EL TURISMO ES CLAVE.
Alguna vez cuando fue presidente el Lic. Miguel Alemán Valdés, soñó con un México colocado entre los líderes del turismo mundial. A él debemos el desarrollo de Acapulco en los años 50 del siglo pasado. Por otra parte después de ser presidente, dedicó gran parte de su vida a promover el turismo en nuestro país. Tiempo después, Luis Echeverría, hay que reconocerlo, impulsó el polo de desarrollo turístico más importante de nuestro país, que es Cancún. Sin embargo y a pesar de los múltiples atractivos turísticos y los esfuerzos realizados en el pasado, nuestro país no está ubicado dentro de los 5 principales destinos a nivel mundial. Pero no solamente eso, sino que en el último decenio fue perdiendo escaños y de acuerdo a la Organización Mundial de Turismo descendió hasta el 15o. sitio a fines de 2013.
Vean la tabla siguiente con datos de la OMT:
 

México como país, debiera ser el tercero o el cuarto destino más importante del planeta, pues contamos con todo lo que sea posible imaginar para atraer al turista. El turismo es un filón de oro que no hemos sabido explotar debidamente. Es un detonador del empleo, que genera múltiples opciones de trabajo formal en todos los niveles y especialidades que podamos imaginar. En suma es un importante detonador del crecimiento del mercado interno, que además, no requiere de reformas estructurales, ni cambios en la Constitución. Allí está en espera de gente imaginativa y funcionarios honestos que se propongan hacerlo crecer.
En el año 1950 ocupaba ya el 13o. sitio en el ranking mundial y los ingresos representaban casi el 5% del PIB. Para 1995, casi nadie recuerda que había logrado escalar hasta el SEXTO puesto en el ranking mundial. Pero después vino a menos, seguramente por la falta de seguridad, y fue cayendo. Fox lo entrega en el 7o. puesto, pero con Calderón fue la debacle total, derrumbándose hasta el sitio 13. Finalmente ya en el sexenio de Peña Nieto, cae al puesto 15. ¡Peor que en el año 1950!
Por fortuna en 2014  mejoraron las cosas y retornamos al ranking de los primeros 10 del mundo, pero aún con baja participación en el PIB, 1.38%.
Quizá por que se están haciendo mejor las cosas, quizá por la depreciación de nuestra moneda, pero para 2015 se confirma  que nuestro país  escaló un peldaño más en el ranking mundial, ascendiendo del 10o. lugar al 9o. lugar, 32 millones de turistas y un incremento al 1.67% en la participación del PIB.
La buena nueva es que a pesar de los múltiples problemas de inseguridad, México asciende un nuevo peldaño en 2016 y ocupa ya el 8o. sitio en el ranking mundial.  ¡Excelente noticia!
Un buen desempeño en 2017, podría llevarlo, de nuevo, al 6o. puesto que ocupaba en 1995.

Ya  no nos  sorprende ver que en la tabla anterior, México haya ido cayendo en los últimos 10 años y haya perdido varios lugares en el Ranking Mundial de destinos turísticos, pues pareciera que nos estamos acostumbrando a encontrar resultados negativos, cada vez con mayor frecuencia..
Pero lo que si es sorprendente, es el desempeño de España en este aspecto, ocupando el tercer sitio en el número de turistas recibidos y también el segundo sitio como país que recibe más ingresos por este concepto, superando incluso a Francia.
Es en verdad sorprendente, si recordamos que hace apenas 40 años, España era una dictadura, cuya economía y crecimiento era ampliamente superado por nuestro país. En ese lapso, nosotros nos hemos derrumbado y ellos crecieron de manera extraordinaria.
Una de las pocas cosas buenas que impulsó el dictador Francisco Franco, fue el turismo y así a paso lento pero seguro, con buenos precios, con buen servicio al cliente, con excelente seguridad y muchas atracciones turísticas que ofrecer, no debo equivocarme si digo que ahora, es el mejor destino para viajar en el mundo entero.

México debiera ser el tercer destino más importante del planeta, pues contamos con todo lo que sea posible imaginar para atraer al turista e incluso superamos con creces a la misma España y a Estados Unidos. Veamos primero lo que tenemos:

• Miles de kilómetros de playas en 4 mares distintos, el Caribe, el Pacífico, el Golfo de México y el Mar de Cortés. A lo largo de ellas hay cientos de lugares preciosos, esperando la llegada del turismo y ni se diga en los sitios como Cancún, Acapulco, Mazatlán, Vallarta y Cabo San Lucas que entre muchos otros, son apreciados en el mundo entero.

• El México Virreinal lleno de joyas arquitectónicas que están en espera de una correcta difusión y promoción y diseminadas principalmente en el centro de nuestro territorio.

• Nuestras apreciadas artesanías, nuestras costumbres y tradiciones, nuestra exquisita comida y todas las maravillas que hemos aportado a las culturas del mundo.

• Nuestro clima maravilloso, que durante el invierno del hemisferio norte, resulta cálido y agradable en la mayoría de nuestros destinos turísticos.

• Nuestras maravillas naturales, en espera del nuevo explorador en busca de las emociones fuertes y aventuras.

• Sin embargo, ninguno de los conceptos anteriores se aproxima al potencial turístico que tienen nuestros múltiples sitios arqueológicos, que no han sido debidamente apreciados y desarrollados a la fecha.

Pero ahora, valdría la pena saber en que hemos fallado y que es lo que han hecho otros países para acrecentar el número de visitantes:

• La atención al cliente es fundamental, buen trato y cumplimiento de lo ofrecido, sin sorpresas en las reservaciones y en los precios.

• Buen mantenimiento y extrema limpieza en las instalaciones.

• Opciones de precios para todos los niveles económicos, basados en que un hotel de 3 estrellas es muy aceptable opción.

• Seguridad absoluta dentro del hotel.

• Seguridad jurídica y económica para el inversionista que participa en el desarrollo de instalaciones turísticas

• Seguridad, limpieza y cortesía en el transporte público de la zona implicada.

• Seguridad en la calle y en los sitios turísticos, mediante el control del ambulantaje. Sitios específicos para la venta de artesanías del lugar.

• Seguridad y limpieza en las playas, cuidando del entorno ecológico

• Buenos servicios aeroportuarios, ferroviarios y de autobuses.

• Buenas tarifas aéreas y paquetes todo incluido

• Buenos servicios de taxis, que garanticen seguridad al pasaje.

• Buenas carreteras, tanto libres como de cuota, que estén siempre en buen estado, bien señalizadas  y con tarifas dentro de los estándares internacionales.

• Buen precio en los combustibles y buenos servicios sanitarios y de conveniencia en cada estación de servicio.

• Buenos servicios de información turística, siempre abiertos y en puntos estratégicos, empezando por las terminales de transportes, con buena dotación de mapas y al menos personal bilingüe.

• Buenos guías de turistas y paquetes turísticos atractivos..

• Entender que de acuerdo al trato que reciba el turista, dependerá que vuelva y recomiende el lugar.

Analizados los puntos anteriores nos damos cuenta  que en muchos no cumplimos, pero que además en lo referente a todos los conceptos que implican seguridad, estamos totalmente fuera de toda competencia internacional.
De allí que no sirva de nada promover el turismo con excelentes anuncios y atractivos promocionales en la TV, si cuando llegas al sitio te das cuenta de que no son ciertos.
Por desgracia y por lo general esa es nuestra realidad. De otra manera no es posible entender porqué razón nos fuimos cayendo año con año.

¿Que cual es la forma de progresar?
Cumplir con todos los puntos arriba descritos, pero sobre todo garantizar la seguridad del turista que nos visita, tanto en su persona como en sus pertenencias.

¿De que manera es posible mejorar la seguridad?
Reduciendo la corrupción en todos los niveles.

¿Y que decías de los sitios arqueológicos?
Como tantas cosas con las que nuestro país fue favorecido, nuestros antepasados nos han legado una verdadera fortuna en joyas arqueológicas que no hemos sido capaces de apreciar en su verdadero valor turístico. Sin embargo, no es en este texto en donde pueda escribir sobre este tema, por su extensión. Espero poder hacerlo en el corto plazo, como un anexo de este trabajo.

En conclusión, España nos ha puesto la muestra. El turismo es un filón de oro que no hemos sabido explotar.