ENTRE LA NOSTALGIA Y LA TECNOLOGÍA
Los viejos tranvías eléctricos y el desarrollo de las computadores del Siglo XX

Con "M" de México

BUSCAR TEMAS EN ESTE SITIO: Eres el visitante:    desde Agosto de 2003
   Página Principal Tranvías Primera Parte Tranvías PCC La Gran Tenochtitlan Mapa del Sitio

 



 MEXICO EN TUS SENTIDOS


 

Autores:
Ing. Manuel Aguirre Botello

C.P. Héctor Galán Pane
Agosto, 2003


 

Tu opinión es importante
Manda un mensaje


o haz contacto con:
Ing. M. Aguirre

 

>
  RUTAS DE TRANVÍAS de la CIUDAD DE MEXICO
 

Mapa con Rutas de Tranvías 1930-1950.

 

Las Rutas de Tranvías en 1950.

 

Plano Ampliado de Rutas de Tranvías

 

Sitios Afines

 

IR A LA PRIMERA PARTE

 

IR A LA SEGUNDA PARTE

 

MAPA AMPLIADO DE RUTAS 1930-1950

 

IR A LAS 5 ESTACIONES

 

Ir a Página Principal

 

BUSCADOR DE TEMAS

 

 

SUGERENCIA

Si entras a esta página después de una búsqueda en Google o similar, utiliza Ctrl-F para localizar aquí el tema que buscas sin la necesidad de leer el todo el texto. Te ahorrará tiempo y la molestia de saber que el "buscador" pudo haberte conducido erróneamente a este sitio.

 

 

 

 

 

 
    REDES SOCIALES
  
 

Por: Manuel Aguirre Botello
Realizar el   plano interactivo,   que aparece ligado a esta página, en donde muestro las rutas de  tranvías de la Ciudad de México que daban servicio en la época en que  fui un adolescente, tuvo para mí un doble efecto: la nostalgia de retornar en mi vida más de 50 años atrás y a la vez darme cuenta, que aún a mis años, 68, tuve la capacidad de desarrollar un mapa interactivo, que a simple vista me parecía un reto imposible de superar. Pero vayamos por partes y hablemos primero de la nostalgia:
Sabía que tenía por allí junto a mis mapas y planos que suelo guardar a pesar de ser obsoletos, una versión reducida y bastante mal impresa del plano de la Ciudad de México correspondiente al año de 1928. Había sido un obsequio de la Guía Roji que se nos entregó junto con el ejemplar del año 1978, para recordar  los 50 años de existencia de esa prestigiada empresa mexicana. El plano como indico es a escala reducida y aparte de que su tamaño impide ver las líneas en detalle, los nombres de las calles son prácticamente ilegibles; sin embargo algo que se mencionaba con cierto orgullo en el mapa, era el hecho de incluir el trazo de las rutas de tranvías y de camiones urbanos que circulaban entonces.
¿Como podría yo descifrar aquel acertijo y recuperar de allí aquella información tan valiosa?
Como digo al principio, el primer empujón de la tecnología actual fue poder "escanear" el plano en varias secciones a una resolución bastante alta y en las zonas donde aparecían concentradas las vías de los tranvías y las rutas de los camiones. Esto resultaba mejor que si las estuviera viendo con una lupa. Una vez que fui uniendo las secciones  tuve ante mi y en mi propia computadora una imagen parcial de la ciudad que me permitía ver con cierto detalle, los tesoros que guardaba aquel pequeño plano histórico.
Sin embargo mi intención era distinta, el plano muestra muchos detalles que aún siendo valiosos para mis propósitos no los requería,  empezando por mostrarme la situación y los linderos de cada una de las demarcaciones en que estaba dividida la ciudad. En aquellos años, hoy casi nadie lo recuerda, dichas zonas estaban numeradas y eran entonces 10, las que quedaban distribuidas dentro del área central de la ciudad. Esto desde luego aparte de las delegaciones de siempre como Xochimilco, Tlalapan, Coyocán, Tlalpan, etc. Y por allí comenzó la nostalgia: ¿Te acuerdas acaso de los noticieros de la radio? ¿Te acuerdas cuando el locutor nos decía - y el causante de la riña fue remitido a la "séptima" para que rindiera sus declaraciones -?
Si es cierto, en cada zona  había también un "demarcación" de policía o una "comisaría" como también se le llamaba. En 1928, estaban numeradas desde la 1a. hasta la 10a. Demarcación.
 

Oprime para ver la versión ampliada del plano antiguo.

Vista parcial y reducida del histórico plano de Guía Roji de 1928, ya con cierto grado de avance en el trazo de las vías de tranvías, marcadas en color azul y habiendo borrado algunos de los números de las demarcaciones. Arriba el membrete original del plano. Oprima en la imagen para ver la versión ampliada.



Bueno, pero a mi me estorbaban tantas líneas delimitando las demarcaciones y además tremendos números negros indicando la localización de cada una de ellas, era el momento de recurrir a otro de los avances de la tecnología actual y una vez amplificada la zona en cuestión empezar a "borrar" aquellas líneas y aquellos horrorosos números. Pareciera que al igual que el cirujano que realiza complicados procedimientos quirúrgicos a través del microscopio, tu pudieras de manera similar ir cortando y pegando en el área de trabajo.
Que maravilloso invento ha sido la computadora personal, es cierto que nació con la idea de poder desarrollar operaciones matemáticas de cálculo balístico con vertiginosa rapidez, pero nadie pensaba al principio que su "capacidad de edición" sería el avance más prodigioso y más extraordinario de nuestro tiempo. Hoy podemos "cortar y pegar" en donde sea, primero lo hicimos en los procesadores de textos y en las hojas de cálculo (otra maravilla) y después pudimos hacerlo en las imágenes, los dibujos y los objetos tridimensionales, hoy finalmente lo hacemos también en los procesos de video y de cinematografía en los que somos capaces de editar digitalmente con procedimientos "no lineales",  en tiempo real.
Lo mío era un trabajo sencillo pero laborioso, no puedo borrar el número de la demarcación o la línea limítrofe con un pincel y dejar allí el hueco, necesito respetar la textura actual del fondo y reconstruir lo que se supone debe estar detrás del contorno de los grandes números. Hay que ir copiando pedacitos del entorno y con ellos trazar las calles que quedaron debajo.
Tras de aquel laborioso trabajo que no lo haces en un día, vas reconstruyendo además tu pasado, es como una terapia, sentado frente al monitor descubrir aquel guarismo 7a, de séptima y darse cuenta que era la de tus rumbos. ¿Pero como? ¿No existía la avenida de los Insurgentes Norte en 1928? ¿Vamos, no existía ni el puente de Nonoalco en su versión de viaducto elevado? Pero allí estuvo la Séptima Demarcación, entre la Santa María La Ribera y la Guerrero, atrás de la Estación de Buenavista.
Ya no pudiste evitarlo, durante todos esas horas que pasaste frente al monitor durante varios días, borrando, desvaneciendo diría yo, lo superfluo, fue como si hubieras dado un colosal salto al pasado y recorrieras con tu mente las calles y avenidas que conociste a tu llegada al D.F. en 1947. En verdad fue algo maravilloso y a la vez inesperado.
Ya había logrado quitar los números grandes de las demarcaciones que existían en 1928, la 8a. por las colonias Cuauhtémoc y Juárez, la 9a. por las Colonias Maza y Valle Gómez. ¿Te acuerdas? por donde tuviste tu primer taller de embobinado en la Avenida Canal del Norte. La 10a. en la Roma, la 4a. en la Obrera. Si claro, la cuarta debió ser la que estaba por Avenida Cuauhtémoc, La Piedad entonces, a la altura del viejo Parque Delta de béisbol que era de madera y estaba todo destartalado. Si claro la 4a. también había sido famosa.
Vamos, mi plano ya lucía más despejado sin los grandes números y los linderos de las demarcaciones, pero mi mente estaba bien llena de imágenes de aquel México que ya se fue, era algo inevitable los recuerdos brotaban por montones de acuerdo a la zona del plano en que había ido trabajando.
Y después tenía que quitar las rutas de camiones y sus terminales y tratar de conservar las de tranvías. Las rutas de camiones estaban representadas por líneas punteadas y las de tranvías por líneas llenas. Los paraderos de camiones por un rombo grande y los de tranvías por uno pequeño. ¿Por donde empiezo? por el Zócalo claro está. ¿Te acuerdas como era el Zócalo en el 47, cuando tu llegaste? Claro que lo recuerdo, estaba saturado de vías y cables de los tranvías que confluían casi todos a ese lugar. Allí era la más importante terminal y muchos de ellos cerraban circuito rodeando el Zócalo, que era entonces más pequeño y era además el punto donde las rutas checaban su hora de salida. Cuando  regresé a México en 1947, ya no era un Zócalo arbolado, era entonces un jardín más o menos bien cuidado, al cual le habían plantado algunas palmeras. La avenida 20 de Noviembre ya existía y el segundo edificio del Departamento Central (Gobierno del D.F.) estaba a punto de terminarse.
 

Vista del Zócalo de la Ciudad de México tal cual lucía en el año de 1948, se aprecia que habían desaparecido los Pegasos (hoy frente a Bellas Artes) y las áreas arboladas y jardinadas que alguna vez tuvo el atrio de la Catedral. Las terminales de tranvías no se aprecian aquí, pues estaban colocadas a la derecha de la foto. Del lado izquierdo aparece el edificio gemelo del gobierno del D.F. que fue inaugurado el 10 de septiembre de 1948. Al centro luce la avenida 20 de Noviembre cuya construcción inició en 1934 y se terminó el 20 de Noviembre de 1936.



Por allí tenía que empezar y traer a mi mente los trenes rápidos que partían rumbo a Xochimilco tomando la Calzada de Tlalpan y que como recuerda mi cuñado estaban formados por dos vagones, todos ellos ya habían adoptado el color amarillo cuando yo los conocí. Y los Tacuba, los Atzacapotzalco, los de La Villa y tantos otros más.
Oye, ¿Y las rutas de camiones que estabas borrando? para mi mala suerte no aparecían los clásicos nombres de aquella época, ¿pero recuerdas algunos? claro: Santiago-Algarín, ¿donde estaba Algarín?, Roma-Mérida, Zócalo-Moneda-Mixcalco y tantos más que ya he olvidado. Es seguro que alguien habrá de recordarlos mejor que yo y me los habrá de enviar.
¿Y luego hacia donde continuar? Vamos a definir las vías que salían del Zócalo, hacia el norte por Seminario, República Argentina y Jesús Carranza y el retorno por la Avenida Peralvillo y Brasil. ¿Cuantos recuerdos? innumerables, sería imposible ponerse a describir cada uno de ellos. ¿Y hacia el poniente?  Si claro que sí, la ruta Tacuba que tantas veces tomaste, primero para llegar a la Calle de Mar Mediterráneo, en el Pueblo de Tacuba (como le decían entonces) y que fue donde primero viviste y luego para llegar a la calle del Nogal en la Santa María la Ribera, tu segunda casa. Esa ruta tomaba por la Avenida de las Artes de gratos recuerdos, pues allí vivieron tus tías Aguirre. Y cuando viajabas en ella rumbo a la Vocacional 2, que estaba en Tolsá y Tres Guerras. ¿Te acuerdas que tu le decías Tolsa y Tres Guerras, sin el acento en la letra á? Y pasabas todos los días por enfrente del edificio de la Asociación Nacional de Actores, que dirigía Jorge Negrete. ¿Oye y que me dices de aquellas las primeras oficinas de la ICA (Ingenieros Civiles Asociados) que veías muy iluminadas por la noche y con dibujantes e ingenieros reclinados sobre los restiradores?, como te emocionaba aquello, ¿verdad? Y en realidad entonces era un local pequeño ¡Que bárbaros, como crecieron después! Tu soñabas con tener una empresa similar, cuando la veías al pasar por la ventanilla del tranvía amarillo. Sueños que bien que mal y con el tiempo los pudiste realizar, sin llegar a tener una gran empresa, pero al menos realizar tus propósitos fundamentales.
 

 

Las oficinas de ICA, Ingenieros Civiles Asociados, en el año de 1949


 

Pero también por Artes, cruzabas el Paseo de la Reforma y a un costado se encontraba el edificio de la SRH, donde trabajaba tu papá. ¿Sí te acuerdas? Claro que si lo recuerdo, tenía graves problemas de cimentación pues era entonces un edificio de más de 20 pisos y uno de los más altos de la ciudad. La verdad es que se pasaban los días extrayendo agua del subsuelo y ajustando los gatos hidráulicos para poderlo mantener a plomo.
Y mirando a través de la ventanilla del mismo tranvía Tacuba habías pasado muchas veces por enfrente del edificio que alojaba la NCR (National Cash Register) que estaba en Manuel María Contreras. ¿Recuerdas como te llamaba la atención ver a los técnicos que reparaban las máquinas registradoras y que entonces eran todas de tipo electromecánico? Nadie soñaba entonces con las computadoras personales, pero tu no descartabas algún día verte involucrado con algún tipo de taller, como algún tiempo después sucedió...
Y así, cuando terminé de localizar todas las vías de tranvías, remarcándolas con una línea negra y de borrar todas las rutas de camiones, ya mi mente había recorrido, sin quererlo, toda la Ciudad de México de los años cincuenta. Pero ahora me daba cuenta que los letreros de las calles al reducir el tamaño resultarían ilegibles, así que tendría que ir poniendo letreros nuevos, sobre los viejos y borrar estos después, sin problema, pues se encontraban en otra capa del dibujo.
 

 

Parroquia de la Concepción Tequipehuca y placa alusiva a la captura del último emperador azteca.


 

¿Y que pasó entonces? Más y más recuerdos, calles que muchas veces había recorrido, otras que se hicieron inconfundibles como la Rinconada Estrella de la mueblería Lerdo Chiquito, la inolvidable placita de la Concepción Tequipehuca, que tanto regocijo me causaba cuando rodeaba por allí para llegar a la sucursal de Banamex en Jesús Carranza, las calles de Chopo y del Pino en la Santa María y su famosa privada de Chopo-Pino o de Pino-Chopo, dependiendo de por que calle entrabas; el Jardín de Santiago Tlatelolco, hoy desaparecido en donde estaba la Secundaria 16, en donde estudié el primer año solamente. ¿Y el famoso Callejón del Órgano, en verdad de aspecto deprimente y ya desaparecido, que como zona roja  causaba la curiosidad de los chamacos como yo era entonces. ¿Y la calle R. del Toro Lazarín? estaba por allí muy cerca de la ESIME de Allende 38 donde yo estudié mi carrera, muy cerca de la  Lagunilla.
 

La Secundaria 16 donde estudié mi primer año y el Jardín de Santiago Tlatelolco en 1951.



La ESIME de Allende 38 en 1926, muy cerca de allí se encuentra la calle de Mariana Rodríguez del Toro Lazarín, conspiradora insurgente en 1811.


Y así al ir re-escribiendo los nombres de las calles fui haciendo un recorrido mental de todos aquellos sitios que alguna vez conocí, desde luego muy distintos de como son ahora, pues muchas avenidas se ampliaron, otras se convirtieron en vías "rápidas" (lentísimas), otras de plano no existían, como por ejemplo la ampliación norte del Paseo de la Reforma y otras tantas desaparecieron para siempre, como aquellas que se encontraban dentro de la Estación de Carga de los ferrocarriles.
¿Pero te acuerdas de La Ronda? Sí claro que sí, aún existe aquella calle entonces tapizada de locales de accesorios para auto y la planta de conductores de cobre de La Consolidada. Por allí entrábamos a la estación de carga y saltando vías y esperando el cruce de los largos trenes cargueros que hacían maniobras de patio, hacíamos conexión con la avenida Nonoalco que nos llevaba a la Santa María la Ribera, para llegar a la casa de Nogal 53.
Por eso es que digo que fue mucha la nostalgia que me acompañó en mi virtual recorrido por nuestra ciudad capital, y que aún cuando ha crecido ya no es ni la sombra de lo que alguna vez fue.
En términos generales la ciudad capital que hoy tenemos está envejecida en su aspecto, degradada en su desarrollo urbano, deteriorada por su falta de mantenimiento; está sucia, muy sucia y es peligrosa, muy peligrosa. Por más que nos quieran decir, esta ciudad de la "esperanza", sigue aún en "espera" de que llegue un verdadero Regente (sin aspiraciones presidenciales)  como lo fue Uruchurtu, que meta orden y buen gobierno y nos devuelva una capital segura y bella, como lo era en los años sesenta, quizá su mejor época del Siglo XX.

Pues ya con mi plano de la ciudad perfectamente reconstruido, con sus vías de tranvías bien localizadas y con los nombres legibles de las calles, solamente me faltaba encontrar la forma de resaltar de alguna forma cada una de las rutas de tranvías que tan detalladamente describe mi cuñado Héctor Galán.
Para ver el Plano ampliado haga click aquí
Era momento de retornar al mundo real y dejando atrás la nostalgia y los recuerdos de la juventud, darme cuenta de que tenía que afrontar la parte más difícil del trabajo.
¿Como habría de hacerlo?
En mi profesión, cuando se trataba de destacar una ruta o un camino o una carretera sobre un mapa, lo hacíamos con pequeños foquitos que al apretar un botón se iluminaban, marcando  así  la trayectoria. Algo así quería yo hacer en la página web.
¿Pero como?
Un neófito en la materia, que a principios del 2001 no sabía nada de páginas web, no disponía de muchos recursos. Desde luego con Frontpage que es mi caballito de batalla para diseñar páginas que llevan principalmente textos, no lo podía hacer. Conocía un poco de Dreamweaver y había visto como era posible hacer  la substitución de una imagen con tan solo poner el cursor del mouse sobre ella. Pero eso no era suficiente. Necesitaba algo parecido, pero con muchas capas más, una para cada ruta de tranvías y que al colocar el cursor sobre el nombre de la ruta, modificara la imagen de fondo destacando la trayectoria. Yo al menos no lo había visto en la red y mucho menos sabía como hacerlo.
Por fortuna, hoy es mil veces más fácil buscar información que en mis años de la nostalgia, cuando, olvidé decirlo en mis recuerdos, cada atorón significaba un viaje a la Biblioteca Benjamín Franklin de la entonces incipiente Zona Rosa. Era mi salvación y además lo más avanzado de su época, el fichero estaba al alcance del público y los libros al alcance de la mano en los estantes. Si tenías la suerte de que estuviera allí, podías simplemente llevarlo al mostrador y tras ponerle un sellito que indicaba la fecha de devolución, llevarlo a tu casa y cómodamente buscar la información.
Hoy es aún más fácil lograrlo y el sueño de Marshall Mc Luhan, pensador canadiense de los años 70, en relación a su concepto de la Aldea Global se materializó, pero mucho más allá de los medios televisivos que el conoció y vislumbró. Hoy, con la llegada de la computación personal y del Internet, nuestro mundo es  mucho más pequeño y lo tenemos al alcance de los dedos. Las "wired cities" sueño de los 70, hoy son toda una realidad, pero de nada nos servirían si no contáramos con un fichero, como aquel vetusto conjunto de cajoncitos repletos de tarjetas que consultaba en la biblioteca Franklin. Ese fichero es la más increíble y maravillosa herramienta creada por el desarrollo tecnológico de nuestros tiempos. Esos ficheros digitales a los que hoy tenemos acceso desde nuestra propia casa, en cualquier horario del día y de la noche, son ahora los llamados "Buscadores", como Google, Altavista o Yahoo y son en verdad tan eficientes y tan rápidos que no alcanzo a comprender aún la velocidad de su funcionamiento.
Pero bueno, después de este "rollo" como diría cualquier "chavo", gracias a esa herramienta, ya no es necesario que viva en la Ciudad de México para tener acceso a información de primera mano y recurriendo a Google, mi buscador preferido, le pedí que me ayudara a buscar la forma de encontrar solución a mi problema. ¡Y la encontré!
Alguien a quién no conozco y en algún lugar del planeta (aparentemente Asia), puso a mi alcance una página con un pequeño tutorial:
Web Design with Dreamweaver

Allí en una sola página estaba la información básica que requería para resolver mi problema.
Lo demás, fue lo de menos, poco a poco fui buscando la forma de aplicar aquellos conocimientos y multiplicarlos por 16 veces, es decir una capa superpuesta para cada una de las rutas.
Al llegar a este párrafo comprenderán mejor el porqué del título, es posible que pocos trabajos en mi vida me hayan causado tanta satisfacción como éste. Se que su valor en cuanto a la aplicación técnica no es nada del otro mundo, sin embargo la fortuna de haber traído a mi mente los viejos recuerdos de mi ciudad y la satisfacción personal de haber resuelto un problema difícil, me indujeron a escribir estos párrafos y compartirlos con ustedes.
Te pido una disculpa, si sientes que al llegar al final has perdido tu tiempo...



Las Estaciones de Ferrocarril de la Ciudad de México
Las Cinco Estaciones
 


Ir a la Primera Parte, Tranvías de los años 50
Ir a la Segunda Parte, Tranvías PCC

Ir a la Tercera Parte, Mapa Interactivo de Rutas
Ir al  Mapa Ampliado de Rutas y Calles
 


ENLACES CON PAGINAS AFINES DE MUCHO INTERÉS:
Las páginas sobre tranvías mexicanos que han sido publicadas por Allen Morrison, son en verdad una visita obligada, que nadie debe de perderse, pues son imágenes de gran calidad con un valor histórico incalculable:

La Página Principal incluye tranvías de todo Latinoamérica

Los Tranvías de 33 Ciudades mexicanas
Los Tranvías de la Ciudad de México

Pero si esto fuera poco, Allen  Morrison nos presenta ahora en You Tube un extraordinario video, que nos muestra los tranvías eléctricos de la Ciudad de México en los años 50 del siglo pasado. NO TE LOS PUEDES PERDER.

Streetcars in Mexico City in the 1950s
A TODO COLOR,  EXTRAORDINARIO


Otro interesante sitio con imágenes de tranvías de la Ciudad de México y su historia completa, fue publicado por el por el Servicio de Transportes Eléctricos del D.F., pero actualmente ya no se encuentra disponible. Por cortesía de este sitio y Way Back Machine, podemos proporcionar la siguiente liga, para recuperar tan valioso documento histórico:

        Ciento un años de transporte eléctrico en la Ciudad de México



Finalmente, el Sistema de Transportes Eléctricos del Distrito Federal sostiene en la red una interesante página con la versión histórica oficial del desarrollo de los tranvías eléctricos del Distrito Federal, desde su nacimiento hasta la época actual:

Museo de Transportes Eléctricos del Distrito Federal.



 

Tu opinión es importante
Manda un mensaje


o haz contacto con:
Ing. M. Aguirre

Regresar a Con "M" de México ... D.F.

 Regresar a MEXICO MAXICO

  Ir a la Página Aguirre Botello

 

Derechos de Autor Reservados -
Última revisión: jueves, 09 septiembre 2021.