Vista aérea de la Ciudad de México en 1968, mostrando la
Plaza de la Constitución, Zócalo, vista desde el
sur. Obsérvese aquí que la plaza se transformó,
convirtiéndose en una gran plancha adoquinada con el
asta bandera al centro, tal como se conserva hasta la
fecha. Estas obras se realizaron entre 1957 y 1958, siendo Jefe del Departamento
del Distrito Federal el Lic. Ernesto P. Uruchurtu, convirtiéndose
en una gran explanada desnuda de monumentos, con sólo los
arbotantes del alumbrado público, y al centro un asta bandera (hoy una
mega bandera nacional). El piso de toda la plaza se niveló
nuevamente, se ampliaron las banquetas laterales de la Catedral,
se quitaron las vías de los tranvías, se regularizó la forma del Zócalo, dándole la misma medida a cada lado,
se suprimió el jardín y se colocó un piso de losetas de piedra. Por otra
parte, se uniformaron
las fachadas de los edificios del lado poniente, salvo la del Centro
Mercantil (hoy Gran Hotel), y en el extremo sur del Portal de Mercaderes; y
se procedió a retirar los puestos que
allí había, quedando todo el gran espacio de los portales limpio y
despejado después de 400 años de estar allí. Otro gran logro de la época
fue la ampliación de la Avenida Pino Suárez, de tal manera que se
formó un par vial con la Avenida 20 de Noviembre, convirtiéndose
en vías de un solo sentido, como puede apreciarse. Con todas estas
adecuaciones
se concluía el proyecto iniciado por el
Ing. Alberto J. Pani, que
se puso en marcha en 1914 con la tala de árboles en el atrio de
Catedral y en la plaza, a fin de crear un espacio libre de
obstáculos que permitiera el lucimiento de tan simbólicos e
históricos edificios. Después de todo el Zócalo es una de las
plazas más grandes del mundo, tan solo superada por la Plaza de
Tiananmen en Beijing y la Plaza Roja de Moscú, aunque en
cierta, forma también la supera el Centro Cívico de
Monterrey, aunque allí en realidad se trata de varias
plazas unificadas. Sin embargo, es muy posible que
ninguna de ellas haya sido testigo de tantos
acontecimientos históricos, como lo ha sido este sitio
desde 1325. Definitivamente un gran orgullo para esta
nación, razón importante para conservarla tan digna y
tan bella como luce en la foto.
Lo
extraordinario de esta foto es la vista al fondo del
gigantesco centro habitacional de Nonoalco-Tlatelolco
concluido en 1964. El fotógrafo quiso voltear su lente y
captar esa magna obra que a partir de su terminación,
tuvo capacidad para albergar 69,000 personas en 11,916
departamentos,
convirtiéndose así en el mayor complejo habitacional de
México y posiblemente de América. El proyecto y dirección fue del
arquitecto
Mario Pani. Visite en este sitio la página sobre la Plaza de
las Tres Culturas, que describe y detalla los vestigios arqueológicos del
Centro Ceremonial y Comercial de Tlatelolco. Fotografía aérea
por la Compañía Mexicana Aerofoto.
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