Con "M" de México ... D.F.
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 MEXICO EN TUS SENTIDOS

 

Autor:
Ing. Manuel Aguirre Botello
Junio 2017

  
 

 

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CATEDRAL
METROPOLTANA

 

Introducción

 

1555 Iglesia Mayor

 

1562 - 1565 Inicio

 

1596 Muros y Capillas

 

1628 Inundación

 

1648 Cruz de Mañozca

 

1650 Atrio Nochebuena

 

1671 Mapa Ogilby

 

1690 Barda Perimetral

 

1695 Plaza Mayor

 

1737 Mapa P.  Arrieta

 

1760 Mapa Troncoso

 

1768 El Sagrario

 

1775 Plaza Mayor

 

1789 Plaza Mayor

 

1790 Piedra del Sol

 

1791 Manuel Tolsá

 

1793 Revillagigedo

 

1797 Plaza Oval

 

1803 Pedestales Cruces

 

1828 La Acordada

 

1840 Daguerrotipo

 

1842 El Parián

 

1843 C. Nebel Cadenas

 

1844 Carlos Paris

 

1847 Invasión USA

 

1851 Salomon Hegi

 

1857 Desiree Charnay

 

1859 Casimiro Castro

 

1876 Briquet Detalles

 

1880 Escalinata oeste

 

1881 M. Hipsográfico

 

1881-1886 Reja, Jardín

 

1884 William H. Jackson

 

1886 Cruces, Reja curva

 

1898 Waite, Fresnos

 

1899 Kiosco

 

1905 Fresnos, Tranvías

 

1910 Centenario

 

1913 Los Fresnos

 

1914 Sin Fresnos

 

1919 Vista aérea

 

1921 Los Pegasos

 

1924 Plaza Seminario

 

1926 Hugo Brehme

 

1927 Hundimiento

 

1928 Palacio Nai.

 

1930 Fuente Bartolomé

 

1932 Catedral cambios

 

1933 Seminario

 

1934 Sagrario Rep.

 

1937 Catedral criptas

 

1940 Sagrario

 

1954 Plaza Seminario

 

1958 Plancha Zócalo

 

1967 Curva Metro .

 

1976 Pilotes de Control

 

1978 Coyolxauhqui

 

1991 Subexcavación

 

2000 Cambio Milenio

 

2007 Caja del Tiempo

 

2010 Bicentenario

 

2015 Fresnos otra vez?

 

2017 Cruz de Mañozca

 

Conclusiones

 

Zócalo 1a. Parte

 

Zócalo 2a. Parte

 

Zócalo 3a. Parte

 

Zocalo 4a. PartE

 

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Esta página realiza una revisión histórica de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, fundamentalmente gráfica, y exclusivamente de su evolución exterior, tanto constructiva como de transformación, por motivos estéticos y de mantenimiento o reconstrucción. No incluye ninguna información referente a su interior, desde el punto de vista religioso y artístico.

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Este dibujo realizado a mano por José Alvaro Barrera Rivera entre 1995-1996, nos muestra a detalle desde una vista poco usual, las diversas partes que conforman la Catedral Metropolitana, Mas adelante se identifican muchas de ellas,.oprima aquí. El autor de este trabajo tuvo una participación muy activa como  Responsable en las obras de  Rescate Arqueológico   que se llevaron a cabo durante el proceso de corrección geométrica de la Catedral Metropolitana, en las cuales participaron cerca de 90 personas, entre arqueólogos, pasantes, estudiantes y voluntarios. Barrera Rivera es Profesor Investigador del INAH desde 1997 y también participó en el descubrimiento de Tlaltecuhtli, el 2 de octubre de 2006.


 

Tras concluida la conquista, en el otoño de 1521, Hernán Cortés ocupó los servicios de Alonso García Bravo,  para realizar la traza de lo que sería la nueva ciudad de México. Entre otras cosas, dispuso reservar al norte de la proyectada gran Plaza Mayor, alrededor de 25 solares que se utilizarían para construir una Iglesia Mayor y sus necesarias dependencias. Tras de múltiples contratiempos y el viaje a Las Hibueras de Cortés, el inicio de la construcción del gran templo se pospuso e incluso los terrenos fueron ocupados por tiendas diversas y hasta una plaza de toros.
No pudo ser hasta el año de  1525 que Cortés, a su regreso, ordena al Maese Martín de Sepúlveda, maestro de obras y alarife de la ciudad, la construcción de una primitiva iglesia en el lugar designado, aprovechando material demolido de los templos mexicas que fue utilizado como cimiento. Esta Iglesia Mayor, que se aprecia claramente en un detalle del Mapa de Uppsala a continuación de este texto, estaba orientada de oriente a poniente, o sea al contrario de la actual catedral y no era otra cosa que un modesto templo de planta basilical y tres naves. Su largo total era equivalente en forma aproximada al ancho de la actual Catedral, sin el Sagrario, mientras que el ancho de las tres naves juntas apenas llegaban a los 30 metros.
Esta iglesia fue convertida en Catedral por acuerdo del emperador Carlos V y el Papa Clemente VII,  según la bula papal del 9 septiembre de 1530, sin embargo  la Cédula Real llega a poder de Fray Juan de Zumárraga hasta el mes de mayo de 1532, mientras tanto, el título de Metropolitana lo recibe hasta 1547 por acuerdo del Papa Paulo III. La Catedral primitiva queda terminada en el año de 1534 y según nos relata don Manuel Toussaint:

«... Esta iglesia pequeña, pobre, vilipendiada por todos los cronistas que la juzgaban indigna de una tan grande y famosa ciudad, prestó bien que mal sus servicios durantes largos años ... »

 
1555

Vista parcial del centro de la Ciudad de México en el año de 1555 según se muestra en el Mapa de Uppsala, ejecutado por manos indígenas, pero posiblemente bajo la dirección del cartógrafo Alonso de Santa Cruz,  dentro del que fue Colegio Imperial de la Santa Cruz, donde se impartían clases especialmente a los hijos de la nobleza indígena. Este colegio fue fundado en 1535 y estaba ubicado junto al convento de Santiago Apóstol en Tlatelolco. En la imagen se aprecia la Plaza Mayor (2), aparentemente cruzada diagonalmente por una calle y a la derecha la Iglesia Mayor (1), que aunque  en 1530 fue expedida la bula papal para elevarla al rango de catedral, en el dibujo no se usa dicho calificativo. También se aprecia que esta iglesia, que después fue demolida como veremos más adelante, estaba orientada con su frente hacia el oriente, pero no era esa su entrada principal.  Del lado izquierdo de la plaza cruza la que fue denominada Acequia Real (3) y aparentemente un múltiple sistema de canales que aún se conservaba. Se pueden localizar también la Casa Real (4), dado que aún no existía el Palacio Virreinal y la existencia de la iglesia de Santo Domingo  (5). En la parte baja aparece la Casa del Marqués (6) que era entonces la casa de Hernán Cortés, sitio que después ocuparía el viejo Palacio Virreinal, hoy Palacio Nacional. La excelente digitalización de esta imagen se debe al trabajo realizado por la Dra. Lili Díaz en Europa, quien obtuvo incluso una versión estereoscópica del famoso Mapa de Uppsala.  Para ver una versión ampliada y completa de este plano, oprima aquí.


 

Como los planes para la construcción de una Catedral más grande, digna de la más  importante ciudad de la Nueva España, hubieron de posponerse por largos años, esta pequeña Iglesia Mayor continuó en servicio, habiéndose  reparado en forma total en el año de 1584. Pasarían 42 años antes de que esta singular iglesia  fuera finalmente absorbida por la nueva construcción y demolida en el año de 1626.

Para 1562 se realiza el trazo de la que sería catedral definitiva, conservando la misma orientación Oriente-Poniente, e incluso se comienzan a construir los cimientos de la que se proyectaba tan grande como la de Sevilla y habría de contar con 7 naves. Sin embargo para 1565 los cimientos prácticamente terminados, se abandonan por muy diversas razones e inconvenientes, entre otras hundimiento y orientación..


1562-1565

La Plaza Mayor de acuerdo con un plano existente en el Archivo de Indias que muestra la distribución de la misma en fecha imprecisa entre 1562 y 1565. El plano lo refiere don Manuel Toussaint en su libro "Planos de la Ciudad de México, Siglos XVI y XVII" Aquí se aprecia la Iglesia Mayor (1) orientada de oriente a poniente pero con su entrada principal hacia el poniente y el campanario al oriente. Los cimientos de la Catedral (2) aparecen en proceso de construcción pero su orientación continúa de oriente a poniente. Esta cimentación fue abandonada por inviable en 1565. En el plano aparecen también: la Plaza Mayor (3), el Palacio Virreinal (4), la Casa del Marqués Hernán Cortés (5) hoy Monte de Piedad, el Portal de Mercaderes (6), la Acequia Real (7), la Casa Arzobispal (8), la calle de Tacuba (9) que se prolongaba al oriente hasta San Lázaro, y la calle de San Francisco (10) hoy avenida Madero.



No sería hasta 1570, en que se rectificarían los trazos y se reorientaría la catedral en dirección Sur-Norte, pero ahora  en base a un proyecto desarrollado por el arquitecto español Claudio de Arciniega, que finalmente en cuanto a su distribución o traza, fue respetado plenamente hasta su conclusión. El proyecto original de Arciniega fue similar al de las catedrales de Segovia o Salamanca en España y consideraba que las naves habrían de techarse con madera y el campanario quedaría localizado en el ábside, pero fue modificado posteriormente, de acuerdo al modelo propuesto por Juan Miguel de Agüero, considerando el techado con bóvedas y la inclusión de una cúpula principal y dos torres localizadas al frente del templo. 
La Catedral Metropolitana se realizó con base en el proyecto mencionado, comenzando su construcción efectiva en 1573 y terminando 240 años después alrededor de 1813 y participando en la obra 16 distintos arquitectos.
Los trabajos de construcción de los nuevos cimientos comenzaron desde 1571, cuando el virrey Martín Enríquez y el arzobispo Pedro Moya de Contreras colocaron la primera piedra de tan colosal obra, considerada el Primer Monumento Religioso de América.
Para 1573 y ante los múltiples problemas que presentaba la cimentación  de tan singular obra, asentada literalmente sobre el fango, se copió el modelo de los mexicas y se llevó a cabo una plancha de cascajo y piedra apoyada sobre estacas de madera a una distancia de 50 centímetros cada una, que en conjunto sumaban 22 mil. Este ingenioso sistema de construcción, de aportación netamente mexicana, ha perdurado hasta nuestros días y a través de su evolución tecnológica, el principio básico se ha utilizado para construir todas las grandes edificios y monumentos existentes en la Ciudad de México.  Finalmente las estacas de madera del proyecto original, pudieron resistir terribles sismos, incendios y hundimientos por más de 400 años. En épocas recientes, en varias ocasiones, hubieron de ser definitivamente reforzados ante la inminencia de un posible derrumbe, como veremos más adelante..
La construcción de la catedral Metropolitana se demoró muchos años y es imposible dar detalles en un corto resumen, pero baste saber que los cimentos se terminaron hasta 1581


1596

Nuevamente la Plaza Mayor de acuerdo con otro plano existente en el Archivo de Indias que muestra la distribución de la plaza en el año de1596. El plano lo refiere don Manuel Toussaint en su libro "Planos de la Ciudad de México, Siglos XVI y XVII"
En el plano aparecen: la Catedral (2) en proceso de construcción, pero su orientación ahora de sur a norte,.la Plaza Mayor (3), el Palacio Virreinal (4), la Casa del Marqués Hernán Cortés (5) hoy Monte de Piedad, el Portal de Mercaderes (6), la Acequia Real (7), la Casa Arzobispal (8) y la calle de San Franncisco (10) hoy avenida Madero.


 

Para 1585 se trabajaba ya en la construcción de las capillas y para 1615 todos los muros tenían más de la mitad de su altura y ocho bóvedas habían sido totalmente terminadas.
Es por este motivo que para 1626 se decide demoler la catedral primitiva. Observe en la siguiente imagen, como el terreno que ocupaba aparece ya despejado.
Juan Gómez de Trasmonte fue un destacado ingeniero-arquitecto que trabajó la mayor parte de su vida en la construcción de la Catedral Metropolitana, donde desempeñó diversos puestos y responsabilidades hasta llegar al más importante de ellos: el de Maestro Mayor, cargos que desarrolló desde 1632 hasta 1647. Gómez de Trasmonte fue un profesionista innovador, que según explica el doctor
Xavier Cortés Rocha, dio un salto tecnológico extraordinario en los procesos constructivos de las cúpulas de Catedral: “Él propone y logra (mandó imprimir un folleto explicativo, incluso), que las bóvedas ya no se hagan de cantería, sino de tezontle, y que luego ya se adornen con yesería y demás. Eso hace avanzar mucho más rápidamente la Catedral de México”.

Como ya se mencionó en otra página de este sitio, un fenómeno natural extraordinario provocó la inundación de la capital en 1629, misma que se prolongó por 4 largos años y que trajo innumerables contratiempos a la construcción, que obligaron a suspender las obras e incluso pensar en la cancelación del proyecto.
Tras la decisión de no cambiar de sitio la capital virreinal, las obras continuaron con lentitud y no fue hasta 1787 que bajo la dirección de Damián Ortiz de Castro, se comenzó la construcción de ambas torres, quedando totalmente terminadas hasta el año de 1791.

 
1628

La Plaza Mayor en 1628, según se muestra en un detalle del plano de la ciudad dibujado por Juan Gómez de Trasmonte.  Marcado con la letra "A" aparece lo que fuera el Palacio Virreinal, con la letra "B" la  Catedral en su etapa constructiva, la letra "C" marca la localización de las Casas del Cabildo, la "D" la Casa Arzobispal y la "F" la Plaza del Volador y más atrás lo que fuera la Universidad. El número "4" parece representar de manera estilizada, el Templo de la Profesa . En color azul aparece la denominada Acequia Real. En cuanto a la letra B que representa a la Catedral, es importante observar que los terrenos visibles del lado derecho, son los que ocupaba la Iglesia Mayor primitiva, mostrada en los planos anteriores y ahora aparecen vacíos. Dicha iglesia de tres naves, fue finalmente demolida en 1626, apenas dos años antes de la fecha de este plano. Para ver, en este mismo sitio, la imagen completa y ampliada de este maravilloso grabado de la Ciudad de México, oprima aquí.



Es por demás evidente que durante la prolongada inundación que inició en 1629,  la Plaza Mayor estuvo cubierta por las aguas durante más de 4 años y por lo mismo la Catedral, que se encontraba en construcción vio afectado el  proceso de las obras, las que fue necesario suspender totalmente.

Una anécdota curiosa se refiere a que cuando las rogativas de los fieles resultaron inútiles y la inundación continuó día tras día en aumento, el Arzobispo Manso decidió transportar la imagen de la Virgen de Guadalupe desde su santuario en el Tepeyac hasta la inundada Catedral y ver si así los libraba de tan terribles males. Veamos a continuación un fragmento del relato del jesuita Florencio:
 

«... Salieron de la ciudad en una flota de canoas y góndolas bien aderezadas y esquisadas de remos .... y navegando al santuario  ( porque no podía ya caminarse por tierra) la sacaron de su altar después de casi 108 años que había sido llevada a él ... y embarcándola en la faluca del arzobispo, acompañada de los principales personajes que en ella cupieron bogaron hacia México con aparato grande de luces en las embarcaciones, de música, de clarines y chirimías, cantando el coro de la Catedral himnos y salmos, con más consonancia que alegría  ... »

Resulta interesante saber que a pesar de la estancia de la Virgen de Guadalupe en la (aún inconclusa) Catedral, desde 1629 y hasta el año de 1635, la inundación continuó.

Para 1648 las obras de la Catedral habían avanzado con lentitud y mientras tanto fue notorio que los terrenos que rodeaban la construcción fueran invadidos por comercios y algunas construcciones. Los que ocupaba la iglesia primitiva se convirtieran en cementerio.

 
1648

Esta es una vista parcial de la pintura que fue propiedad del ilustre historiador mexicano don Joaquín García Icazbalceta, que aparece completa más adelante, por ser posterior a 1760   Mientras tanto nos ilustra la situación que tuvo la denominada Cruz de Mañozca, que se encontraba al frente de la Catedral. El entonces Arzobispo don Juan de Mañozca,. la hizo trasladar de Tepeapulco, Hidalgo y se concluyó su colocación el 14 de septiembre de 1648 en el frente de lo que era entonces el cementerio. Posteriormente en 1792 al desaparecer la barda perimetral del atrio, esta cruz fue trasladada a otro sitio,


 

Fue costumbre en los templos y conventos de aquella época, levantar en el atrio y al frente del pórtico y generalmente cementerio, una gran cruz de madera que los indios procuraban alzar tan alta como fuese posible.
Por esta circunstancia fue que el entonces Arzobispo don Juan de Mañozca,  hizo trasladar en 1648 una enorme cruz de piedra que se encontraba en  Tepeapulco, Hidalgo.
A continuación se reproducen algunos párrafos importantes que al respecto narró el bachiller Miguel de Bárcena Balmaceda, publicada en México el año de 1648:

  • << ... En un cementerio antiguo que con la edad se avía ya convertido en tupido bosque de malezas, espinos y pinoles, entre cuya espesura por cierto muy crecida estaba casi ahogada una hermosísima cruz de piedra de cantería colorada que, con levantarse doce varas en alto, prevalecía la montuosidad del sitio sin estorvar su descuello al sagrado mármol ...  y preguntando qué fuese aquéllo, le respondieron ser una Cruz de piedra labrada con mucho primor del arte, que plantaron los primeros religiosos, al tiempo de la conquista ...  El señor arzobispo trató luego de traerla a México, para lo cual conferenció con varios personajes eclesiásticos.  Llegado a la capital recibió la visita de los indios del pueblo de Tepeapulco, que cedieron gustosos la cruz a pesar de que la estimaban en mucho, pues creían que la había levantado el famoso fray Francisco de Tembleque, autor de los portentosos arcos de Zempoala ...  En seguida comisionó a su mayordomo Balmaceda para que trajese la cruz.  Efectuóse el viaje con el mayor cuidado posible y para la colocación del monumento enfrente de la Catedral fué comisionado el licenciado Pedro Gutiérrez, clérigo presbítero, excelente maestro de arquitectura, quien levantó el monumento con dicha cruz ... >>".

El presbítero Pedro Gutiérrez fue el encargado de construir el pedestal que. fue un zócalo cuadrangular de cantería con tres gradas, tal como se aprecia en la imagen.  En cuanto a las dimensiones reales de la cruz existen dudas, pues el relato habla de 12 varas de altura, aproximadamente 10 metros, lo que no es creíble. La investigadora María Concepción Amerlinck de Corsi nos dice que: "La cruz medía trece varas de alto desde su base y el arzobispo gastó en ella 3,000 pesos" lo que resulta más apegado a la realidad, pero aún así, daría 10.85 metros en total.   De forma aproximada y de acuerdo con la imagen más abajo mostrada que señala el monumento con una flecha amarilla, podría calcular que la propia cruz debió medir 3.60 metros de altura. Al final de este trabajo se observa la imagen actual de la cruz,  localizada en la parte posterior del Sagrario, y máximo puede medir 2 metros de altura, pero de acuerdo con las proporciones originales, es posible que se haya roto y se encuentre incompleta.

Así fue como llegó a la Catedral, tan simbólico monumento, mismo que aparece en la imagen de arriba, aunque en 1648, aún no se había construido el muro o barda circundante del atrio que allí se aprecia.

 

1650

Esta obra fechada en 1720, se denomina "Vista de la Plaza Mayor de México en la nochebuena" y su autoría se atribuye a José de Arellano. Nos resulta de interés especial por dos razones: La primera el hecho de que muestra la Cruz de Mañozca enfrente de la puerta principal de Catedral, pero sin la existencia de la barda perimetral del atrio y la segunda porque aún no se inicia la construcción del Sagrario y existen inmuebles construidos del lado oriente que impiden la vista del Seminario. Por tales razones el momento captado en la obra, no corresponde a 1720, sino a un período anterior, ubicado entre 1648, año de colocación de la Cruz de Mañozca y 1660 fecha en que se dio inicio a la construcción de la barda perimetral al atrio. Mientras tanto el Sagrario se inició hasta 1749.


 

Se dijo antes, que la Catedral fue sistemáticamente rodeada de diversos edificios, casas y puestos provisionales, que se habían levantado en el costado poniente de la Catedral, contra la voluntad de las autoridades, pero que  había sido imposible impedir su construcción.
Según se  relata en el Diario de Gregorio Martín Guijo, 1648-1664, en el año 1659, se dieron los siguientes hechos:

  • << ... Lunes 6 de octubre 1659: Acudieron todos los soldados del presidio de esta ciudad por orden del virrey (duque de Alburquerque) a echar por el suelo las casas que ocuparan la delantera de la Iglesia Catedral que sale a la plazuela del maíz que parte de ellas eran de la fábrica de dicha catedral y parte de la ciudad, y a son de sus caxas y con barretas y cables dieron con ellas por tierra dentro de seis días, trabajando por sus personas, con que quedó la delantera de dicha puerta con toda hermosura y desembarazo. Y lo mismo se ha de hacer enfrente de la puerta de dicha catedral que mira a la calle del Relox, y enfrente de las tres puertas que miran a la plaza de la ciudad, para que por todas tres puertas puedan entrar carros y desembarazarse la catedral ... >>
     

Para conocer más detalles de las diversas construcciones que se construyeron de forma indebida en los terrenos del costado oriente, asignados a la Catedral, se recomienda ver: Origen y desarrollo de la Plaza del Seminario. Ciudad de México, por Gabriela Sánchez Reyes.

Una vez eliminados todos los obstáculos, se colocó un muro perimetral almenado, que  fue construido de tezontle y cantería, de buena calidad y que media alrededor de 40 centímetros de espesor y dos metros de alto. En la imagen de 1690, se aprecia ya la existencia de tal muro, delimitando el atrio de la iglesia.

 
.1671

Similar al plano de la ciudad dibujado por Juan Gómez de Trasmonte en 1628, esta también es una vista parcial del plano realizado por John Ogilby en el año de 1671. Aunque son bastante parecidos, hay mayores detalles que observar: Marcada con la letra B aparece la Catedral en proceso de construcción y una de las cosas que llama la atención y no se observa en el mapa de 1628, es un pronunciado desnivel entre la plataforma de desplante de la Catedral y el nivel propio de la Plaza Mayor, incluso los terrenos que ocupó la primitiva Iglesia Mayor aparecen escalonados. Los demás elementos identificables son: con la letra A el Palacio Real, con el número 4 la iglesia y centro de estudios de La Profesa y con el número 1 el convento y la iglesia de San Francisco. También se identifica una fuente al centro de la Plaza Mayor.


 

Como iremos viendo más adelante, en varias imágenes aparece efectivamente un desnivel entre la plataforma de desplante de la Catedral y el atrio y la Plaza Mayor. Aunque no se sabe con exactitud, es probable que se haya planeado así previendo futuros hundimientos del edificio, como en realidad sucedió.
Cuando se describe en detalle de que manera fueron proyectados los cimientos del templo, encontramos lo siguiente publicado en una edición especial de la revista Obras de octubre de 1982, que fue dedicado especialmente a los trabajos de recimentación de la Catedral.

  • << ... Los constructores de la Catedral, solucionaron el problema de la cimentación hincando una retícula de estacas de 3 metros de largo a cada 50 centímetros aproximadamente ... Después de clavar las estacas, se niveló el terreno quemando las cabezas de los troncos que sobresalían. Sobre  esta empalizada se colocó una plantilla de pedacería que sirvió de base a un pedraplén de 1.60 metros de espesor promedio, construido con piedras grandes agltutinadas con mortero. Sobre este pedraplén descansa la retícula de contra trabes de mampostería de 3.50 metros de altura, que recibe las columnas. Esta retícula forma una sola pieza, prácticamente monolítica con el pedraplén ... >>

De lo cual es posible deducir la existencia, ya fuera planeada u obligada, de dicho desnivel. Ver más sobre este tema.
 

 
1690
Esta es una sección de un biombo de autor anónimo, que se conserva en el Museo Franz Meyer. Aparece la Catedral en proceso de construcción, con una sola torre, también aparece al frente, la Cruz de Mañozca, la barda perimetral y el desnivel o escalón, entre el atrio y la plataforma del templo.
 
1695

En esta muy bella y descriptiva imagen, cuya autoría pertenece al gran artista Cristóbal de Villalpando, pueden apreciarse los grandes daños causados por el incendio en el ala sur de palacio en 1692, durante el Motín del Hambre. Pero además se observa el grado de avance las obras de Catedral, aún sin concluir y con una sola torre en proceso de construcción. De nuestro interés también, apreciar las dimensiones del atrio, la existencia de la barda perimetral, el hecho de que aún existía un edificio sobre el terreno que ocuparía después el Sagrario y finalmente localizar allí la existencia de la Cruz de Mañozca  Vale la pena observar el Mercado del Parián al frente, la muy amplia Acequia Real del lado derecho y el sin número de puestos y cajones que atiborraban la plaza de comerciantes y posibles compradores. La obra de Villalpando es de 1695 y actualmente se encuentra en Inglaterra y forma parte de la Colección James Mathuen Campbell.


Este es un detalle de la imagen anterior que nos permite localizar el sitio de la Cruz de Mayozca enfrente de la puerta principal y observar la existencia de una barda perimetral. De acuerdo con la altura de los personajes que la rodean y el manejo adecuado de las proporciones y la perspectiva del autor del cuadro, la cruz pudo medir máximo 3.50 metros de altura, sin la base.


 
1737

Esta imagen muestra la disposición de la Plaza Mayor, tal cual aparece en el plano de la Ciudad de México, que fue dibujado por Pedro de Arrieta en el año de 1737. En el plano aparecen: la Catedral (1) en proceso de construcción, el atrio despejado de construcciones y mostrando la Cruz de Mañozca y la aparente existencia de una barda perimetral (2);.el Palacio Virreinal (3), el Arzobispado (4); la Plaza Mayor (5) invadida de comercios provisionales,  (6), la Acequia Real; (7), el mercado de El Volador; (8) el mercado El Parián; (9) la Diputación o Casas del Cabildo.


 
1760

Arriba se observa, marcada con la letra "A", que la Catedral pareciera  tener una sola de sus torres y el Sagrario se encontraba todavía en proceso de construcción. Puede apreciarse también que la Cruz de Mañozca permanecía frente a la puerta principal y que ya se había construido la barda perimetral. En el conjunto aparece, la .Plaza Mayor de la Ciudad de México, según la traza del plano  realizado por Carlos López del Troncoso en 1760 y posteriormente grabado por Diego Franco.  La letra "B" representa el Palacio Virreinal, hoy Palacio Nacional y la letra "C" las Casas del Cabildo hoy Palacio de Gobierno del D.F.. Enfrente del Palacio Virreinal y a un costado de Catedral se encuentra el Mercado del Parián marcado con la letra "G", ocupando gran parte de la plaza. La letra "E" representa la Plaza del Volador, la "D" la Casa del Arzobispado, la "F" muestra la Casa de Moneda y la H el Portal de Mercaderes. Para ver, en este mismo sitio, la imagen completa y ampliada de este maravilloso grabado de la Ciudad de México, oprima aquí.



1768

Esta fotografía del Sagrario ya terminado, nos muestra la entrada principal y el desnivel de alrededor de 90 centímetros entre atrio y plataforma del templo, similar a la que registra Casimiro Castro en su litografíla.


 

La parroquia del Sagrario, cuya proyecto y  dirección fue del arquitecto Lorenzo Rodríguez, se realizó entre los años de  1749 a 1768.  El 14 de febrero de 1749,  se puso la primera piedra de esta gran obra, con la asistencia del primer virrey conde de Revillagigedo.
Aunque desde el punto de vista arquitectónico se trata de una obra excepcionalmente bella y muy bien concebida, se criticó el hecho de que los cimientos escasamente tuvieran una profundidad de 40 centímetros,  pues el arquitecto consideró que construía sobre la plataforma, supuestamente existente,  que se había hecho para sustentar a la Catedral;
La realidad fue que dicha plataforma no existía en esa área y se ha comprobado plenamente que la estructura o basamento del Templo del Sol de los mexicas existe por debajo del Sagrario y fue la que, en cierta forma,  sirvió de apoyo a la estructura de la capilla.
La arqueóloga Alicia Islas Domínguez, con su trabajo titulado de "El templo del Sol en el Centro Ceremonial Mexica"  nos muestra como a partir del trabajo original de Ignacio Marquina, se intenta ubicar espacialmente el Templo del Sol.
Las obras de renivelación de la Catedral y del Sagrario, de los años 90 del siglo anterior; mediante un sistema de 30 lumbreras de 3.40 m. de diámetro, permitieron que a través de la número 24 ubicada en el Sagrario, la arqueóloga referida descubriera 5 estructuras pertenecientes a distintas etapas constructivas, de las cuales 3 de ellas pertenecieron al Templo del Sol.
En términos generales y de acuerdo a los datos que se tienen hasta ahora; en base a las excavaciones de 1968-1969 para construir la ruta 2 del metro, posteriores entre los años de 1975-1976 y las recientes lumbreras de la Catedral y el Sagrario; el Templo del Sol habría ocupado un sitio de forma cuadrangular, que casi coincide con el alineamiento y dimensiones del edificio del Sagrario.
Para entender mejor lo arriba expresado, acceda, en este mismo sitio, al mapa de Superposición de edificios del recinto ceremonial, sobre la traza urbana actual.

 

En esta fotografía se aprecia una de las etapas constructivas de los cimientos del templo del Sol, descubierta por la arqueóloga Alicia Islas Domínguez, durante las excavaciones de la lumbrera número 24, dentro del Sagrario de la Catedral Metropolitana. Una vez estructurado el sótano del Sagrario, esta zona quedó a la vista del público que visita el museo. La foto muestra una vista de oeste a este del muro en talud de la última etapa constructiva de la estructura A.  Al centro uno de los glifos descubiertos que fue empotrado in situ y la vista de uno de los pilotes de cimentación de la vieja Catedral.


Esta imagen da una idea mejor de como fueron los trabajos de investigación arqueológica, que se desarrollaron dentro de varias de las lumbreras que fueron construidas para efectuar los procedimientos de subexcavación. Aquí aparece la lumbrera 7, cercana al ábside, en donde se encontraron dos cajas con ofrendas y la lumbrera 24, mencionada en el texto, mostrando las 5 estructuras localizadas, de las cuales 3 de ellas, 1,2 y 3, pertenecieron al Templo del Sol.


 

Esta vista parcial en planta de la Catedral y el Sagrario muestra la localización de una parte de las 30 lumbreras de 3.40 metros de diámetro, que a diversas profundidades fueron perforadas a partir de 1991, dentro de ambos recintos, a fin de lograr su renivelación y rescate estructural. Los trabajos de investigación arqueológica, realizados de manera paralela, permitieron localizar, a través de la lumbrera 24 colindante entre ambos recintos, hasta 5 distintos niveles constructivos, 3 de ellos relacionados con el Templo del Sol. El ala oriente del Sagrario requirió la colocación de 29 pilotes de control, para lo cual se perforaron pozos de 0.80 x 0.80 metros, para garantizar la estabilidad del edificio. Para más información técnica al respecto, oprima aquí o bien visite:"Catedral Metropolitana, Hundimiento y Rescate".


 
1770

La Catedral de la Ciudad de México en proceso de construcción en una fecha  cercana a 1770. Obsérvese la posición de la Cruz de Mañozca al frente del Atrio y la situación de la barda perimetral que  coinciden con los mostrados en el dibujo de López del Troncoso, más arriba mostrado y que corresponde al año de 1760En esta imagen se aprecia que las obras de construcción del Sagrario habían sido concluidas y las dos torres continuaban en proceso. Además se confirma que la plataforma de desplante de la Catedral tenía un desnivel con respecto al atrio y la plaza.



En la obra pictórica anterior, que fue propiedad del ilustre historiador mexicano don Joaquín García Icazbalceta, podemos darnos cuenta de que la barda perimetral del atrio, no era maciza sino calada y las almenas presentaban la forma de pequeñas pirámides.
A partir de 1792 este muro que circundaba la Catedral fue derribado para sustituirlo con postes y cadenas,
En la imagen mostrada más abajo, aparece la Catedral Metropolitana, en apariencia, completamente terminada y las obras de embellecimiento de la Plaza Mayor llevadas a cabo por el segundo Virrey de Revillagigedo.en 1793.

 
1775

Esta es una grandiosa imagen que nos muestra gran detalle de lo que fue la Plaza Mayor después de 1770 y hasta antes de ser despejada para celebrar la coronación del Rey Carlos IV en diciembre de 1789. El autor, aparentemente es anónimo, pero gracias a él tenemos una idea en extremo clara y fidedigna de como era entonces esa gran plaza. Las proporciones no son exactas, incluso la perspectiva del mercado del Parián se  modificó ligeramente, pero la multitud de detalles que nos muestra, servirán para entender mejor los textos que siguen. En la escena se representa el trayecto de una visita del virrey (desconozco si se refiere a Revillagigedo) a la Catedral Metropolitana, en un día de fiesta .Para ver la imagen ampliada oprima aquí y podrá apreciar en detalle muchos de los usos y costumbres de la época. ¡En verdad es sensacional poder retornar al pasado, con tan solo hacer un clic  La imagen es grande y puede tardar algunos segundos en cargar.


 

Esta vista parcial de la imagen anterior nos permite observar el sitio y la disposición de la Cruz de Mañozca en esa época, según la visión del artista, autor anónimo, de esta pintura..


 
1789

Esta pintura obra de Juan Patricio Morlete Ruiz, que forma parte de la colección de Fomento Cultural Banamex, A. C., nos muestra un momento de la Catedral y la Plaza Mayor, que debe ubicarse entre 1789 y 1791, o sea que fue después de que la gran plaza finalmente quedó despejada de vendedores ambulantes y fue demolida la fuente, pero antes de que fuera demolida la barda perimetral del atrio, para colocar los postes y las cadenas. La imagen tiene excelente perspectiva y proporciones y nos muestra muchos detalles de interés, si se oprime sobre ella para verla de mayor tamaño, o bien oprima aquí . En cuanto a Catedral se observa que las torres estaban sin concluir, pero el Sagrario mostraba apariencia de terminado. En el detalle de la siguiente imagen se observan otros datos de interés.


 

Un detalle del atrio, tomado de la imagen anterior, nos deja ver como fue en realidad la mencionada barde perimetral, calada y con almenas. Nos comprueba la forma de la base de la Cruz de Mañozca y la posición que ocupaba. Y en el atrio no se aprecia ningún desnivel, pero había escalones en los accesos mostrados en la barda.


 
1790

Esta fotografía se atribuye a Alfred Briquet y pudo haberse obtenido alrededor de 1880-1885, muestra la Piedra del Sol adosada a una de las torres de Catedral, antes de que fuera trasladada al Museo de Historia en 1885 El lugar corresponde a un costado de la torre oeste de la Catedral Metropolitana, en donde permaneció adosada al muro por muchos años. La Piedra del Sol, se descubrió el 17 de diciembre de 1790 en el costado sur de la Plaza Mayor, muy cerca de la llamada Acequia Real, que aparece y se identifica en la imagen de 1628 de este trabajo. Curiosamente esta colosal piedra estuvo apoyada en   la torre oeste de Catedral, desde su hallazgo hasta su traslado en 1885 al Salón de Monolitos del Museo Nacional de Palacio Nacional.  


 

La llegada a México en 1789 del virrey Vicente Güemez Pacheco de Padilla Horcasitas y Aguayo, segundo Conde de Revillagigedo   significó, entre otras cosas,  la mejora del paisaje urbano, la limpieza y el embellecimiento de la ciudad. Para ello fue necesario abrir nuevas calles, renovar el empedrado e iluminación de las existentes, crear zonas verdes y evitar la presencia de animales de corral en las vías publicas, y por otra parte regularizar la recolección  de la basura y   prohibir la defecación en las calles y banquetas.
Uno de los frutos inesperados de las obras urbanas promovidas por el Virrey de Revillagigedo, fue el surgimiento de la arqueología mexicana, con el descubrimiento de tres de los más importantes y representativos monolitos de la cultura mexica: La Piedra del Sol o Calendario Azteca, la diosa de la tierra Cuatlicue y la Piedra de Tizoc, todos ellos localizados actualmente en el Museo Nacional de Antropología de Chapultepec.
Todo empezó el 13 de agosto de 1790 cuando al efectuar la  nivelación de la Plaza Mayor, en el costado sur del Palacio Virreinal, muy cerca de la Acequia Real, se encontró la figura de Coatlicue, que tras de su rescate fue inicialmente trasladada  al claustro de la Universidad,  a muy poca distancia del sitio donde fue encontrada. Tiempo después  el 17 de diciembre de 1790 en la misma zona  fue descubierta la Piedra del Sol.   Al año siguiente se localizó el otro gran monolito, la Piedra de Tízoc.
A la fecha n
o se ha determinado la ubicación original exacta de estos  monumentos, pero se sabe que se encontraban en algún sitio del Recinto Ceremonial de la Gran Tenochtitlan.
Este enorme monumento pudo haber funcionado como base de los sistemas calendáricos solar y ritual, y como punto de partida de complicadas observaciones astronómicas.

El primer trabajo de investigación relacionado con  la Piedra del Sol se atribuye a don  Antonio León y Gama en 1792.  Desde entonces, se han realizado infinidad de estudios sobre el monolito y una de las preguntas fundamentales sobre esta escultura calendárica es, si su posición era horizontal o vertical, habiéndose llegado a la conclusión  que la posición normal del monolito fue horizontal y mostraba la imagen del sistema solar, de acuerdo a las creencias de los mexicas.. Tras su descubrimiento, la Piedra del Sol se colocó, como ya indicamos al principio, adosada al muro  de la torre oeste de la Catedral Metropolitana. Con el paso del tiempo y las inclemencias climáticas, la escultura se fue deteriorando y además, según narran los cronistas de la época, la gente lanzaba inmundicias y fruta podrida a tan singular monumento e incluso los soldados norteamericanos que ocuparon la ciudad de México en 1847,  la utilizaron como objetivo para practicar el tiro al blanco.
En 1885 Porfirio Díaz comisionó a un destacamento militar para transportar el monolito a la calle de Moneda 13, en Palacio Nacional,  ocupando hasta 1887 en que fue inaugurado, el sitio principal del Salón de Monolitos del Museo Nacional.
Por iniciativa de Jesús Sánchez, director del Museo Nacional, se decidió realizar el traslado  y de acuerdo a un relato del notable arqueólogo Leopoldo Batres,  lo que sigue es un párrafo de la forma en que fue realizada la complicada y delicada maniobra:

  •  ... << El Sr. Sánchez, no queriendo seguir la práctica de sus antecesores y con el valor y audacia que se requiere en estos casos, sin más aparatos que cuatro gatos, seis poleas diferenciales, una plataforma, una media docena de vigas, y por todo arquitecto el maestro mayor de la maestranza de artillería, Sr. Juan Suárez (habilísimo operario digno de toda mención y elogio por lo bien ejecutado de las maniobras), cinco maestranceros y una fajina de 20 soldados que se turnaban de diversos batallones, en el término de 15 días trasladó el monolito al Museo Nacional a donde se halla hoy sano y salvo, y sin más gasto que seiscientos pesos en lugar de dos mil pesos a que subía el presupuesto de los facultativos. >> ...

En un artículo publicado por el INAH que se denomina Cuatlicue y la Piedra del Sol, se hace referencia al gran valor que tuvo tal descubrimiento y como influyó para cambiar el punto de vista de los gobernantes coloniales, en relación a la importancia de la cultura mexica, que prácticamente dejaron sepultada entre los escombros. En palabras del propio Eduardo Matos Moctezuma, se refiere así a este acontecimiento:

  • “Pero cuando aparece la Piedra del Sol, los españoles ven que esta escultura es un círculo perfecto, que tiene grabados los días, que era un almanaque de los indios. Entonces, este monolito fue una demostración de que no pelearon contra bárbaros, sino que era un pueblo desarrollado que ya tenía noción del tiempo, por lo cual sus victorias sí tenían gran valor”.

Esta es una vista parcial de una excelente fotografía de la Catedral Metropolitana obtenida en 1884 por el fotógrafo William Henry Jackson, muchos años después del descubrimiento de la Piedra del Sol pero que, como pocas, nos permite ver el entorno y la posición exacta que tuvo el monumento adosado a un costado de la torre oeste de la Catedral, por casi un siglo, 94 años. Estuvo allí desde principios de 1791 hasta el año de 1885, en que fue trasladada al Museo Nacional de la calle de Moneda. En la imagen se identifican por número los siguientes elementos: 1.- La Piedra del Sol; 2.-  La cruz que substituyó a la de Mañozca, sobre el pedestal diseñado por Manuel Tolsá; 3.- El desnivel entre plataforma y atrio; 4.- Las rejas que substituyeron a postes y cadenas en el año 1881; 5.- El espacio abierto en la esquina del enrejado, para trasladar posteriormente la cruz y su pedestal dentro del atrio y colocar una sección de reja curva en ese sitio;  6.-  Un poste de iluminación a base de gas. También se aprecian las obras de jardinería y andadores ahora fuera del atrio del templo.


 
1791

Obra de Manuel Tolsá las tres estatuas que rematan el cubo del reloj: la Fe, la Esperanza y la Caridad.


 

Resulta de interés mencionar la participación del escultor y arquitecto Manuel Tolsá, en la etapa final de construcción de la Catedral.
Para 1791
Damián Ortiz de Castro, que era el maestro mayor de las obras, ya había concluido las dos excelentes y bien proporcionadas torres y trabajaba en el tambor de la cúpula y algunas otras obras interiores. Sin embargo al morir Ortiz de Castro en 1793, hereda su cargo a Manuel Tolsá, que tenía poco tiempo de haber llegado a México.
Manuel Tolsá nacido en España, salió de Cádiz en febrero de 1791 y llegó a México en ese mismo año, venía para asumir el cargo de Director de Escultura de la Academia de San Carlos, de muy reciente creación. Para entonces el prestigio de Tolsá era ampliamente reconocido en España en donde había sido escultor de cámara del rey.
Quizá la mayor aportación de Tolsá haya sido lograr la armonía del conjunto de elementos que conforman la fachada principal y para ello fue necesario
subrayar el módulo central, colocando un enorme volumen integrado por la caja del reloj, de tal forma  que estuviera acorde con el arranque de las torres.  Finalmente y para rematar el conjunto fueron colocadas las tres estatuas que esculpió: la Fe, la Esperanza y la Caridad.  También diseñó y construyó una serie de balaustradas y florones que  ayudaron a homogeneizar el estilo diverso de la fachada del templo.
Sin embargo surgía el problema de que la cúpula central habría quedado demasiado baja y poco visible.
La modificación que se realizó, después de terminadas las torres, fue el mayor de los aciertos de Manuel Tolsá  y don Manuel Toussaint en su libro La Catedral de México, Porrúa, México, 1973, págs. 69, lo describe mejor que nadie, de la siguiente manera:

  • << ... Desde el punto de vista de la arquitectura su mayor creación fue la cúpula. El cimborrio antiguo, un pesado cimborrio bien característico de nuestro siglo XVII, no podía armonizar con el conjunto de la obra ya terminadas sus torres: resultaba demasiado bajo, demasiado pobre, demasiado insignificante. El ilustre valenciano derribó la pesada linternilla del siglo XVII y, utilizando el casquete de la cúpula, le abre un anillo mayor sobre el que edifica una plataforma circular, y sobre esa plataforma levanta una linternilla mucho más alta, desproporcionada con relación a la cúpula, pero en armonía perfecta con el templo. ... >>

Cúpula de la Catedral Metropolitana mostrando las modificaciones realizadas por Manuel Tolsá, arriba descritas. También es posible admirar el complejo sistema de balaustradas y florones que ayudaron a homogeneizar el estilo diverso de la fachada del templo.  La foto es una vista desde la avenida 5 de mayo y fue obtenida por Ernesto Cruz.


 

Esta imagen nos exhibe el volumen agregado por Manuel Tolsá, al módulo central de la fachada, para armonizar con el arranque de las dos elevadas torres de la Catedral, que alcanzan los 64 metros de altura.


 
1793

La Plaza Mayor de la Ciudad de México en el año de 1793, tras de ser retirados todos los puestos del mercado ambulante, a la vez que fue remodelada y embellecida por el Virrey de Revillagigedo. A la derecha el Palacio Virreinal, a la izquierda el mercado del Parián y al fondo totalmente terminadas sus torres, la Catedral Metropolitana. La imagen original de esta obra se encuentra en el Archivo General de Indias en Sevilla.


 

En relación a nuestro tema y tras la conclusión de las dos torres de la Catedral y el,  fallecimiento de Damián Ortiz de Castro, ya expresamos que Manuel Tolsá continuó con las obras y se estima que fueron totalmente concluidas hasta 1813. Por lo mismo en la imagen anterior y en la siguiente se observa que faltaba el cubo del reloj con sus estatuas y la conclusión de la cúpula monumental.
Sin embargo, el segundo virrey conde de Revillagigedo había concluido las obras de renivelación y tanto el Palacio Virreinal como la Plaza Mayor,  finalmente dejaron de ser  verdaderos muladares, invadidos por el comercio ambulante.  También se aprecia en la imagen de arriba que ya para 1793 se habían construido los 124 postes o pilones de aproximadamente 1.70 metros de altura,   que servirían para delimitar el atrio de la Catedral y posteriormente unirlos mediante 125 cadenas.
Al desaparecer la barda calada y con almenas que rodeaba el atrio, también fue desmontada la famosa Cruz de Mañozca, que se intentaría reinstalar posteriormente.
Fue en esta época en que el virrey logró confinar a los vendedores ambulantes dentro de los mercados del Volador y del Factor, mientras que el Mercado del Parián  fue reconstruido y dedicado a la venta de importaciones y productos finos. 
El virrey tuvo que enfrentarse a las resistencias tanto de la población como de los cuerpos municipales, pero fue  mediante bandos y medidas obligatorias que logró hacerla más limpia y ordenar la ciudad: en menos de cinco años, antes de su partida y retorno a España en 1794.
La Ciudad de México se convirtió en la ciudad mejor urbanizada del naciente siglo XIX, sus calles mantuvieron la traza cuadricular y debido a su amplitud y el magnífico paisaje que la rodeaba, así como la majestuosidad de los edificios construidos, recibió entonces el calificativo de "Ciudad de los Palacios".

 

1797

Vista del Zócalo (Plaza Mayor) de la Ciudad de México tal como lucía  el 9 de diciembre del año de 1803, fecha en que fue inaugurada con la estatua ecuestre en bronce del rey Carlos IV de España, El Caballito, al centro de la misma y donde permaneció hasta el año de 1822. En cuanto a la Catedral, observe que aún no se construía el cubo del reloj, ni se había terminado la cúpula, ambos en proceso y bajo la dirección de Manuel Tolsá, quien a la vez esculpió la famosa estatua de Carlos IV. Al ver la imagen ampliada se puede apreciar el escalón que quedó entre el lindero del atrio y la Plaza Mayor. Oprima aquí para ver esta imagen ampliada y los detalles de la Catedral


 

Para eI 12 de julio de 1794, un nuevo virrey llegó a la Nueva España, don Miguel de Ia Grúa Talamanca, Marqués de Branciforte que había dejado muy mala reputación en España, por una serie de actos de corrupción que indujeron a Carlos IV a llamarle fuertemente Ia atención. Para congraciarse con el rey, Branciforte envió una carta solicitándole que accediese a que en Ia Plaza Mayor de México se Ie erigiese una nueva estatua ecuestre en bronce, que substituiría a una estatua anterior de madera ya desaparecida. En aquella carta se decía que la escultura tendría un costo de 18,700 pesos, pero que serían cubiertos en su totalidad por el mismo virrey. Anexos se enviaron los proyectos de Ia escultura y deI pedestal que habían sido diseñados por el arquitecto y escultor don Manuel Tolsá, por aquel entonces el Director de Escultura en Ia Real Academia de San Carlos.
La imagen de la Plaza Mayor arriba mostrada, es similar a la de 1793, pero en perspectiva más amplia, que muestra la gran plaza que se construyó alrededor del monumento ecuestre de Carlos IV en 1796. Nótese que en realidad la estrechez de la plaza era la misma de 1793, dado que el Mercado del Parián aún estaba ubicado en el costado izquierdo y aunque el balaustrado de la plaza, pareciera tener forma circular, en realidad era de forma elíptica. Véase plano alusivo. Esta hermosa estampa fue grabada en 1797 por José Joaquín Fabregat, en base a un dibujo de Rafael Jimeno y Planes, precisamente para conmemorar la inauguración de la plaza y de la estatua provisional. La estatua ecuestre definitiva fue colocada en 1803 y permaneció en ese sitio hasta el año de 1823.
En cuanto a la Catedral, se observa que aún no se construía el cubo del reloj, ni se había terminado la cúpula, ambos en proceso y bajo la dirección de Manuel Tolsá.
Conoce la historia de la estatua de Carlos IV, El Caballito, en este mismo sitio, oprime aquí

 

1803

En esta imagen, que es un detalle de la litografía de Carl Nebel de 1843, que más adelante aparece completa, ya aparecen tanto las cadenas colocadas, como los pedestales de las nuevas cruces, que vinieron a sustituir a la Cruz de Mañozca y a la Cruz de San Pedro y San Pablo


 

En 1793 al desaparecer la barda perimetral del atrio, como ya se había mencionado antes, la Cruz de Mañozca fue trasladada a otro sitio. No hay datos precisos de lo sucedido, pero se supone que Manuel Tolsá buscó la forma de colocar dicha cruz y otra que estuvo frente al cementerio de la iglesia de San Pedro y San Pablo, en dos pedestales que diseñó y construyó ex profeso para ellas. Sin embargo se desconoce si estas dos cruces originales estuvieron, alguna vez, en los pedestales previamente construidos y localizados en las esquinas sureste y suroeste del atrio de la Catedral.. Don Manuel Tossaint, lo narra así en su libro "La Catedral de México", págs. 39-40.:

  • << ...  Siguieron las festividades y la cruz permaneció en el sitio que hemos indicado hasta que la transformación del cementerio del templo no sólo la llevó a otro lugar, sino que la destruyó casi del todo. Efectivamente, cuando, a partir de 1792, fue destruida la muralla que limitaba el cementerio como en otra parte de este libro lo reseñamos, se pensó colocar la cruz en el ángulo suroeste del nuevo atrio y es de presumirse que para entonces, cuando imperaba ya un gusto diverso en obras de escultura, fue casi esculpida de nuevo, suprimiéndole los preciosos detalles de cantería que la adornaban: la corona de espinas y la soga maravillosamente labrada en piedra que la circula, lo mismo que las esferas que remataban su vástago y sus cabos. No sabemos por qué circunstancia esta cruz no ocupó el lugar que se le asignaba.
    En Sedano leemos lo siguiente: "El día 5 de marzo de 1803 se colocó la cruz del cementerio frente del Sagrario. Esta es la cruz de Mañozca que se descastó y era más gruesa y corpulenta. El día 21 de marzo de 1803 se colocó la otra cruz del cementerio del lado del Empedradillo. Esta es la que estuvo en el cementerio de San Pedro y San Pablo que también se descastó para igualarla a la otra. Los pedestales de las dos son de dibujo de don Manuel Tolsá."
    Ignoramos, decíamos, por qué la cruz de Mañozca no subsistió en el sitio que se le había asignado; quizás el hecho de ser de cantera roja hacía que contrastase con el conjunto del templo, construido de chiluca y cantera gris. Por eso, en fecha que ignoramos, fue trasladada al fondo del patio de los canónigos, en el muro que forma espaldas al Sagrario, y allí puede verse, ignorada y maltrecha. ¡Si al menos le hubieran conservado sus magníficos relieves tallados! Pero ni su estilo ni su color cuadraban con el gusto neoclásico que se impuso en el nuevo arreglo del atrio. Tal es la historia de esta desventurada Cruz de Mañozca ... >>

Y por todo esto es de pensarse que desde esa época, en alguna fecha posterior, la Cruz de Mañozca, o lo que quedaba de ella, fue trasladada al muro trasero, en el exterior del Sagrario, área denominada Patio de los Canónigos, que es donde permanece hasta nuestros días.  María Concepción Amerlinck de Corsi, en su estudio:. El atrio de la Catedral de México, nos dice, que la fecha de traslado de la Cruz de Mañozca a su sitio actual, fue en el año de 1912.  Ver imagen de 2017 y de 1934.

 

1828

Apenas unos años después de haberse logrado la independencia nacional, se suscitaron varias rebeliones como la ocurrida  el 30 de noviembre de 1828,  con el pronunciamiento en el Cuartel de la Ex-Acordada, del General José María Lobato que impugnaba la elección del General Manuel Gómez Pedraza. Sus tropas se apoderaron del Palacio Nacional, pero Gómez Pedraza decidió renunciar, lo que provocó en respuesta un motín que derivó en el incendio y saqueo del mercado del Parián.
Del lado izquierdo de la imagen aparece el Palacio Nacional y a la derecha, el costado oriente del Sagrario de la Catedral, el pedestal y la Cruz esculpida por Tolsá, que habría substituido la de San Pedro y San Pablo, y parte de los 124 postes y 125 cadenas que rodeaban el atrio de la Catedral Metropolitana.


 
1840

Esta imagen tiene su origen en un daguerrotipo de la Catedral  que se dice fue obtenida en 1840 por el grabador francés Jean Prelier. La imagen que muestro fue ligeramente retocada para poder apreciar ambas torres de la Catedral, dado que el procedimiento de la daguerrotipia oscurecía las esquinas. De igual manera la vista original se encuentra invertida, pues muestra el mercado del Parían al lado derecho y debe ser tal como aparece aquí. Véanse las dos imágenes anteriores, en donde también se aprecia dicho mercado. Esta podría ser la más antigua reproducción real que exista de la Plaza Mayor capitalina, en este caso obtenida mediante un daguerrotipo. Por otra parte, también debe de ser la única y a la vez última foto del Mercado del Parián, que por orden del Gral. López de Santa Anna fue demolido en 1843. Aunque borrosos, en el atrio de la Catedral se aprecian los postes y las cadenas.


1842

Para el año de 1842, Antonio López de Santa Anna, entonces presidente provisional, expide un bando mediante el cual se ordena la demolición del edificio del Mercado del Parián, que aparece en la imagen de daguerrotipo anterior y que debe ser la única foto existente. La demolición se ordenó entre otras razones, por considerar que:

«...la deformidad del edificio llamado Parián, situado en la plaza principal de esta capital, que tanto por su ninguna arquitectura, cuanto por su mal calculada posición, impide y afea del todo la belleza y sorprendente vista que debe presentar dicha plaza principal ...»"

La realidad era, que López de Santa Anna tenía en mente un proyecto para construir un magno monumento a la Independencia en el centro de la plaza, pero este proyecto nunca se pudo llevar a feliz término.
El proyecto incluía como primera fase la demolición del mercado del Parián e incluso utilizar parte del material extraído para construir los cimientos del monumento y así de cierta forma rememorar la acción de los conquistadores, que utilizaron los materiales de las pirámides destruidas para construir las bases de los templos y edificios.. La demolición del mercado tuvo lugar en los últimos meses del año de 1843.

 
1843

Carl Nebel, fue un artista alemán radicado en México, que tuvo a bien plasmar en sus obras varios sucesos relacionadas con las batallas del la Guerra México-Estados Unidos de 1847. Sin embargo esta imagen de su autoría, es anterior a esa fecha y muestra la Plaza Mayor de la Ciudad de México una vez que fue demolido el Mercado del Parián en 1843. Las proporciones y el colorido son excelentes y muestra la Catedral en todo su esplendor y magnitud.
De igual manera se aprecian con excelente claridad en la imagen ampliada, múltiples detalles: La conclusión de las obras realizadas por Manuel Tolsá, incluyendo las dos cruces que substituyeron a la Cruz de Mañozca, en sus correspondientes pedestales; el escalón entre el atrio original y el nivel de la Plaza Mayor, mostrando las escalinatas de acceso; la Piedra del Sol y desde luego los 124 postes unidos por las 125 cadenas. Oprima aquí para ver esta imagen ampliada y los detalles de ls Catedral.        


 

Esta litografía, también de Carl Nebel, es complementaria de la anterior y se trata de una vista, poco usual, del lado oeste del atrio de la Catedral. Nuevamente y con claridad se aprecia el desnivel del atrio, la escalinata de ascenso al templo, los famosos postes y cadenas y el Calendario Azteca o Piedra del Sol, adosada al costado poniente de la torre. También destaca del lado derecho de la imagen, el edificio del actual Monte de Piedad, la calzada del Empedradillo, el Portal de Mercaderes y al fondo el edificio del Cabildo, con solamente dos niveles construidos. Importante observar que el Mercado del Parián había sido totalmente demolido y la plaza lucía la misma amplitud actual. Oprima aquí para ver la imagen ampliada


 
1844

Esta imagen apareció en 1844 en un calendario publicado por el pintor belga Carlos Paris. aunque no es comparable con la de Carl Nebel, se puede apreciar también el escalón o desnivel que existía en el atrio de la Catedral y de igual forma los postes y cadenas que delimitaban al mismo y una de las cruces montadas sobre el pedestal diseñado por Manuel Tolsá.


 
1847

Otra vista de la Plaza Mayor en 1847, tras la ocupación de las fuerzas norteamericanas. Obsérvense los contingentes frente a Palacio Nacional y la bandera norteamericana en el asta. La bandera fue izada el 14 de septiembre de ese año a las 7:05 de la mañana y permaneció allí hasta el 12 de junio de 1848. Al centro de la plaza aparece una construcción circular, con una fuente, posiblemente los vestigios del basamento, el zócalo, del monumento a la Independencia que pretendía construir Antonio López de Santa Anna y que quedó inconcluso. En la Catedral no hay cambios aún, salvo que se han plantado algunos árboles, fresnos, en los jardines colindantes al atrio.


 
1851

Esta pintura del suizo Salomon Hegi recrea una vista del lado oeste de la Catedral, mostrando a un conjunto de fieles ataviados a la usanza de la época. Destaca al fondo la existencia del desnivel entre la plataforma del templo y el atrio, una de las cruces  colocada en el pedestal diseñado por Tolsá y la amplitud del atrio en ese costado oeste del templo. Ver más detalles en la siguiente vista parcial.


 

Esta vista parcial de la obra de Hegi, arriba mostrada, nos da una idea mejor del tantas veces referido desnivel que existía y estimar su altura en ese extremo, que debió ser mayor de un metro. Otros detalles de interés son: observar la Piedra del Sol o Calendario Azteca apoyado en el costado de la torre oeste de Catedral y la existencia de árboles plantados al frente de la fachada del templo..


 
1857

Esta imagen de Catedral fue plasmada por Desiree Charnay en el año de 1857. Es interesante observar que sobre el cubo del reloj ahora ya se muestra un asta bandera e igualmente que en el atrio se han construido jardineras y se han plantado algunos árboles, como se observó en la obra de Hegi anterior. Después de la imagen de daguerrotipo de 1840, esta debió ser la primera fotografía de la Catedral. Para ver mas detalles, pase a la siguiente imagen.  Oprima aquí para ver la imagen ampliada


 

Aunque la foto por la fecha, no puede ser de mucha calidad, en esta vista parcial se destaca lo siguiente: 1.- La escalinata de acceso al Sagrario, que se aprecia con más detalle en la litografía de Casimiro Castro; 2.- La forma borrosa de los postes que sujetan las cadenas, 3.- el pedestal y la cruz del lado este del atrio.


 
1859

Vista de la Catedral en 1859 como aparece en una litografía de Casimiro Castro denominada  "Atardecer en el Paseo de las Cadenas". Observe un tranvía de mulitas del lado izquierdo, una larga hilera de fresnos creciendo al frente del templo y obstruyendo la vista de la fachada, pero también existentes dentro de la Plaza Mayor. En el lado derecho la cúpula que sobresale es de la iglesia de Santa Teresa la Antigua, obra del Arq. Lorenzo de la Hidalga. Oprima aquí para ver la imagen ampliada en su versión nocturna.


 

En relación a los fresnos plantados frente a Catedral y en la entonces denominada Plaza Mayor, don Alberto Barranco Chavarría, se refiere a ellos como veremos enseguida. Esta imagen de Casimiro Castro, nos lo describe mejor que las palabras y aunque por la fecha, aún no se construía el kiosco, si es fácil distinguir las cuatro fuentes que tenía. Oprima aquí para ver la imagen ampliada



Don Alberto Barranco Chavarría en su artículo "Fresnos frente a Catedral" nos narra en detalle las labores de ornato realizadas por esos años, no solamente enfrente del atrio de la Catedral, sino también en la entonces plaza principal de la ciudad, misma que había comenzado a reconocerse como Zócalo::

  • << ... Trazado por Ignacio Trigueros, en 1866 se inauguró con un hermoso jardín rodeado de 72 bancas de hierro y alumbrado con gas hidrógeno, el Paseo del Zócalo ... >>
     

Nos describe la variedad de plantas cultivadas con esmero y la existencia de pequeñas fuentes y estatuas de no escaso mérito, así como las bancas de hierro para que la gente pudiese sentarse y disfrutar de aquel agradable sitio. Más adelante aparece una foto que nos permite ver este bello lugar.
Complemento de lo anterior, en 1878 fue construido un kiosco al centro de la plaza donde las bandas de música hacían su presencia dos veces por semana, los jueves y los domingos. Este  kiosco de ocho columnas y barandal de hierro, fue muy semejante al del bosque de Boulogne en París y fue donado por el magnate ferrocarrilero don Antonio Escandón.  Permaneció en ese sitio hasta 1914, año en que se remodeló la plaza y desaparecieron los enormes fresnos. La posición del kiosco coincidió con el zócalo abandonado, que habría servido de base al monumento de la Independencia planeado por Antonio López de Santa Anna.

 

Otra vista de la Catedral en la misma fecha y también por Casimiro Castro que muestra con claridad la hilera de fresnos que fueron plantados al borde del atrio, que estaba delimitado por los pilones y las cadenas. Aquí se observa el área despejada de la Plaza Mayor, sin árboles. Oprima aquí para ver la imagen ampliada


Nuevamente el gran artista Casimiro Castro pudo plasmar en esta imagen todos los detalles del Sagrario anexo a Catedral, así como las costumbres y forma de vestir de la época. Entre otras cosas destaca la claridad con que se aprecia el desnivel de la plataforma del atrio con respecto al nivel de la plaza y no solo ello, también su altura pues aparece una persona sentada en la orilla. Las dos escalinatas, una a la izquierda y la otra a la derecha,  si contamos los peraltes de cada escalón que son 5 , quizá de 18 cm., nos arroja una altura aproximada de 90 centímetros. Oprima aquí para ver la imagen ampliada


 
Casimiro Castro publicó en 1858 una colección de 3 libros con muchas de sus obras, que lleva el título de “México y sus alrededores”, en donde incluye diversas vistas, trajes y monumentos, en su mayoría obras propias y algunas de otros autores como Julián Campillo, Luis Auda y G. Rodríguez.  Fueron publicadas por Decaen Editores, y es una recopilación de  imágenes,  algunas a color y otras a una tinta, donde se trata de mostrar como era la vida en la ciudad de México y áreas vecinas a mediados del siglo XIX, justo antes de la guerra de intervención francesa.,
 
1876

Alfred Briquet tomó esta extraordinaria foto alrededor de 1876 y bien podríamos decir que es la primera en la que podemos observar, en buena resolución, muchos de los detalles que resultan de nuestro interés. Observe que los jardines dentro del atrio, que se observan en la foto de Charnay de 1857, han desaparecido y solamente aparecen los árboles, fresnos, sobre la banqueta, pero fuera de las cadenas. Para verlo con más claridad, se muestra a continuación, una vista parcial numerando y marcando distintos puntos de interés. Oprima aquí para ver la imagen ampliada


 

Detalle de la foto anterior de Alfred Briquet, en la que se enumeran los siguientes puntos: !.- Escalinata de acceso a la Catedral, con 7 peraltes de 15 a 18 cm. de altura daría de 1.05  a 1.26 metros de desnivel con respecto al atrio; 2.- Una persona de pie frente al atrio da idea clara de la altura del desnivel; 3.- Los postes o pilones que servían de soporte a las cadenas, por primera vez se aprecian en fotografía con suficiente claridad y confirman su altura de 2 varas, aproximadamente 1.70 metros, 4.- Las cadenas, 5.- vendedores ambulantes en el lindero del atrio, 6.- Bancas para el descanso de visitantes, fuera del atrio, 7.- Postes de alumbrado público a base de gas, 8.- Permanecen los árboles en la banqueta, fuera del atrio de la Catedral.


 
1880
Aquí se trata de otra foto, similar a la anterior pero de menor calidad, que muestra la misma esquina y el costado poniente de Catedral,. apreciando claramente el desnivel y la escalinata de acceso por la puerta lateral. Al fondo la cúpula de la Iglesia de Santo Domingo.
 
1881

En el costado oriente del Sagrario y muy cerca de la denominada Puerta Mariana del Palacio Nacional, se construyó el denominado Monumento Hipsográfico, dedicado a recordar al científico alemán Enrico Martínez. El proyecto inició desde julio de 1877, pero fue inaugurado hasta mayo de 1881. El pedestal de mármol fue construido por el ingeniero civil Francisco M. Jiménez y consta de cuatro caras, que llevan los nombres de los 4 de los lagos que entonces existían: La cara principal lleva el nombre del lago de  Zumpango y está dedicada a la memoria de Enrico Martínez; el costado derecho, dedicado al lago de Xochimilco; el costado izquierdo al lago de San Cristobal, y la cara posterior al lago de Tlalocan (Xaltocan).  La estatua montada sobre dicho pedestal, es obra del escultor Miguel Noreña y se trata de una mujer que representa a la Ciudad de México. Este monumento hipsográfico permaneció en ese sitio hasta el año de 1924


 

Enrico Martínez. Nacido en Hamburgo, Alemania, de niño vivió en Sevilla, España y llegó a México en enero de 1590. Este versátil personaje, hablaba 4 idiomas y dominaba la ingeniería, arquitectura, matemáticas, astronomía, geografía, medicina y además era impresor y escritor. Fue autor del proyecto  y  realizó la construcción de las obras básicas, para evitar que las aguas que desbordaban de los lagos, inundaran la Ciudad de México.  Su proyecto inicial consistió en construir un canal hacia Huehuetoca, a fin de drenar el lago de Zumpango y a la vez interceptar las aguas del río Cuautitlán, para después canalizarlas mediante un túnel (socavón), y un tajo a cielo abierto hacia el río Tula;  todo esto en una distancia equivalente a 15,950 varas, cerca de 13.4 kilómetros.
A pesar de haber dedicado la mayor parte de su vida a resolver el problema de inundaciones periódicas de la Ciudad de México, nunca lo pudo ver totalmente resuelto, sin embargo su obra ayudó de manera trascendente a evitarlas.
El Monumento Hipsográfico, inaugurado en mayo de 1881,  se inició desde 1877 y está dedicado a la memoria de tan talentoso científico, más no es una estatua de dicho personaje. Se trata de una combinación de objetivos y de allí su nombre "hipsográfico" o sea que nos indica diversos datos relacionados con niveles, posiciones y medidas, relacionadas con la Ciudad de México:

  • El personaje de la estatua es una mujer y representa a la Ciudad de México, que con su mano derecha toca o sostiene la lápida del científico Enrico Martínez y ostenta en su cabeza una corona de laureles. Esta estatua fue obra del escultor Miguel Noreña, autor de la estatua del emperador Cuauhtémoc, en Paseo de la Reforma.
     

  • El pedestal de mármol fue obra del  ingeniero civil Francisco M. Jiménez y consta de cuatro caras, que llevan los nombres de 4 de los lagos principales que entonces había..
     

  • La cara principal lleva el nombre del lago de Zumpango y está dedicada a la memoria de Enrico Martínez. Una placa de bronce, que ya no existe, indicaba con una línea horizontal, el nivel con respecto a la marea media en el puerto de Veracruz, que era de 2268 metros (MSNM), en 1878. En la parte inferior aparece realzado el patrón de la yarda, que serviría como medio de verificación, para comerciantes y público en general.
     

  • Sobre el costado derecho, la cara lleva el nombre del lago de Xochimilco y aparece en la actualidad, solamente una línea vertical que servía de guía para una aguja indicadora, y una escala graduada desde 0 hasta 2.80 metros, que era la profundidad del Lago de Texcoco en 1881, con respecto al piso de la Plaza de Armas. La aguja era movible y se podía con ello indicar el nivel del agua en la superficie de lago, con respecto a la Plaza. Este indicador podría servir de alarma en el caso de ascenso del nivel de las aguas, dato que en su época era de suma importancia. En la parte inferior aparece como patrón de  medida el metro, para los mismos fines antes mencionados.
     

  • Sobre el costado izquierdo, la cara lleva el nombre del  lago de San Cristóbal, con los datos referentes a fecha y gobierno que erigió el monumento. Una placa de bronce, que ya no existe, indicaba con una línea horizontal, el nivel con respecto a la esquina de la banqueta noroeste de Palacio Nacional, que era de 2.595 metros, en 1878. En la parte inferior aparece como patrón de  medida la yarda, para los mismos fines antes mencionados.
     

  • Y finalmente en la cara posterior, la cara del pedestal lleva el nombre del  lago de Tlalocan (Xaltocan), con los datos correspondientes a la posición geográfica del monumento, en cuanto a Longitud, . Latitud y Declinación magnética, en el año de 1878. Al cambiar de sitio el monumento en 1924, es natural que todos estos datos solo permanecen como referencia histórica, pero no son válidos actualmente.  Una placa de bronce, que ya no existe, indicaba con una línea horizontal, el nivel de 1.00 metros con respecto a la línea tangente inferior del Calendario Azteca (TICA), que en 1878 estaba ubicado en el costado poniente de la torre de Catedral. La TICA es una referencia de nivel aún válida y debidamente marcada en el sitio mencionado. En la parte inferior aparece como patrón de  medida la vara, para los mismos fines antes mencionados.
     

Muchos de estos datos fue posible obtenerlos y entenderlos, gracias a la Tesis recientemente publicada por Yesica Díaz Gutiérrez, para obtener su título profesional de Ingeniero Topógrafo y Fotogrametrista en la ESIA, Ticomán del IPN.
 

 
1881 - 1886

Atribuida o distribuida por Claudio Pellandini, esta foto de la Catedral nos permite ver con bastante claridad las rejas rodeando el atrio, cuya instalación comenzó en octubre de 1881. Nos permite observar todo el costado oriente, rodeando el Sagrario. Oprima aquí para ver la imagen ampliada.


 

Una propuesta de don Eugenio Barreiro, planteaba la necesidad de quitar los postes y las cadenas que rodeaban al atrio de Catedral y construir una reja, pero reduciendo de manera considerable su extensión. La idea original consistía en ampliar el espacio público hasta el desnivel de la plataforma que rodeaba al templo.
Por fortuna no se realizó de esa manera, pero si se redujeron sus dimensiones, sobre todo al frente en donde se instaló hasta coincidir con los primeros escalones de la escalinata de acceso. Ver detalle. Tanto al frente, como en el costado poniente del atrio se construyeron áreas de jardín y andadores en el área que le fue ganada al atrio, tal como se puede apreciar en las fotos, anterior y siguientes.
La solución no fue muy afortunada, pues las rejas rodeando el atrio en toda su extensión, finalmente redujeron la visibilidad de la fachada. La construcción de la reja dio comienzo el 10 de octubre de 1881 y debió prolongarse por buen tiempo su terminación.
El proyecto y dirección del arquitecto Juan Cardona, contemplaba el traslado de los pedestales y las cruces colocados en las esquinas, de tal manera que quedaran dentro de los linderos del atrio, pero estos trabajos se realizaron hasta el año de 1886. Mientras tanto en el enrejado se habilitaron los huecos pertinentes en las esquinas para facilitar su traslado y colocación posterior de las  rejas de forma curva en las esquinas.
 

Estos fueron los jardines y andadores construidos al frente del nuevo enrejado, en terrenos que fueron ganados al atrio del templo. La foto muestra un excelente cuidado de las áreas de jardín, que a la vez incluían andadores, pequeñas fuentes y jarrones, además del alumbrado público a base de gas. Se plantaron los nuevos fresnos que con el tiempo cubrirían gran parte de la fachada del templo.


 
1884

William Henry Jackson  obtuvo esta fotografía en el año de 1884, pero seguramente el proceso de aplicación de color fue posterior. Esta gran imagen permite observar muchos detalles; si en la foto de Pellandini se veían las nuevas rejas  desde el costado oriente, en esta las vemos del lado poniente. Los nuevos jardines al frente del atrio, lucen terminados y aún sin grandes árboles que obstruyan la visibilidad del templo y del nuevo enrejado. Se observa claramente que los árboles, sobre la banqueta, que aparecen en la foto de Alfred Briquet de 1876, fueron talados por haber crecido demasiado y obstruir la vista del templo. Las cruces aún estaban fuera del atrio y la Piedra del Sol que permanecería recargada sobre la torre poniente, por poco tiempo más, pues fue trasladada en 1885 al Museo Nacional.  Oprima aquí para ver la imagen ampliada.


En este detalle de la foto anterior, se pueden apreciar con toda claridad lo siguiente: 1.- La amplia escalinata de acceso a la Catedral; 2.-El remate de las nuevas rejas, que se alínea con el primer escalón del acceso; 3.- Los nuevos fresnos plantados dentro del área de jardín, los que estaban sobre la banqueta fueron talados; Nuevas bancas para descanso de los fieles; 5 .- Estatuas;  6.- Faroles de alumbrado a base de gas; 7.-Fuentes.


 

Otra foto de William Henry Jackson, ahora el costado poniente de Catedral, la entonces denominada calle del Empedradillo, en donde podemos ver el tránsito de los tranvías de mulitas, las rejas de Catedral y los jardines y arboledas fuera del atrio. Mientras tanto la Piedra del Sol permanecería recargada sobre la torre poniente por poco tiempo más, pues fue trasladada en 1885 al Museo Nacional y la Cruz diseñada por Tolsá, sería trasladada dentro del atrio en 1886..Oprima aquí para ver la imagen ampliada.

 

Con el paso de los años, los fresnos dentro del área de jardines, fuera del atrio, continuaron creciendo  como se observa en esta imagen captada por William Henry Jackson aproximadamente en 1884. El alumbrado público seguía sendo de gas y los tranvías de mulitas eran el medio de transporte público preferido. Oprima aquí para ver la imagen ampliada.


 
1886

Para el año de 1886, se concluyeron los trabajos del enrejado, mediante el traslado de los pedestales y las cruces diseñadas por Manuel Tolsá, quedando confinadas dentro de los linderos del atrio. Observe la reja curva que se describe en el texto.


 

1898

Para fines del siglo XIX,  alrededor de 1898, Charles B. Waite captó con su cámara esta vista de la Catedral. Lo destacable es el crecimiento de los árboles frente a la fachada, que ocultan totalmente las rejas. La electricidad aún no llega, los tranvías siguen siendo de mulitas y el alumbrado público a base de gas. Oprima aquí para ver la imagen ampliada.


 

Esta excelente imagen, podría ser de Charles B. Waite y nos muestra físicamente como era el Zócalo que nos describe, más arriba, don Alberto Barranco Chavarría. En el área circular central, que se aprecia parcialmente, existía pero no es visible, el kiosco referido. Los fresnos continuaban su crecimiento y poco a poco, fueron obstaculizando la vista de la Catedral. Puede apreciarse la llegada del alumbrado eléctrico, con pequeñas luminarias rodeando el círculo central y los grandes postes ornamentales instalados por Siemens en esa época, en el Centro y en el Paseo de la Reforma. Desconozco si la estatua que aparece al frente, es de la Corregidora de Querétaro, que como sabemos, no se encuentra en el Paseo de la Reforma. De hecho, ninguna estatua de algún personaje de género femenino, ha tenido dicho honor hasta la fecha, lo cual resulta deplorable.


 
1899

En esta foto, de no muy buena calidad, si es posible apreciar el kiosco al centro del área circular, con una excelente vista a la Catedral, en el cual las bandas musicales se alternaban los jueves y los domingos de cada semana, para alegrar el ambiente. El kiosco permaneció en ese sitio hasta 1914.


 
1905

En los primeros años del siglo XX, la red de tranvías eléctricos creció de manera notable. En la foto uno de los flamantes tranvías Brill de 36 pasajeros. Estos vehículos fueron ensamblados en México, dentro de los talleres de Indianilla, que fueron construidos con ese fin desde 1898. Las grandes farolas ornamentales del alumbrado público ya eran eléctricas con focos incandescentes. Los .fresnos impedían, cada vez más,  la vista de gran parte de la Catedral.


 

Esta fotografía de la misma época, nos deja ver el monumento hipsográfico, dedicado a Enrico Martínez, los jardines frente a las rejas de Catedral y los diversos tipos de árboles que existían y crecían cada vez más.. El alumbrado es eléctrico y la actividad denota símbolos de progreso.


 

Esta imagen aún cuando no es es muy nítida, nos muestra diversos aspectos del Zócalo y la Catedral. Una de las vistosas terminales de tranvías que existían, se ubicaba enfrente del portal de Mercaderes; los tranvías Brill de 24 y 36 pasajeros, el kiosco y los famosos y frondosos fresnos.


 
1910

En 1910 se celebraron las fiestas del Centenario de la Proclamación de la Independencia y para ello se restauró la imagen de todos los edificios que rodeaban el Zócalo. La Catedral no fue la excepción y así lució en ese año, en que los fresnos fueron podados y recortados de tal manera que ocultaran lo menos posible la fachada del templo.


 

De igual manera por la noche, todos los edificios del Zócalo lucieron bellamente iluminados con foquitos de colores. La Catedral como se aprecia fue parcialmente decorada. A partir de ese año se inicia la costumbre de iluminar el área del Zócalo, con focos en color verde, blanco y rojo.


 
1913

Otra imagen del Zócalo visto desde el Palacio Municipal. Para la gente de a pie, era imposible ver desde allí la fachada de la Catedral, los fresnos la cubrían por completo. Aquí vemos al frente la segunda terminal de los tranvías. En 1913, año trágico, fue asesinado el presidente Madero y dio inicio la lucha revolucionaria para derrocar al usurpador Victoriano Huerta.


 
1914

El ingeniero civil Alberto J. Pani, fue un destacado profesionista y político mexicano, que ocupó diversos e importantes cargos públicos, entre ellos la Secretaría  de Hacienda. Impulsó y fundó, junto con Manuel Gómez Morín, el Banco de México. En 1914 siendo  director de obras públicas del Ayuntamiento, fue quien tomó la decisión de talar todos los árboles que cubrían al Zócalo y la Catedral.  En ese año trágico de 1914, vemos como fue posible dejar totalmente despejada la gran vista de la Catedral y el Palacio Nacional.  Observe que desaparecieron el kiosco al centro del Zócalo y  una de las terminales de tranvías.


 
1919

Esta gran vista aérea posiblemente de 1919, resulta muy útil para apreciar como era el entorno que rodeaba a la Catedral en ese entonces:

  1. Las áreas de jardines rodeando las rejas de Catedral permanecían igual, pero sin árboles.

  2. El monumento dedicado a Enrico Martínez estaba aún en su sitio original,

  3. En la esquina de Seminario y Guatemala, don Manuel Gamio, en 1913, inició las excavaciones que hoy conocemos del Templo Mayor.

  4. Los edificios del Seminario no habían sido demolidos

  5. El Palacio Nacional aún tenía dos niveles.

  6. El kiosco, ya no estaba al centro del Zócalo.

  7. El edificio terminal de tranvías al sur del Zócalo ya había sido demolido

  8. La avenida 20 de Noviembre, aún no se construía.

Oprima aquí para ver la imagen ampliada.


 

Esta fotografía de Hugo Brehme, nos presenta una idea exacta de como se adecuaron los jardines que rodeaban las rejas de la Catedral después del año 1914 en que fueron talados todos los grandes árboles que impedían la visibilidad de tan monumental obra, como lo es la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México. Oprima aquí para ver la imagen ampliada.


 
1921

Los Pegasos que estuvieron en cada una de las esquinas del Zócalo se colocaron en el año de 1921. En el proyecto original del Palacio de las Bellas Artes que realizo Adamo Boari a principios del siglo XX, planeó colocar  cuatro esculturas, que realizó el catalán Agustín Querol, como remate en cada una de las esquinas exteriores del foro del teatro. De hecho estuvieron colocados en su sitio desde 1912, pero al suspenderse la construcción de Bellas Artes durante la etapa revolucionaria, la estructura del edificio comenzó a hundirse y fueron desmontados en 1921. Fue entonces cuando fueron colocados en el Zócalo. Una vez que se reanudó la construcción de Bellas Artes, en 1927, fueron finalmente desmontados del Zócalo y colocados en nuevos pedestales enmarcando la plaza exterior al frente del teatro.


 

Esta gran vista aérea del Zócalo y la Catedral debe corresponder al año de 1921, y como la anterior de de 1919, resulta muy útil para apreciar como era el entorno que rodeaba a la Catedral en ese entonces:

  • Las áreas de jardines rodeando las rejas de Catedral permanecían igual.

  • Mientras tanto, el Zócalo cambió la distribución en sus jardines y se colocaron los Pegasos en cada una de las esquinas.

  • El monumento dedicado a Enrico Martínez estaba aún en su sitio original,

  • En la esquina de Seminario y Guatemala, don Manuel Gamio, continuaba las excavaciones, que hoy conocemos del Templo Mayor.

  • Los edificios del Seminario no habían sido demolidos

  • El Palacio Nacional aún tenía dos niveles.

Aunque el desnivel de la plataforma de desplante de la Catedral, con respecto al nivel del área de jardines continuaba, pareciera que se habilitaron andadores, para acceder a cada una de la puertas de Catedral. Oprima aquí para ver la imagen ampliada.


 
1924

Fue en el año de 1924, cuando se modificaron las áreas de jardines que rodeaban las rejas de la Catedral, tal como se aprecia en esta foto de Casasola. De hecho desaparecieron los jardines al frente del templo y se construyó una banqueta y vialidad muy amplia. Se desmontó el monumento dedicado a Enrico Martínez, que estaba en la esquina sureste y pasó a la esquina suroeste, como se alcanza a ver en la foto. El costado este se modifica  radicalmente y se construyen allí la fuente dedicada a Fray Bartolomé de las Casas y unos servicios sanitarios públicos subterráneos, que no se alcanzan a ver en esta imagen.


 

En esta imagen se muestra una parte de las rejas del costado oriente de la Catedral y la calle de Seminario, una vez que fue ampliada. Al fondo los edificios del Seminario, que en la planta baja tenían uso comercial y enfrente de la puerta principal y en proceso de construcción, la fuente dedicada a Fray Bartolomé de las Casas, quien fue un decidido protector de los indígenas.


 

En el año de 1924, el gobierno de la ciudad construyó la fuente y monumento a Fray Bartolomé de las Casas, defensor de los indios, de acuerdo con el proyecto del arquitecto Roberto Álvarez Espinosa.  La fuente en estilo colonial, tiene como motivo principal la estatua de Fray Bartolomé de las Casas, mientras que dos figuras indígenas, representadas por un individuo de cada sexo, le presentan una ofrenda.
La escultura de Fray Bartolomé fue obra del escultor José Fernández Urbina, las figuras indígenas fueron realizadas por  José Tovar,  mientras que la parte ornamental y demás figuras, fueron realizadas por el escultor Andrés Concha.
La fuente fue inaugurada el 16 de septiembre de 1924.
Hasta donde es posible  determinarlo, de acuerdo a las fotografías que existen, la fuente ocupó siempre el mismo sitio  hasta 1967 o 1968, fecha en que se realizaron excavaciones en esa zona, para la construcción de la curva de la  ruta 2 del Metro. Pero fue desmontada en 1933 al demolerse los edificios del Seminario y colocada posteriormente.
 

Esta foto anterior a 1933, muestra la fuente totalmente terminada en su sitio original y frente a la puerta principal del edificio del Seminario, que en esa fecha funcionaba como hotel.


 

 

Desde entonces,1924, el monumento hipsográfico dedicado a Enrico Martínez  ocupa este sitio, aunque la foto mostrada es actual.  Originalmente el monumento estaba orientado hacia el norte, la dirección de la Laguna de Zumpango, pero al cambiar de sitio dio un giro de 90 grados para adoptar la dirección poniente, como se observa en la imagen. Como es natural la información que registraba, dejó de tener validez, tanto sus coordenadas geográficas, como el nivel que registraban las placas de bronce de cada una de sus caras. Por si fuera poco, dejó de representar al kilómetro Cero, que en aquel tiempo, determinaba el punto de origen de todos los caminos, que sa bifurcaban desde la capital del país.


 
1926

Esta imagen corresponde al año de 1926 y fue captada por la cámara de otro famoso fotógrafo, Hugo Brehme. Observe la desaparición de los postes ornamentales de alumbrado público de la época porfiriana y la sustitución de los mismos, por unidades de 5 farolas de tipo incandescente sobre la acera de Catedral,


 
 

Esta fotografía debe ser de 1926 y tomada desde la azotea del edificio del Departamento del Distrito Federal. En cuanto a la Catedral se puede observar que el Sagrario denota un severo desplome de la vertical hacia su derecha, señal de graves daños en su estructura. Las obras para agregar un tercer nivel al Palacio Nacional concluyeron en 1926 y se puede apreciar que ya contaba con él. También podemos ver con mayor claridad la magnitud de los 4 Pegasos. Esta imagen es muy interesante pues nos muestra que aún permanecían las 4 fuentes y que se realizaban los trazos para la construcción de nueva distribución de  áreas jardinadas. También se aprecian nuevas unidades de alumbrado público de 5 farolas rodeando la plaza y además los tranvías en una de sus terminales.


 
1927

Esta imagen es muy similar a la anterior, pero muestra ya terminada la remodelación de los jardines del zócalo y se aprecia que se han plantado pequeñas palmas y cierto tipo de cactus . Sin embargo en el detalle de la misma, a continuación, se aprecia que para ese año todavía existía el desnivel, entre el nivel de la acera y la plataforma de desplante de la Catedral, así como las escalinatas de acceso. En ese año de 1927, los Pegasos fueron retirados y enviados a Bellas Artes, para su colocación en la zona de estacionamiento.


Las flechas amarillas nos ayudan a localizar: 1.- La existencia aún, de la escalinata para acceder a dos de las puertas principales;  2.- El escalón del atrio en el costado poniente. Es interesante mostrarlo pues indica que, hasta ese año, el hundimiento de la estructura era entonces leve. sin embargo lo daños estructurales, sobre todo del Sagrario ya eran muy graves. Oprima aquí para ver la imagen ampliada.


 

De manera independiente a la historia del hundimiento del centro de la Ciudad de México, que ha ido de la mano de la forma descontrolada en que se han extraído las aguas del acuífero subterráneo, ya sea mediante pozos artesianos o bien el bombeo de pozos profundos dentro la zona urbana; es hecho comprobado por los especialistas, que los problemas de hundimientos diferenciales de la propia estructura de Catedral, se han presentado desde el inicio de su construcción..Ya más arriba dimos una idea de como fue conformada la cimentación original y de como en diversas imágenes de este trabajo, observamos a lo largo de los años, un marcado desnivel entre la plataforma de desplante de la iglesia y el nivel del atrio o la plaza..
El nivel superior del pedraplén mencionado, originalmente coincidía con el nivel de la Plaza Mayor y fue por encima de éste nivel que se construyó la retícula de contra trabes de 3.50 metros de altura.  Es decir que el propio arquitecto Arciniega  sobreelevó el nivel de desplante del templo, previendo hundimientos de gran magnitud, dado el enorme peso de la retícula de cimientos y la estructura de columnas, muros y bóvedas. Eso, aún sin contar las dos torres de 64 metros de altura, que no estaban incluidas en el proyecto original.
Es evidente que esto sucedió y los enormes problemas constructivos que se presentaron, seguramente fueran una de las principales causas, por las que la construcción se prolongó por más de dos siglos.
En la imagen de Catedral en proceso de construcción de 1671, efectivamente se aprecia un exagerado desnivel entre el templo y la plaza, lo cual coincide con lo arriba expresado.
Conforme avanzó la construcción, el desnivel o escalón que hemos apreciado en muchas de las fotos o pinturas, fue del orden de 90 a 120 centímetros solamente. La diferencia con respecto a los 3.50 metros originales fue el hundimiento que debió presentarse durante el proceso constructivo de la estructura.
Sin embargo dicho hundimiento de la cimentación no fue un proceso uniforme, dado que se tienen registros que indican un hundimiento diferencial, desde el inicio de la construcción en 1571 hasta la terminación de las bóvedas en 1667, de 80 centímetros entre el altar mayor y la torre poniente.
Estos hundimientos diferenciales, entre diversos puntos de la base, son los más dañinos para la estabilidad estructural del templo y se fueron acentuando con el paso de los años.
Al final del siglo XIX el hundimiento diferencial entre el altar y la torre poniente  era ya de 1.53 metros, lo que obligaba a reparar las bóvedas y muros con mucha frecuencia.
Para 1976, fecha en que se iniciaron las obras para estabilizar la cimentación por medio de pilotes de control, el hundimiento diferencial entre los puntos mencionados, era ya de 2.20 metros.
Para 1989,  las fisuras y las grietas continuaron y provocaron graves inundaciones y daños dentro de la Catedral Metropolitana, el hundimiento diferencial de la estructura, medido  en esa fecha fue de 2.40 metros.
Mientras que para 1991, fecha en que se iniciaron los trabajos de renivelación de la estructura, utilizando el proceso de subexcavación, mediante la construcción de un sistema de 30 lumbreras de 3.40 m. de diámetro, el hundimiento diferencial entre el altar principal y el arranque de la torre poniente era ya mayor  de 2.90 metros
El mencionado escalón o diferencia de alturas entre la plataforma de desplante del templo y el nivel del Zócalo, que todavía se conservaba en 1927, desapareció muy rápidamente en menos de 15 años y esto fue consecuencia del bombeo acelerado de las aguas del acuífero subterráneo. 
Una gráfica extraordinaria, producto de su investigación y parte de la tesis,.Evaluación del hundimiento regional de la Cd. de México, que acaba de publicar (2017), Yesica Díaz Gutiérrez, nos explica mejor que las palabras, las razones por las cuales se aceleraron los hundimientos diferenciales de la Catedral.
Esta gráfica analiza el hundimiento general del terreno perteneciente a la Catedral, en base al banco de nivel denominado TICA, Tangente Inferior del Calendario Azteca, (recuerde que la Piedra del Sol o Calendario Azteca estuvo adosado a un costado de la torre poniente de Catedral y esa referencia permanece hasta nuestros días), y referido al banco de nivel superficial de Atzacoalco, que se ha considerado relativamente inamovible desde la época porfiriana. Para ver la gráfica ampliada, oprima aquí o haga clic sobre la misma.
Para nuestros fines, destacamos que en el año de 1925, la cota de nivel TICA referido al nivel del mar era de 2239.818 metros y en 1943 había disminuido a 2238.504, una diferencia de 1.314 metros en un lapso de tan solo 18 años. Es decir un hundimiento general del subsuelo de 7.3 centímetros por año, casi 7 veces mayor del que se tuvo en el período 1852-1898.
Esto definitivamente fue el detonante, para la desaparición del desnivel entre plataforma y atrio y el recrudecimiento de los hundimientos diferenciales y problemas estructurales, que inicialmente aparecieron en el Sagrario, mismo que tuvo notorias deficiencias en sus cimientos, desde su origen.
 

Yesica Díaz Gutiérrez, en su tesis profesional Evaluación del hundimiento regional de la Cd. de México, incluye esta gráfica y tabla informativa, que reconstruye  la evolución del hundimiento medio de la Catedral Metropolitana, para un amplísimo período de 142 años y que inicia en 1862. Ver página 28 de la tesis para más amplia información.  Oprima aquí para ver la imagen ampliada.


 

1928

Esta foto publicada por el fotógrafo Gustavo Casasola,  debe ser de 1928.   Por iniciativa del entonces Ministro de Hacienda Ing. Alberto J. Pani, se encargó al Arq. Augusto Petricioli adicionar un tercer nivel al Palacio Nacional, tal como se aprecia en la vista aérea de tan enorme y monumental conjunto. En el Zócalo, los famosos Pegasos de Querol ya habían sido desmontados y demolidos sus pedestales. Mientras tanto en la Catedral se aprecian con más claridad los cambios realizados en 1924: En el costado poniente el traslado del monumento dedicado a Enrico Martínez y en el costado oriente la plazoleta con la fuente dedicada a Fray Bartolomé de las Casas y los accesos a los servicios sanitarios públicos de tipo subterráneo. Los edificios del Seminario aún permanecían en su sitio.


 
1930

Esta foto, posiblemente de 1930, nos deja ver la permanencia de la fuente y monumento de Fray Bartolomé de las Casas, poco antes de ser demolidos los edificios del Seminario y el retiro temporal de la fuente.


 
1932

En esta vista aérea de la Catedral en 1932, destacan varios puntos: Los edificios del Seminario seguirían en pie pero por poco tiempo; las obras de excavación de lo que después fue el Templo Mayor, continuaban ahora en un espacio más amplio y la fuente de Fray Bartolomé de las Casas, permanecía en su sitio original. Las bóvedas del Sagrario parecen haber recibido trabajos de mantenimiento e impermeabilización.


 

A partir de la década de los años 30 del siglo pasado, al detectarse el hundimiento acelerado de toda la región comprendida por el centro histórico de la ciudad de México,  se encomendó a los arquitectos Manuel Ortiz Monasterio y Manuel Cortina García hacer una evaluación estructural de la Catedral, debido a los ya visibles daños que mostraba el templo,  causados fundamentalmente por los hundimientos diferenciales  acumulados durante décadas, entre diversos puntos de su cimentación.
Este fue el primer intento de encontrar solución al problema y como primera recomendación se sugirió restarle  carga al edificio y su entorno. Para ello se llevaron a cabo las siguientes acciones:

  1. Demolición de los edificios del Seminario
     

  2. Iniciar la reparación de la estructura del Sagrario, que evidentemente era la que mayores problemas mostraba en su estructura.
     

  3. Vaciar las celdas de la cimentación formadas en la retícula de contra trabes y el empleo de este espacio para la implementación de criptas funerarias.

Todas estas acciones se llevaron a cabo en un período comprendido entre 1933 y 1942, como veremos más adelante.

 
1933

En un intento por eliminar peso y frenar así el alarmante hundimiento de la Catedral, el 13 de marzo de 1933 empezaron a demolerse los edificios del que fue Colegio de Infantes, conocido usualmente como el Seminario. En la foto ya aparecen totalmente retirados los escombros de los edificios y  la fuente de Fray Bartolomé de las Casas fue desmontada. La demolición se llevó a cabo del 13 de marzo al 2 de junio de 1933,


 

Después de la demolición de los edificios del Seminario, con el objeto restarle carga a esa zona, los terrenos baldíos, curiosamente, se utilizaron como estacionamiento de autos. Podemos ver que en la dirección del pórtico de entrada a la Catedral, en la cual debió permanecer, ya no se encuentra la fuente de Fray Bartolomé de las Casas..


 
1934

En 1934 los arquitectos Manuel Cortina García y Manuel Ortiz Monasterio dieron inicio a los trabajos de recimentación del Sagrario. Esta obra se prolongó por varios años. En la foto se observan dichas obras en proceso y además la original Cruz de Mañozca permanecía en el sitio que aparentemente tuvo desde el año de 1912.


 

No existen muchos datos de las obras realizadas en el Sagrario a partir de 1934, pero se conoce  que el objetivo principal fue tratar de estabilizar los cimientos mediante un sistema de pilotes de madera de 25 cm de diámetro promedio. Se sabe que la parte superior del pilote alrededor de 3 metros se fabricó de concreto a fin de protegerlo del agua superficial  al nivel freático. Se desconoce el número de pilotes que fueron hincados y los resultados obtenidos.
Se deben haber realizado otros trabajos a nivel de columnas y bóvedas que ya mostraban notorios problemas de agrietamientos y fisuras, pues los trabajos se prolongaron por varios años, como atestiguan las fotografías siguientes.
 

 
1937

Esta es una vista en planta de la retícula de contratrabes que tuvo la Catedral desde su origen y en la esquina inferior izquierda un detalle que muestra la forma en que fue reforzada la cimentación mediante viguetas de acero cruzadas y una losa de concreto armado.


 

Desde 1937 se iniciaron los trabajos de vaciado de la tierra confinada dentro de las celdas de la cimentación original, que tienen una altura de 3.50 metros. Se estimó que al liberar la carga, se disminuyó en un 25% la presión media de contacto ejercida, disminuyendo de 14.3 a 10.8 toneladas por metro cuadrado.
Una vez terminado el vaciado se instalaron elementos de refuerzo, mediante viguetas de acero cruzadas, tal como se aprecia en la imagen de arriba. y finalmente se construyó una losa de concreto armado anclada a las contratrabes de mampostería.
Los amplios espacios ganados, se decidió utilizarlos para la instalación de criptas funerarias, lo cual requirió  realizar cortes en los cimientos originales de mampostería para establecer comunicación entre los diversos espacios.
A pesar de que la estructura había sido reforzada con acero, es posible que los cortes realizados en los cimientos de mampostería afectaran la unidad de los cimientos originales y no solamente se anularan los efectos buscados, sino que aceleraran los hundimientos diferenciales entre diversos puntos del templo.
Los trabajos referidos debieron prolongarse durante varios años y sería hasta la década de los años 40 del siglo anterior, que se inició la venta de las criptas funerarias.

 

Las obras de recimentación y rehabilitación del Sagrario se prolongaron por varios años, en esta foto se aprecian algunos muros y ventanas apuntalados, durante el proceso.


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1940

Esta foto, posiblemente una tarjeta postal, muestra una vista frontal perfecta de la Catedral en 1940 y la continuación de las obras del Sagrario. Oprima sobre la imagen para verla de su tamaño natural y observe que la plaza del Seminario, en el costado oriente de Catedral ya había sido remodelado y la fuente de Fray Bartolomé de las Casas, se encontraba nuevamente en su sitio. Oprima aquí para ver la imagen ampliada.

 

Para 1940 las obras de recimentación del Sagrario continuaron  e incluso  permaneció cerrado por algún tiempo, mientras se ejecutaba la obra. Por otra parte, en el Zócalo continuaron creciendo las palmeras y los cactus.


 

Esta foto de los años 40 del siglo pasado, muestra la fuente de Fray Bartolomé de las Casas, reinstalada en el sitio que tuvo originalmente.


 

Esta foto de los años 40 del siglo pasado, da una idea del movimiento de vehículos de transporte público: Los tranvías, ya en color amarillo y los pequeños "camiones" de diversos tamaños, rutas y colores. En la Catedral continuaban las obras para reforzar las contratrabes de mampostería de la cimentación  original y la construcción de las criptas funerarias.


 
1954

La fuente de Fray Bartolomé de las Casas aparece aquí en una foto de los años 50 del siglo pasado, en su mismo sitio original. Un resumen indica que la fuente inaugurada en 1924 permaneció en este sitio hasta 1933. al demoler los edificios del Seminario fue desmontada, pero vuelve a aparecer en los años 40 y permanece hasta el año de 1968, en que debió desmontarse nuevamente,  por las obras de la línea 2 del Metro. Tiempo después, sin poder precisar la feche se instala dentro de terrenos del atrio, esquina noreste de Catedral. Ver imagen reciente.


 
1958

Siendo Jefe del Departamento del Distrito Federal el Lic. Ernesto P. Uruchurtu, entre 1957 y 1958 la Plaza de la Constitución adquirió el aspecto que conserva hasta nuestros días; una explanada desnuda de monumentos, con sólo los arbotantes del alumbrado público, y al centro un asta bandera (hoy una mega bandera nacional). El piso de toda la plaza se niveló nuevamente, se ampliaron las banquetas laterales de la Catedral, se quitaron las vías de los tranvías, se regularizó la forma del Zócalo, dándole la forma de un rectángulo, se suprimió el jardín y se colocó un piso de losetas de piedra.
Por otra parte, se uniformaron las fachadas de los edificios del lado poniente, salvo la del Centro Mercantil (hoy Gran Hotel), y en el extremo sur del Portal de Mercaderes; y se procedió a retirar los puestos que allí había, quedando todo el gran espacio de los portales limpio y despejado después de 400 años de estar allí.
Otro gran logro de la época fue la ampliación de la Avenida Pino Suárez, de tal manera que se formó un par vial con la Avenida 20 de Noviembre, convirtiéndose en vías de un solo sentido, como puede apreciarse. Con todas estas adecuaciones se concluía el proyecto iniciado por el Ing. Alberto J. Pani, que se puso en marcha en 1914 con la tala de árboles en el atrio de Catedral y en la plaza, a fin de crear un espacio libre de obstáculos que permitiera el lucimiento de tan simbólicos e históricos edificios. Después de todo el Zócalo es una de las plazas más grandes del mundo, tan solo superada por la Plaza de Tiananmen  en Beijing y la Plaza Roja de Moscú, aunque en cierta, forma también la supera el Centro Cívico de Monterrey, aunque allí en realidad se trata de varias plazas unificadas. Sin embargo, es muy posible que ninguna de ellas haya sido testigo de tantos acontecimientos históricos, como lo ha sido este sitio desde 1325. Definitivamente un gran orgullo para esta nación, razón importante para conservarla tan digna y tan bella como luce en la foto de finales de 1958.


 
1967 - 1970

En el área que ocupaba la plazoleta de Seminario, en el costado oriente de Catedral, se realizaron entre 1967 y 1970 las excavaciones para la construcción de la curva de la línea 2 del Sistema de Transporte Colectivo Metro.  Como puede apreciarse, la fuente y estatua de Fray Bartolomé de las casas, fue nuevamente desmontada.



De acuerdo con un artículo publicado por el INAH en 2010, denominado Metro, Parteguas de Hallazgos, se puede considerar, que si bien el paso  de la ruta 2 del Metro a través de la Av. Pino Suárez, Zócalo, Seminario y Tacuba, pudo haber tenido consecuencias en cuanto a los asentamientos y estabilidad de  las estructuras de la Catedral y Palacio Nacional, también lo es, que representó una oportunidad única en la historia, para desentrañar los secretos que se conservan bajo tierra, relacionados con la existencia del gran centro ceremonial de la gran Tenochtitlan.
El arqueólogo Raúl Arana, quien participó en las primeras tareas de salvamento arqueológico llevadas a cabo en las obras del Metro, hacia el año 1967, para construir las líneas 1 y 2 del tren subterráneo, recuerda lo siguiente:

  • .<< ... En el tramo que “partió el corazón” del antiguo islote: la ruta que pasa por avenida Pino Suárez, frente a Palacio y da la vuelta por Guatemala, atrás de Catedral, “porque dio más información y mayor cantidad de material arqueológico, se rescataron cerca de 13 mil piezas que se encuentran catalogadas y resguardadas en el Museo Nacional de Antropología” ...>>.

De allí la importancia que tuvieron estas excavaciones, pero de manera especial en el tramo mostrado en la foto de arriba, cuando la curva del túnel construido mediante el procedimiento de cajón, sirvió para explorar áreas que formaron parte del gran centro ceremonial de Tenochtitlan. Esta exploración confirmó el conocimiento que ya se tenía a partir de viejas crónicas, documentos históricos y los relatos gráficos que describen los códices rescatados en relación con la cultura mexica

 
1976

Para el año de 1976 el hundimiento diferencial entre el ábside al nivel del piso del altar y la base de la torre poniente se había incrementado a 2.20 metros, cerca de 70 centímetros más de lo que tenía al final del siglo XIX. Esto dio lugar a los trabajos realizados para instalar un sistema de pilotes de control para estabilizar la estructura.


 

Para 1976 dos importantes obras se habían realizado en las cercanías de la Catedral Metropolitana, que bien pudieron afectar el comportamiento de su estructura :

  1. En 1968 una lumbrera, que no corresponde al sistema de drenaje profundo, pero si al Colector 5 de Mayo, para reemplazar el viejo Colector Central, misma que se construyó al frente de Catedral.
     

  2. En 1969 la curva del túnel construido mediante el procedimiento de cajón, para la línea 2 del Metro, que pasó extremadamente cercar del costado oriente del Sagrario

Para entonces el comportamiento estructural del templo era bastante preocupante y por ello se recurrió al Ing. Manuel  González Flores, destacado ingeniero civil mexicano, egresado de UNAM, inventor del procedimiento Descimbrar-Cimbrando y del sistema de Pilotes de Control, para cimentar o recimentar edificios. 
El Ing. González Flores; propuso para la Catedral la instalación de 280 pilotes de control, bajo la suposición de que el hundimiento diferencial era lineal con valor máximo en la fachada sur. Posteriormente incrementó el número de pilotes al considerar también el Sagrario que requirió de 129 pilotes adicionales..
Estas obras se concluyeron en 1982 y por varios años se consideró que habrían resuelto el problema de los hundimientos diferenciales, sin embargo no fue así y los problemas se agudizaron con la formación de grandes fisuras en las bóvedas; que en el año de1989 permitieron una alarmante penetración de lluvia.
Todo lo anterior comprobó que el sistema de pilotes de control, tan efectivo en múltiples aplicaciones, en este caso no había surtido el efecto originalmente previsto.

Para mayor información sobre este tema, se recomienda: Monografía sobre los Pilotes de Control, por Enrique Santoyo V. y Ramona Alanís G.

 
1978

El hallazgo fortuito de la diosa Coyolxauhqui, se dio la  noche del 21 de febrero de 1978 cuando una cuadrilla de  trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro trabajaban en un registro subterráneo ubicado en la esquina de las calles de Guatemala y Argentina, muy cerca del Zócalo de la Ciudad de México.



Otros episodios que transformaron radicalmente la magnitud de las investigaciones arqueológicas,  que habían iniciado en 1913 en la esquina de  Seminario y Guatemala, mediante las cuales don Manuel Gamio localizó la esquina suroeste del Templo Mayor, fueron la ya descrita demolición de los edificios de Seminario y el hallazgo fortuito de la diosa de la luna Coyolxauhqui.
Por tales razones, en 1978 cambió el plan original del INAH para crear el Museo de Tenochtitlan y se transformó en el Proyecto Templo Mayor, que consideró la exploración de las importantes estructuras que formaron parte del gran centro ceremonial de Tenochtitlan, conocido como el Recinto Sagrado.  A partir de entonces este proyecto ha estado encabezado por el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuna.
Con ello se iniciaron nuevas obras que transformaron la calle y la plaza, como fue la demolición de inmuebles en el perímetro para rescatar las ruinas del antiguo templo.
Finalmente, en 1982 se inauguró la zona arqueológica y la plaza. De igual forma se colocó una maqueta del Templo Mayor y una placa conmemorativa en homenaje a don Manuel Gamio.
En ese mismo año  se dio otro cambio importante en la plaza, convirtiéndose exclusivamente en zona peatonal, al desaparecer la circulación de automóviles sobre la calle de Seminario a la altura del recinto ceremonial.

 
1991

Por cortesía de Luis Fernando López Hurtado, mostramos esta imagen que incluyó en su tesis profesional Recimentación de la Catedral Metropolitana, que da una idea clara del hundimiento diferencial de 2.40 metros que existía en 1989, en el sentido norte-sur, entre el nivel inferior del altar principal y el desplante de la torre poniente de la Catedral Metropolitana. Sin embargo, en 1991, poco antes de iniciar los trabajos de subexcavación, se midió el hundimiento diferencial de la estructura, obteniéndose un hundimiento máximo de 2.93 metros. Esto representaba un incremento de 0.53 metros de incremento en tan solo 24 meses, o sea un alarmante hundimiento diferencial de más de 2 centímetros por mes. De allí la urgencia de actuar de manera inmediata.


 

Se explicó antes, que el sistema de pilotes de control cuya instalación concluyó en 1982, no había reportado los beneficios que de él se esperaban en virtud de que el Ing. González Flores; supuso que el hundimiento diferencial era lineal con valor máximo en la fachada sur y no era exactamente así. Por ello y por dificultades inesperadas para realizar su trabajo, en 1989 las fisuras y las grietas provocaron graves inundaciones y daños dentro de la Catedral Metropolitana.
A pesar de todo esto, la realización de la recimentación anterior descubrió la complejidad del problema, dado que el hundimiento diferencial como tal, no es uniforme y provoca  que cada parte o sección se mueva de manera diferente, (esto bien pudo ser resultado de los cortes realizados en las contratrabes de mampostería para comunicar las criptas funerarias). 
Un análisis de lo que habría sucedido, comprobó que ciertas partes  de la construcción se desplazaron o giraron más que otras, lo que ocasionó que el edificio continuara agrietándose gravemente.
Por lo tanto se formó entonces un comité multidisciplinario de expertos en el rescate de edificios bajo la dirección del arquitecto Sergio Zaldívar. .
Tras de múltiples estudios e incluso la realización de pruebas reales en otras construcciones existentes, se concluyó que el método de  subexcavación de arcillas, resultaba ser la propuesta más adecuada para reducir los hundimientos diferenciales en la Catedral Metropolitana.
De forma abreviada la subexcavación es un proceso que consiste en hacer descender de manera controlada las partes más altas con respecto a las más bajas de la construcción, por medio de la extracción lenta del subsuelo y tratar de obtener así la nivelación del edificio a un nivel más bajo..
Lo anterior se logra mediante la excavación de lumbreras (fosos de sección circular) que permiten el acceso a los estratos del subsuelo, de los cuales se deben extraer las cantidades de  material requerido. Esto se realiza a niveles preestablecidos a través de múltiples perforaciones radiales  de diámetro pequeño. .
Las obras para la aplicación de este sistema se  iniciaron en octubre de 1991, contemplando la excavación de 30 lumbreras de 3.40 metros de diámetro a una profundidad media de 17.0 metros, y con 60 radiaciones de extracción de material por lumbrera. La lumbrera más profunda fue la número 24 ubicada en el Sagrario, en la que, como mencionamos antes, la arqueóloga Alicia Islas Domínguez descubriera 5 estructuras pertenecientes a distintas etapas constructivas, 3 de ellas pertenecientes al Templo del Sol.
Una de la grandes preocupaciones de los técnicos, consistía   en comprobar los resultados obtenidos y fue en el mes de junio de 1998 cuando se percataron del éxito logrado,  pues se habían eliminado los hundimientos acumulados de los últimos 65 años, y con ello obtener una corrección de 0.92 metros, sobre el desnivel de 2.92 metros que existía entre el altar principal en el ábside y el nivel de desplante de la torre poniente, al inicio de las obras..

Este proyecto multidisciplinario fue financiado con recursos de CONACULTA, a través de la  Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural  y requirió más de 20 años de trabajos, prácticamente  ininterrumpidos, dado que no solamente estuvieron  enfocadas a mejorar las condiciones de estabilidad  y nivelación del inmueble, sino también restaurar su estructura, y otros más  dedicadas a la restauración de los interiores y exteriores.
Trabajos previos estuvieron encauzados al diseño y la implementación de un complicado sistema  apuntalamiento de las naves procesionales, los arcos que soportan la nave principal y la cúpula.  Adicionalmente fue necesario zunchar siete columnas, que presentaban fallas verticales muy delicadas.. Los apuntalamientos rematan en pequeñas viguetas que se apoyan en solo dos tubos, provistos de gatos que permiten subir o bajar las viguetas para realizar ajustes. Estos complicado trabajos  estuvieron a cargo del Ing. Hilario Prieto.

 

El apuntalamiento de la Catedral Metropolitana, fue diseñado no solamente para soportar el peso propio de la estructura del inmueble, sino también para tener la posibilidad de realizar ajustes, de acuerdo a la cambiante geometría de los arcos de las bóvedas, en razón de los movimientos provocados durante el proceso de subexcavación.  Fue el Ing. Rafael Alberto Forsbach Prieto, quien realizo el diseño de este sistema dinámico de apuntalamiento.


 
2000

Esta imagen al inicio del nuevo milenio, nos muestra la situación actual de la grandiosa  y monumental Catedral Metropolitana, una de las más grandes de América Latina, pero además excepcional, por estar ubicada en un costado de una de las más grandes plazas públicas del Mundo, el Zócalo y tener una visibilidad única desde la avenida 20 de Noviembre  Nuevamente aparecen pequeños árboles en la acera de la Catedral, ojalá los mantengan siempre podados a muy baja altura, para no obstruir la vista de tan importante e histórico templo. Oprima aquí para ver la imagen ampliada.


 
2007

Es costumbre, en algunas construcciones, colocar una caja del tiempo al inicio de la obra e incluso establecer la fecha de apertura. En el caso de la Catedral se sabía de la existencia de una caja de tal naturaleza, alojada en lo más alto de la torre oriente, precisamente en el sitio marcado con la flecha en la foto de arriba. Lo que sigue es la historia de como fue rescatada y que encontraron dentro de ella.


 

En  muchas obras es usual dejar para la posteridad una caja del tiempo, cuando se pone la primera piedra de un  edificio importante, pero en el caso de la Catedral Metropolitana no fue así. Para 1791 fecha de terminación de las torres, habían transcurrido 229 años del primer intento de construir una Catedral digna de esta ciudad y fue cuando se colocó la "Caja del Tiempo" en la esfera que corona la torre y da soporte a la cruz.
Era el 22 de octubre de 2007 y habían pasado ya 16 años del inicio de las obras de renivelación  y reparación de la estructura de la Catedral Metropolitana.  Tras los buenos resultados obtenidos, se trabajaba ya en las obras de restauración de la torre oriente y seguramente existían noticias de la existencia de la Caja del Tiempo que había quedado guardada, para la posteridad, dentro de la enorme esfera ubicada en lo más alto de ella.
Ese día uno de los ingenieros, responsable de esos trabajos, tenía la misión de ascender a dicho lugar, utilizando primero las escaleras interiores de los campanarios y al final, tomar las empinadas escaleras de la complicada estructura y andamiaje construidos para la reparación de esa zona, la más alta y a más de 60 metros de altura.
Una vez tomadas todas las precauciones y normas de seguridad, había llegado el momento de levantar el hemisferio superior o tapa de la esfera y averiguar si efectivamente se encontraba allí la "Cala del Tiempo".
Lo que sigue nos describe  lo que allí encontraron.

 

Esta foto la llamo "Catedral cerca del cielo", CCC, en virtud de lo impresionante que resulta observar el complicado andamiaje, construido a más de 60 metros de altura, para la restauración del remate acampanado de la torre oriente y buscar en la esfera montada entre dicho remate y la cruz, la simbólica "Caja del Tiempo", que permaneció allí desde el 14 de mayo de 1791.


 

Eran más de diez hombres los que se encontraban listos para realizar cuidadosamente la maniobra final y aunque el frío y el viento a esas alturas es muy intenso, lo único que importaba era ver lo que había dentro de la esfera.
Al levantar la tapa, allí estaba la caja cuidadosamente protegida, . Se trata de una caja pequeña que mide 15.5 por 8.2 centímetros, .en perfectas condiciones colocada debajo de una cruceta de madera, la cual se encontraba ya visiblemente  apolillada,
En la parte interior de la esfera en color escarlata, aparece grabada la fecha: "Mayo 14 de 1791”, que corresponde al día en que fueron terminadas  las dos torres, por parte del arquitecto José Damián Ortiz de Castro.
Con extremo cuidado se bajó la valiosa caja y previamente fue  llevada a un laboratorio para ser sometida a estudios de fluorescencia de rayos X, .
Al abrirla  fueron encontradas 11 medallas de plata, cinco monedas de plata, 23 medallas de metal dorado, un pergamino, una cera de agnus, un relicario, cinco grabados de diferentes santos, un dibujo y cinco cruces de palma
Una vez que fueron expuestos a la vista del público y los medios de comunicación, los especialistas expresaron su asombro ante la calidad de las medallas y monedas, así como la del grabado que muestra los rostros de Carlos III y Carlos IV y destacaron que ello demostraba el grado de avance  que tenía ya desde entonces, la Academia de San Carlos, donde fue realizado.

 

En el recuadro superior izquierdo aparece la imagen de la pequeña "Caja del Tiempo" que fue rescatada en lo más alto de la torre oriente de Catedral. Abajo el momento en que se hizo público el hallazgo y el contenido de la caja.


 
2010

El 15 de septiembre de 2010, se celebraron en el Zócalo capitalino, las fiestas para celebrar el Bicentenario del inicio de nuestra lucha libertaria  A las 11 de la noche se dio el Grito de la Independencia e inició la fiesta con una serie de proyecciones (video mapping) sobre las fachadas de Palacio Nacional y la Catedral Metropolitana. La imagen mostrada, fue captada en el momento preciso, por la cámara de Juan Pablo Zamora y publicada por el Diario Reforma. Un gran momento para recordar. Oprima aquí para ver la imagen ampliada.


 

Esta es una imagen reciente, que muestra la ubicación actual de la fuente que fue dedicada a Fray Bartolomé de las Casas en el año de 1924. La situación es dentro del denominado Patio de los Canónigos, que lucía entonces excelente conservación.


 
2015
Aunque aparecen podados, nuevamente existen árboles al frente de la fachada de la Catedral. Oprima aquí para ver la imagen ampliada.
 

Este es un dibujo realizado a mano por J. Alvaro Barrera Rivera entre 1995-1996, que nos muestra a detalle las diversas partes que conforman la Catedral Metropolitana, de la manera siguiente:

  1. Torre Oriente.
     

  2. Ubicación de la "Caja del Tiempo".
     

  3. Torre poniente.
     

  4. Caja del Reloj.
     

  5. Estatuas Fe,  Esperanza y Caridad, obras de Manuel Tolsá.
     

  6. Nave central procesional.
     

  7. Cúpula principal.
     

  8. Nave oriente y no visible en el otro costado la nave poniente.
     

  9. Abside, sitio donde se encuentra el altar principal, Altar de los Reyes.
     

  10. Nave de capillas oriente y en el costado opuesto la nave poniente.
     

  11. El Sagrario.
     

  12. Pedestal y cruz oriente, diseñadas por Manuel Tolsá, no visible la cruz poniente.
     

  13. La original, Cruz de Mañozca.
     

  14. Oficinas del templo.
     

  15. El atrio.
     

  16. Reja Sur.
     

  17. Reja oriente.
     

  18. Reja Poniente
     

  19. Reja Norte.
     

  20. Fuente y estatua de Fray Bartolomé de las Casas.
     

  21. Patio de los Canónigos y área de excavaciones arqueólogicas.

En un área de cerca de 20,000 metros cuadrados, se ubica la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México. Dentro de ese terreno el edificio de la Catedral mide aproximadamente  124 metros de largo por 61 metros de ancho, es decir un área de 7,564 metros cuadrados de construcción y un peso estimado 127,000 toneladas. Se encuentra orientada de Sur a Norte y tiene la forma de una cruz latina, La altura máxima es al nivel de la cruz ubicada en cada una de las torres y es del orden de 61 a 64 metros.
Junto al costado oriente de la misma, se ubica el Sagrario, que tiene la forma de una cruz griega y mide aproximadamente 47 metros de ancho por 48 metros de fondo, ocupando un área de 2,256 metros cuadrados y con una una altura total de 34 metros.

Oprima aquí para ver la imagen ampliada o aquí para ver la imagen sin números.
Para ver un mapa completo, incluyendo el interior, con los nombres de todas las capillas, altares y sitios de interés: Oprima aquí.


 

Una vista de la situación que guardaba la Cruz de Mañozca, colocada al centro de la fachada posterior del Sagrario en el año 2015.


 
2017
Esta es una vista reciente (2017), del estado que guarda la fuente construida en 1924 en honor de Fray  bartolomé de las Casas, que fue captada desde Google street view.
 
Y aquí una vista reciente (2017), captada desde Google street view, donde se muestra el denominado Patio de los Canónigos, mostrando el sitio donde permanece la original Cruz de Mañozca.
 

Actualmente, la Cruz de Mañozca original, de apariencia desgastada e incompleta, continúa ubicada en el muro exterior trasero del Sagrario, dentro del denominado Patio de los Canónigos. Esta es una vista reciente (2017), captada desde Google street view.


 

CONCLUSIONES:

La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México debe ser catalogada como la más grande y más importante de Hispanoamérica y es además uno de los templos más emblemáticos de la cristiandad en el mundo.
La complejidad y la magnitud de esta magna obra arquitectónica, prolongó su construcción durante un largo período que va, desde el inicio de la colonización de la Nueva España, hasta el inicio de la independencia de México. Esto en razón de que la iglesia primitiva inició su construcción en 1525 y la majestuosa Catedral que hoy conocemos, fue totalmente terminada hasta 1813.
La Catedral Metropolitana se realizó con base en un proyecto desarrollado por el arquitecto español Claudio de Arciniega, que finalmente en cuanto a su distribución o traza, fue respetado plenamente hasta su conclusión. El proyecto original de Arciniega fue similar al de las catedrales de Segovia o Salamanca en España y consideraba que las naves habrían de techarse con madera y el campanario quedaría localizado en el ábside, pero fue modificado posteriormente, de acuerdo al modelo propuesto por Juan Miguel de Agüero, considerando el techado con bóvedas y la inclusión de una cúpula principal y dos torres localizadas al frente del templo. 
El proyecto mencionado, comenzó su construcción efectiva en 1573 y fue terminado 240 años después alrededor de 1813,  participando en la obra 16 distintos arquitectos.

José Damián Ortiz de Castro, quien fue maestro mayor de las obras, estuvo a cargo de la construcción de las dos excelentes y bien proporcionadas torres, las cuales concluyó el 14 de julio de 1791.
Finalmente Manuel Tolsá dio conclusión a todas las obras pendientes en el año de 1813 y logró además armonízar mediante un amplio sistema de balauastradas y florones, todo el conjunto de elementos y estilos diversos que conforman la fachada principal. Modificó la cúpula haciéndola más alta y más esbelta,  agregó el volumen correspondiente a la caja del reloj y fueron de su autoría las estatuas Fe. Esperanza y Caridad.
La parroquia del Sagrario, fue proyecto y  dirección del arquitecto Lorenzo Rodríguez, y se realizó entre los años de  1749 a 1768.
En cuanto a la Cruz de Mañozca, se explican en el texto las razones por las que en la actualidad se encuentra, prácticamente abandonada, en la parte trasera del Sagrario.

 

 
Fuentes de Información:

 


 

 
 
Artistas y Fotógrafos precursores de nuestra historia gráfica
 

Si bien hasta antes de 1839 la única forma de conocer las formas y los detalles de las múltiples bellezas y edificios de nuestra Patria era a través del pincel, de la pluma o del lápiz de artistas tan connotados como Casimiro Castro, Carl Nebel o Pietro Gualdi, sólo por mencionar algunos de ellos, la verdad es que siempre podría existir la duda cuan fiel podría haber sido la reproducción lograda por ellos. Hoy sabemos, que al menos en el caso de los artistas que he mencionado, sus obras fueron excepcionalmente precisas, conservando el detalle, la perspectiva y sobre todo las proporciones, por lo cual todos sus trabajos se convirtieron en verdaderas obras de arte y fieles testimonios de una época en que aún no podíamos plasmarlos en fotografía.
Pero fue precisamente en 1840, cuando se calcula que la imagen de la Catedral Metropolitana, que se muestra arriba, fue reproducida a través del proceso de la daguerrotipia, que fue el precursor de otros procesos posteriores hasta llegar finalmente a la fotografía de nuestros días.
Se cree que el daguerrotipo de la Catedral fue realizado por Jean Prellier Dudoille, un grabador francés que vivió en la Ciudad de México, y que habría arribado a Veracruz en 1839. En un periódico de la época del cual no tengo el nombre, se publicó el 21 de enero de1840 una nota relatando que Prellier habría hecho una demostración pública del proceso de daguerrotipia, captando varias imágenes de la Catedral Metropolitana y otros lugares cercanos. Por tal razón, es muy posible que la imagen mostrada sea de principios del año 1840 y por lo mismo la primera reproducción real de un edificio mexicano, en este caso mediante la obtención de un daguerrotipo. Esta imagen formó parte de la Colección Cramer y actualmente se exhibe aquí por cortesía de George Eastman House

 
Artistas:
  • Pietro Gualdi,  (1808 - 1857)  Artista italiano, pintor de paisaje, arquitecto y litógrafo, conocido por su actividad en México entre 1838 y 1851. Pietro Gualdi permaneció en México por más de diez años. La mayor parte de su obra plasma los edificios, plazas e interiores de la ciudad capital.
    El detalle en sus obras nos permite transportarnos plenamente a la época que retrata, al grado que su litografía de la antigua Cámara de  Diputados ubicada en Palacio Nacional (1841), misma  que desapareció después de un incendio, fue utilizada como base para su restauración. Otra obra importante fue la del proyecto de Monumento a la Independencia en la Plaza de Armas, en la época del Gral. Santa Anna.
    Gualdi fue maestro de Casimiro Castro, y colaboró con ilustraciones para el Mosaico Mexicano, pintó el telón del Teatro de los Gallos y del Teatro Nacional.
     

  • Carl Nebel,  (1808 - 1857) Artista alemán, nació el 18 de marzo de 1805, en la ciudad de Altona, ubicada al poniente de Hamburgo. Murió 50 años después en París, el 14 de junio de 1855.
    Fue arquitecto, diseñador y pintor, su obra pertenece a la corriente artística conocida como Romanticismo. La obra de Karl Nebel realizada en México se titula: "Viaje Pintoresco y arqueológico sobre la parte más importante de la República Mexicana", y corresponde a los años transcurridos desde 1829 hasta 1834, está compuesta por 50 litografías dibujadas, la mayoría a color y sólo unas cuantas en blanco y negro.. Estas obras fueron diseñadas por el propio Nebel, pero su realización se efectuó en dos diferentes talleres parisinos: Litografía Lemercier, Bernard y Compañía y  Litografía de Federico Mialhe y hermanos. La edición en español de esta obra  se publicó hasta 1840.
    La Ciudad de México aparece en 5 de sus láminas, pues es el lugar que más llama su atención.
    George W. Kendall corresponsal durante la Guerra México-Estados Unidos en 1847, contrató a Carl Nebel para que le ilustrara un libro relacionado con las batallas de tan injusta confrontación, que incluye 12 láminas
    De las dos láminas mostradas en este trabajo, es probable que la vista del costado poniente de la Catedral y el edificio del actual Monte de Piedad, haya sido actualizada en ese período, en virtud de que ya no aparece el Mercado del Parián.
     

  • Casimiro Castro, (1826 - 1889), Artista mexicano, nació en Tepetlaoxtoc en 1826 y falleció en la  Ciudad de México en 1889.  Fue  dibujante, litógrafo y pintor, considerado como un cronista gráfico y paisajista de gran valer del siglo XIX, cuando la fotografía aún no existía en México. Casimiro nació cuando nuestro país iniciaba su vida independiente y le tocó vivir una época de inestabilidad política y social, marcada por guerras, invasiones extranjeras y diversos conflictos internos.
    Entre 1855-56 publicó la obra "México y sus alrededores" de la cual es el principal autor, aunque también participaron los artistas Julián Campillo, Luis Auda y G. Rodríguez. Esta gran obra incluye 42 estampas relativas a la Ciudad de México y su entorno, de las cuales 31 son obra de Casimiro Castro. Entre ellas se incluyen varias  vistas aéreas, captadas desde un globo aerostático.. Esta obra se considera una verdadera joya de la litografía mexicana, en virtud de la calidad de sus dibujos y la exactitud de sus detalles, perspectivas y proporciones.
    En el año 1872 Casimiro Castro elabora, junto con otros artistas, la obra titulada "Álbum del Ferrocarril Mexicano" que contiene 24 láminas. Las descripciones de estas imágenes fueron obra  del ingeniero Antonio García Cubas. Esta obra fue dedicada a conmemorar la inauguración del primer ferrocarril mexicano, entre la Ciudad de México y el Puerto de   Veracruz.
    Su obra ha sido un importante testimonio gráfico, de esta significativa etapa de nuestra historia.

 

Fotográfos:

  • John Lloyds Stephens, (1805-1852)  En el año de 1841 encabeza  una expedición arqueológica al sureste mexicano, en la que por primera vez  reproduce en daguerrotipo algunas imágenes de los templos mayas de Uxmal
     

  • Jhosep-Désiré Charnay, (1829-1915) Nacido en Francia, en 1857 e inspirado por los descubrimientos de Stephens,  viaja a México con más de 1800 kilogramos de equipaje y arriba al puerto de Veracruz, en una época por demás complicada por la Guerra de Reforma. Sin embargo, lo que resulta de interés para nosotros es saber que Charnay toma varias fotografías de los edificios existentes en el Zócalo y otros puntos de la ciudad, muy probablemente en el año de 1858. Entre ellas la de Catedral que aparece abajo  y otra muy interesante de Palacio Nacional. Estas imágenes fotográficas podrían ser la primeras que fueron obtenidas tras de la evolución del daguerrotipo.
     

  • Julio A. Michaud. (1832-1900) Fue un empresario francés que hacia 1837 estableció en México un negocio dedicado a productos importados para artistas y artículos de decoración. Más tarde abrió un taller litográfico desde el que difundió el arte de la estampa. Con el advenimiento de la fotografía en México, y ya en sociedad con su hijo Julio Alfredo, instalan además un departamento de fotografía. Sin duda uno de sus grandes méritos fue haber editado, en 1860 el Álbum Fotográfico Mexicano, primera publicación de fotografía producida en México, con imágenes de Désiré Charnay y comentarios del historiador Manuel Orozco y Berra.
    La colección fotográfica Julio Michaud, que resguarda el Archivo Fotográfico Manuel Toussaint del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, consta de 81 albúminas, y  son un importante testimonio de su obra y del pasado de la ciudad de México.
     

  • François Aubert, (1829-1906) fotógrafo francés, llegó a México en 1864, tuvo su estudio en la segunda Calle de San Francisco y llegó a ser el fotógrafo preferido de Maximiliano, además de fotos de la corte imperial y de los edificios de la época, tomó fotografías en Querétaro durante el juicio y fusilamiento de Maximiliano.
     

  • Alfred (Abel) Briquet, (cuyo nombre correcto y completo es: Alfred de Saint Ange Briquet) fue un fotógrafo francés que llegó a México en 1876 contratado para tomar fotografías del Ferrocarril México Veracruz construido en esa época. Tiempo después Porfirio Díaz contrató sus servicios  para realizar un álbum denominado Vistas Mexicanas  que corresponden al período 1880-1895.
     

  • Charles B. Waite, (1860-1929) fotógrafo norteamericano, llegó a México en los últimos años del siglo XIX y se dedicó a recorrer todo su territorio, siendo de su especial interés plasmar las imágenes de su gente y sus costumbres. Su archivo fotográfico de más de 3500 negativos es propiedad del Archivo General de la Nación y se encuentra resguardado (pero no el línea) en la Fototeca de Pachuca, Hgo.
     

  • William Henry Jackson , (1843-1942) fotógrafo norteamericano que se especializó en fotografías del medio oeste de Estados Unidos y México. Su estancia en México se estima entre 1883 y 1885, conservándose más de 90 fotos de diversos edificios de la república. Su colección se conserva en línea en Brigham Young University.
     

  • Agustín Victor Casasola, (1874-1938) fotógrafo mexicano que comenzó trabajando como reportero de varios diarios, pero su afición a la fotografía lo condujo a ilustrar sus artículos con imágenes tomadas por el mismo. Tras la caída de Porfirio Díaz en 1911, se convirtió en el cronista gráfico más prominente de la Revolución Mexicana. Casasola rescató el archivo gráfico del diario El Imparcial en 1917, que le permitió publicar el Álbum Histórico Gráfico en 1921. Después de la Revolución fue el fotógrafo personal de Álvaro Obregón y de Plutarco Elías Calles. Su enorme archivo fotográfico está bajo resguardo (no en línea) del INAH, en la Fototeca de Pachuca, Hgo.
     

  • Hugo Brehme, (1882-1954) fotógrafo de origen alemán que llegó a Veracruz en 1907. Para el año de 1910 se trasladó a la Ciudad de México en donde tuvo un estudio y colaboró con la Agencia Fotgráfica Mexicana de Casasola. Sus fotos más importantes están relacionadas con la Decena Trágica de 1913 y la Intervención Norteamericana de 1914 en el puerto de Veracruz. En el año de 1923 publicó su álbum principal denominado México Pintoresco.
     

  • Manuel Alvarez Bravo, (1902-2002) Nacido en la Ciudad de México, no se interesó en la fotografía hasta después de conocer a Hugo Brehme en el año de 1923. Su extensa obra abarca muy diversos aspectos de la época incluyendo temas políticos y sociales. Parte de su obra se puede ver aquí.
     

  • Ing. Salvador Toscano,  (1872-1947) Nacido en Guadalajara, le tocó el mérito de ser uno de los pioneros  mexicanos que se aventuraron a operar una cámara cinematográfica y convertirse en el primer fotógrafo y director del cine mexicano. El trabajo que dejó plasmado en los miles de metros de película filmados, abarca desde la época porfiriana hasta la conclusión de la Revolución. A raíz de su muerte en 1947, su hija Cármen Toscano utilizó mucho del material fílmico que pudo recuperar para editar una película de largo metraje que se exhibió en 1950 en el Cine Chapultepec (ahora Torre mayor) de la Ciudad de México, con el nombre de Memorias de un mexicano. El INAH le otorgó  a este filme la calidad de Monumento Histórico en 1967.

  


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Última revisión: domingo, 14 febrero 2021.

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