LA HISTORIA DE UN VOTO ... Y ALGO MAS. SEGUNDA PARTE: Es por
eso que en aquellos años y como lo dije antes, algunos,
o muchos quizá, estábamos de acuerdo con las políticas
gubernamentales. En mi
caso lo estuve hasta la salida de Díaz Ordaz, a pesar de
su testarudez, porque lo que sucedió después, fue en
realidad el inicio de la crisis que vivimos hasta
nuestros días. La inconcebible llegada al poder
del nefasto de Luis Echeverría....... Cuando en
un negocio pequeño como el nuestro, sentíamos hasta
1970 que nuestro gobierno nos respaldaba y reconocía
nuestro esfuerzo de estar creando 40 o 50 fuentes de
trabajo que sustentaban a un número equivalente de
familias, es seguro que quién dirigía aquella empresa
se sentía un poco orgulloso de estar colaborando con su
granito de arena al crecimiento de nuestro país. Sin
embargo con la llegada de Luis Echeverría al
poder, se acabó con aquel sentimiento y vino a crear una
fuerte pugna entre la clase empresarial y sus
trabajadores. Echeverría descalificó la política
económica que había prevalecido por 12 años, aduciendo
un inequitativo reparto de la riqueza y que por lo tanto,
enarbolando la supuesta bandera de la "justicia
social" iba a reivindicar a los trabajadores. Lo
único que propició fue un gobierno populista y
demagógico, con un terrible despilfarro en el gasto
público y el inicio de la carrera ascendente del
endeudamiento y la inflación Nosotros
en MyM, para 1969 habíamos hecho los planes de construir
nuestro local propio que incluía espacio para Oficinas,
Tienda y Bodega de Materiales, con una previsión de
crecimiento en 2 pisos más para oficinas técnicas, pues
nuestra meta a la larga era convertirnos en una
compañía consultora, que se dedicara más al proyecto
que a la construcción. En 1971,
quince años después de haber fundado nuestro Taller de
Embobinado, nos cambiamos al nuevo edificio y
empezamos de inmediato a vivir la espantosa política
populista del nuevo régimen. Todos nuestros planes se
fueron viniendo abajo y en verdad muy pronto perdimos el
entusiasmo por crecer y tener un mayor número de
trabajadores y empleados. |
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No nos faltó el trabajo, es cierto, porque el
gobierno gastó mucho dinero de manera desordenada, pero
al menos en mi sentir personal, ya no se percibía
seguridad y por el contrario había mucho temor de que el
gobierno acabara por socializar la economía de manera
absoluta. La
pugna entre los grandes empresarios y Echeverría fue muy
marcada, pues imagino que ellos al igual que a mí me
sucedía, temían ser desplazados o intervenidos en sus
áreas de trabajo. En esos años y como respuesta a la
política populista de Echeverría nació el Consejo
Coordinador Empresarial, que aglutinó a las principales
asociaciones de empresarios y que servía como un escudo
de defensa de la iniciativa privada contra las acciones
del gobierno. También por esos días, en 1973 y de
manera misteriosa y no aclarada fue asesinado uno de los
más grandes empresarios regiomontanos el Sr. D. Eugenio
Garza Sada. Echeverría tuvo el descaro de asistir a su
sepelio. La época
de la inseguridad, los asesinatos y los secuestros había
dado principio, gracias a la política populista de Luis
Echeverría. La
inflación fue desbocándose año tras año y para
contrarrestarla el gobierno decretaba aumentos de
salarios de emergencia en ocasiones hasta 3 veces en un
año. Aquello era ya el principio del fin. Para 1976
el diferencial de inflaciones de México comparado con
Estados Unidos era muy considerable y por lo tanto
nuestro peso estaba sobrevaluado por arriba de un 35%. Lo
que tenía que pasar, pasó y para el 31 de agosto de
1976 el Banco de México se retiró del mercado de
cambios y nuestra moneda quedó en flotación,
determinando su valor por la oferta y la demanda. En el
primer día el tipo de cambió pasó de 12.50 a 20.60
pesos por dólar El largo
período de estabilidad monetaria había terminado. La
"justicia social" prometida nunca la vimos y en
6 años Echeverría no hizo otra cosa que hacer crecer la
economía a mucho menor ritmo que el sexenio anterior,
bajando el crecimiento acumulado del 49% del sexenio
anterior al 34%, pero además, con una inflación
descontrolada, 137% en el sexenio, que a final de cuentas
es el peor impuesto que se le impone a un pueblo, pues lo
empobrece en grado superlativo Por si fuera poco la
deuda externa había pasado de 4,262 millones de dólares
en 1970 a la estratosférica suma de 19,600
millones de dólares para fines de 1976. UN ENDEUDAMIENTO
DEL 360% TAN SOLO EN SEIS AÑOS. La inflación en 1976,
último año de gobierno, llegó al 27.2% y el tipo
de cambio se incrementó en 76%. La
característica del sexenio habrá sido el excesivo y
marcado abuso del populismo demagógico aunado a un
absurdo deseo de estatizar la economía, pues para
entonces el Estado ya era "dueño" de 272
empresas y organismos descentralizados, la mayor parte de
ellos muy mal administrados y arrojando por lo mismo un
alto déficit de las finanzas del gobierno federal, que
se financiaba con préstamos o bien activando la
"maquinita de hacer dinero" sin respaldo. Para
aquel entonces ya sabíamos quién era el sucesor en la
presidencia del país, pues las elecciones habían sido
en julio de 1976, poco antes de la devaluación y ya
desde tiempo atrás con tristeza habíamos visto que el
elegido por Echeverría había sido su amigo José López
Portillo, que tomaría posesión el 1o. de diciembre. Una vez
más estábamos viviendo el inicio de una gran tragedia
para nuestro país, era a todas luces una selección
equivocada. Y si digo selección es porque la
elección había sido una farsa, los demás partidos ni
siquiera habían presentado candidato. Seis
años de ajetreada política populista habían terminado
con la estabilidad económica de nuestro país, pero no
conforme con ello Echeverría, que ya había
expropiado 70,000 hectáreas de fértiles tierras
de riego en los Valles del Río Yaqui y el Río Mayo de
Sonora, arengaba a los campesinos a defender sus derechos
y sin que nosotros, los ciudadanos comunes y corrientes
lo comprendiéramos, pues había ya un presidente electo,
les expresaba que no se preocuparan y que continuaría
visitándolos aún después de dejar el poder. Esos
últimos meses de 1976, como suele suceder por un bache
de nuestra Constitución que crea un vacío de poder,
fueron terribles para nuestro país. Una ola de
rumores corrían de boca en boca, desde que Echeverría
se convertiría en otro Plutarco Elías Calles iniciando
un nuevo maximato, hasta que estábamos a punto de
convertirnos en un país socialista al dar Echeverría un
golpe de estado. La verdad
es que yo tenía mucho temor. Ya no me importaba nada, ni
mi país, ni mis trabajadores, ni lo que tenía, si algo
así sucedía yo me salía del país con mi familia. Así como
yo, habíamos muchos y para irnos necesitábamos
dólares. ¡Había que comprarlos... ! Hoy
cuando lo veo claramente en mi pasado, que tristeza me
da, nuestro país se estaba haciendo pedazos, como siento
en verdad que haya sucedido así. Por esos
días en una actitud valiente y dirigido claramente a
Echeverría, salió en Excelsior un cartón denominado
"Tú". Ustedes lo pueden ver enseguida (anexo)
y al leerlo podrán darse cuenta de lo que nuestro
presidente (con minúscula) estaba haciendo con nosotros
los mexicanos. La
primera vez que lo leí, después de cada párrafo, mi
mente mostraba acuerdo y yo asentía con la cabeza
pensando: -Que razón tiene Quezada", pero
cuando llegué al final y me di cuenta que lo allí
escrito eran palabras de Abraham Lincoln, digno
Presidente de los Estados Unidos, que luchó por la
libertad de los esclavos del sur y finalmente dio la vida
por ellos, pues fue asesinado; me quedé verdaderamente
perplejo, que razón tuvo al escribir aquello. Hacía
más de 100 años que estaban allí sus palabras y para
entonces Abel Quezada, (un genio) las aplicaba con muy
exacta precisión a lo que estábamos viviendo entonces.
¡Ni más, ni menos! Aunque ya
era demasiado tarde para que Echeverría recapacitara, el
daño ya estaba hecho, decidí recortar ese cartón y
guardarlo entre mis recuerdos. Hoy ustedes tienen la
oportunidad de verlo y vale la pena, pues lo que dice
sabemos que es aplicable en cualquier tiempo y en
cualquier caso. Abel
Quezada fue un ilustre mexicano, caricaturista y escritor
reconocido internacionalmente, que por desgracia ya
falleció. |
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Ahora que hemos llegado a éste punto, ya mis hijos y
sobrinos y algún otro despistado que haya llegado hasta
aquí, sabrán bien cuando dejé de apoyar a los
gobiernos del PRI. Si, Maribel esa era la época
en que te decía que mejor iba a votar por "El
Gallito", no porque supiera quienes eran ellos,
simplemente porque me sentía defraudado del PRI. No
imagino con claridad lo que pensaría Don Antonio Ortiz
Mena, que para esa época ya era Director del BID (Banco
Internacional de Desarrollo). Es muy probable que
estuviera de acuerdo conmigo. Echeverría
con su "slogan" de ARRIBA Y ADELANTE, nos dejó
a todos los mexicanos viendo para ARRIBA como subían los
precios y ADELANTE al horizonte, con una terrible
incertidumbre. Fue tan
terrible el impacto que tuvo en mí la política
populista de Luis Echeverría, que los planes que
teníamos de crecer en nuestra empresa MyM fueron
desechados para siempre. Para 1977, que marcaba el inicio
del sexenio de López Portillo, ya habíamos tenido que
cerrar la tienda de materiales eléctricos, entre otras
cosas por la inseguridad que existía desde entonces y
además construimos otras oficinas más pequeñas y
adecuadas al tamaño de empresa que deseábamos en
la Av. Barras 30 de la Colonia Lindavista. Solamente 6
años habíamos utilizado el edificio de Río Consulado
que con tanto esfuerzo se había construido en 1970. |
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Con la llegada de José López Portillo a la
Presidencia "elegimos" al mejor..., si claro,
estoy diciendo que elegimos al mejor "ACTOR"
que en toda la historia ha tenido nuestro país, aunque
después hubo otro que le compitió bastante bien. No hubo
maximato, Echeverría se fue a formar su Centro de
Estudios Económicos del Tercer Mundo, (vaya forma de
tirar el dinero) pero eso sí, López Portillo fue una
versión corregida y aumentada del predecesor. Casi un
rey, todas las decisiones se tomaban en la
presidencia....... y con el estómago no con la razón.
Algún periodista escribió que López Portillo
convirtió a su gobierno en una corte palaciega,
aristocratizante y rumbosa empeñada en un afán de
enriquecerse hasta proporciones de escándalo. Sus
principales características fueron la corrupción, la
frivolidad y el nepotismo. Le
apostó al petróleo, que no era mala idea, pero si
evidente para la gente pensante, que era ya muy fuera de
tiempo. Quiso que
México se convirtiera de importador neto de petróleo y
derivados, que ya éramos para entonces, en un exportador
de los primeros del Mundo. Quiso
hacerlo de la noche a la mañana, sin analizar el costo y
el posible beneficio. Como no
teníamos dinero para hacerlo a ese ritmo, se dedicó a
pedir prestado a todos los países de la Tierra y si
hubiera sido posible... también del Universo. Nos
prestaban en especie y nos llegaban equipos, materiales y
maquinaria que se amontonaban y se echaban a perder en
los muelles de nuestros puertos. Cuando
estuvimos listos con plataformas, oleoductos, muelles y
producción. ¡Oh sorpresa! LOS
PRECIOS DEL PETROLEO EMPEZARON A BAJAR. Una vez
más estábamos llegando tarde al reparto de la riqueza,
éramos el país del "mañana". Nuestro
primer ACTOR, nos había dicho que debíamos "prepararnos
para la abundancia", era increíble, ahora ¡Éramos
Ricos! Nuestro
primer ACTOR, nos había dicho "o nos pagan el gas
al precio que nosotros fijamos, o en el caso contrario
¡mejor lo quemamos! Nuestro
primer ACTOR, nos había dicho "defenderé nuestro
peso como perro". Sin
embargo la realidad fue muy otra, nuestra economía
ficción iba nuevamente en picada. Por otros seis años
(ya estábamos a punto de cumplir La Docena Trágica), la
inflación había seguido galopando, seguramente como un
vívido recuerdo de aquel día que el candidato, José
López Portillo, tuvo la ridícula idea de entrar a
caballo y a pleno galope con toda su comitiva, para
encabezar un mitin de campaña en un pequeño poblado de
la república. Como
digo, en ese sexenio la Inflación galopó a un
increíble y desconcertante ¡459%!. Pero además el tipo
de cambió se fue a las nubes al pasar de 22 pesos por
dólar hasta 150 pesos por dólar o sea que creció un
¡582%! Para no
quedarse atrás la Deuda Externa pasó de 19,600 millones
de dólares en 1976 a la inconcebible cifra de ¡58,874
millones de dólares! , se calcula que dicha cifra
equivaldría hasta un ¡90% del PIB! de ese año y
representó un crecimiento del 200% en el sexenio. No todo
había quedado allí, la fiebre estatizante de López
Portillo lo había llevado a comprar una gran cantidad de
empresas quebradas, que ahora sumadas a las 272 que le
entregó Echeverría, daban la increíble cantidad de
¡1155 empresas estatales y paraestatales! ¿Y que
pasaba con MyM para entonces? Las cosas parecían
haber llegado al límite de lo soportable, al menos en lo
referente a tener que trabajar en una economía de
precios ascendentes a la cuál no acabábamos de
acostumbrarnos. Ya Echeverría había iniciado la carrera
de precios desde 1971, pero ahora en los últimos dos
años de López Portillo la situación era muy crítica. Después
de 1981 preferimos no volver a contratar ningún trabajo
con el IMSS, pues el riesgo que se corría era muy alto,
dado que para entonces dichos trabajos se otorgaban por
concurso y las cláusulas de ajuste de precios, a partir
de aquel entonces tan populares, no funcionaban
adecuadamente y actualizar precios era una verdadera
odisea. Mi Papá,
la otra EME del negocio, ya para entonces se había
vuelto a jubilar, pues aunque parezca increíble, para
1982 habían pasado ya 25 años de que se fundó el
Taller Eléctrico MyM en 1957 y él obtuvo una segunda,
pequeña pero al fin pensión, del IMSS y había dejado
la empresa, para radicar en Cuernavaca con mi Mamá. Sí
había mucho trabajo, pues el "boom" petrolero
había detonado el crecimiento económico, pero para
entonces decidimos trabajar solo para la iniciativa
privada, que en su mayor parte era el Grupo Modelo. Para fines de 1982, se acercaba ¡por fin! la salida
de López Portillo y la llegada de su sucesor que sería
Miguel de La Madrid. Todos deseábamos que pasaran pronto
los días y que nuestro primer ACTOR en su último
Informe de Gobierno, diera de manera natural un informe
de la crítica situación económica y se fuera a
descansar antes de tomar alguna más de sus arrebatadas
decisiones, pero nuestros fervientes deseos no se
cumplieron y por desgracia no fue así...... En un
"dramático último informe de gobierno,
quizá más por llamar la atención, pues para esos días
nadie lo tomaba en cuenta, López Portillo tuvo a
bien decretar la estatización de la Banca Nacional y
establecer además un régimen de control de cambios. Eso era
lo único que nos faltaba para acabar de arruinar la
economía del país; sin embargo mediante excepcional
pieza oratoria, hizo gala de sus grandes dotes de primer
ACTOR y derramando lágrimas ante el micrófono haciéndonos
creer que en verdad había sido una víctima de los
banqueros "vende patrias", saqueadores del
país, tomó una más de sus arrebatadas decisiones de
muy graves consecuencias en los años subsiguientes y
actuales. Nunca he
apoyado a los banqueros, pero pienso que lo sucedido en
1982, fue más la culpa del Gobierno, por haber permitido
que la economía llegara hasta ese extremo de
inestabilidad, propiciando la fuga masiva de
capitales en dólares a los bancos del extranjero,
(encabezada por Durazo, Hank González y otros muchos
funcionarios públicos) que a la falta de nacionalismo de
los empresarios y banqueros. Hasta
donde entiendo las arcas nacionales habían quedado
vacías, la reserva de divisas en moneda extranjera
estaba prácticamente agotadas y por lo tanto el país
estaba a punto de declarar la "moratoria" de
pagos al extranjero. Aunque a
muchos no les llamaba la atención ver y escuchar los
Informes de Gobierno, yo tenía la costumbre de seguirlos
con cierto cuidado y más para esta ocasión en que la
situación del país era tan crítica y confusa. Por tal
razón aquella ocasión prendí mi televisión pequeña,
que entonces tenía sobre el escritorio de mi oficina de
Barras 30 y con toda mi atención me puse a escuchar
aquel histórico informe, como decía mas arriba todos
queríamos que terminara sin sobresaltos, dejando el
camino abierto para que tomara posesión el siguiente
mandatario. Debo
reconocer que aquel hombre, a pesar de que yo no
comulgaba con sus ideas de estatizar la economía y tomar
decisiones sin previo consenso, me había ido
envolviendo con su discurso y a tal grado que cuando
terminó llorando en verdad me conmovió. Un grito
desgarrador culminó su discurso y refiriéndose a los
banqueros dijo Ya nos saquearon, ¡No nos volverán
a saquear! Cuando
salí de la oficina para ir a comer a la casa estaba tan
confundido y hasta cierto punto convencido de que aquello
era lo mejor para el país, que en cierto momento me
dije: -épale pues que te pasa...... no te das cuenta que
lo que está haciendo va en contra de tus principios
fundamentales- y fue entonces cuando desperté y me
di cuenta de lo terrible de aquellas medidas. No conforme
con haber llegado a 1155 empresas propiedad del gobierno,
ahora se iba sobre los bancos. En verdad que eso era
terrible,,, En esa
crítica situación el primero de diciembre de 1982,
tomó posesión como nuevo presidente Miguel de La Madrid
Hurtado, que hasta donde yo supe, y aparentemente no fue
informado previamente de la decisión de López Portillo
de estatizar la Banca y declarar el Control de Cambios,
pero claro, en su discurso de toma de posesión no dijo
una sola palabra. Sin
embargo no dejó de mostrar su auténtica preocupación
por la situación que se vivía, cuando expresó:
No permitiré que el país se me deshaga entre las
manos Hablar
mucho de Miguel De Lamadrid es imposible, pues para mi
personal punto de vista su mandato fue gris, por no decir
que negro y sus actitudes fueron tibias. Es
cierto, heredó un país en la más completa ruina, sin
divisas en la reserva, con inflación galopante,
endeudado hasta la máxima expresión y con la industria
petrolera rumbo a la quiebra por los bajísimos precios
del petróleo de exportación. La Banca
había dejado de ser mixta, pues no conforme con los
bancos que ya eran del gobierno desde antes de septiembre
de 1982, como Banco del Atlántico y Banco Mexicano,
ahora López Portillo había estatizado los restantes. El
ridículo e imposible control de cambios de
un país que tiene 3000 Km de frontera con Estados Unidos
pesaba mucho sobre la economía del país. Su
Secretario de Hacienda Don Jesús Silva Herzog recorría
el mundo como embajador itinerante, suplicando a los
bancos privados, a quienes se les debían mies de
millones de dólares, que por favor (y casi de rodillas)
le renegociaran las deudas. ¡Era en verdad una
vergüenza! Durante
26 meses, más de 2 años, México no recibió un solo
crédito internacional. Nadie creía en nosotros. Pero eso
no fue todo, para 1985, el 19 de septiembre de 1985, un
terrible sismo bamboleó la orgullosa capital de la
República, derrumbando cientos de edificios y matando a
miles de personas. Era lo
único que faltaba para terminar de desmoralizar a
nuestro todopoderoso primer mandatario, pues
al contrario de lo que el pueblo habría esperado De
Lamadrid nunca apareció para apoyar a su pueblo en
desgracia. Más hizo nuestro medio
compatriota Plácido Domingo que nuestro
presidente de la República. Desde un
principio se dio por vencido para controlar la inflación
que verdaderamente nos estaba asfixiando y dejó que
alegremente siguiera cabalgando y empobreciendo al ya de
por sí, empobrecido pueblo. ¿Y el
tipo de cambio? Muy bien gracias. También
galopando alegremente (deslizándose como se decía
entonces) al ritmo de la inflación. Vean la evolución
de la inflación y el tipo de cambio en su período:
Año
1983 1984
1985 1986
1987 1988
Acumulado ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Inflación
90.9% 59.2%
63.7% 105.7% 159.2%
51.7% ¡¡ 3710% !!
Tipo de Cambio
197.45 250.0
475.0 924.0
2209.7 2281.0
¡¡ 1421% !! Que
opinión se puede tener de un presidente, cuando aprecias
(o desprecias) los resultados anteriores, sino es de la
más completa reprobación. Tan sólo baste decir que en
tres sexenios consecutivos, el poder adquisitivo del
salario mínimo vigente había disminuido hasta en un
53%, comparado con el del año 1970. Esto significa que
un salario mínimo de 1988, compraba solamente el 47% de
lo que compraba en 1970. En verdad...¿Esa era la
justicia social a la que quería llegar Echeverría? De
Lamadrid tuvo muy pronto que dar marcha atrás en el
control de cambios y como digo arriba, dejó que nuestro
peso se fuera deslizando de manera estrepitosa, algo que
claro, era inevitable si no se había hecho absolutamente
nada para controlar la inflación. Pero
también, a final de cuentas, dio las facilidades para
crear la Banca Paralela, pues dejó que la iniciativa
privada conservara y administrara las Casa de Bolsa y la
gente mostró más confianza en llevar su
dinero con ellos, que con la banca del estado. Todavía
faltaba un chicotazo más a la endeble
economía de las familias de clase media, el famoso
boom de la Bolsa de Valores en 1987, que
llevó a miles de pequeños ahorradores a invertir su
dinero en acciones de bolsa. El auge de la bolsa era tan
impresionante que no conformes y sin nadie que les
hubiera asesorado o prevenido del riesgo que corrían,
muchos pequeños inversionistas vendieron sus casas,
para invertir el dinero en acciones ganadoras. Esa fue
la época en que más que ver las noticias en la tele, la
gente esperaba saber cuanto habrían subido sus acciones
en la sesión de la bolsa de valores del día. Fue una
terrible injusticia y una vez más miles y miles de
personas perdieron sus ahorros y sus casas, cuando la
Bolsa, como suele suceder, cayó de manera inesperada. Nadie, ni
el gobierno, ni las propias Casas de Bolsa advirtieron a
los inexpertos inversionistas del grave riesgo que
corrían. Así
penosamente fue llegando al final, el gris sexenio de
Miguel De Lamadrid y salvo el hecho de haber
entendido que el gobierno tenía que irse
desprendiendo del terrible lastre que formaban las
empresas estatales y la necesidad de afrontar la apertura
comercial, impulsando poco a poco las exportaciones y
permitiendo las importaciones de productos, así como la
entrada de México al sistema GATT, muy poco fue lo que
dejó este triste sexenio. Para
colmar los fracasos, las elecciones para nuevo presidente
de la República fueron corruptas y fraudulentas, por
primera vez en la historia del PRI, se puso en duda
seriamente que su candidato Carlos Salinas de Gortari
hubiera ganado la cantidad de votos necesarios para
demostrar su mayoría. Vease la mas arriba la gráfica
del Diario Reforma. El sistema de cómputo, manejado por
Manuel Barttlet y sus secuaces sorpresivamente dejó de
funcionar, mientras se hacían los acomodos necesarios
para favorecer a Salinas. El
monolítico Sistema estaba empezando a caer, ya no era
sostenible. Los mexicanos ya no lo aceptábamos más. |
Pero que fue lo que pasó con aquella pequeña
empresa, MyM , que había nacido con tanta ilusión y
confianza en el futuro de nuestra Patria........Pues
nada, ... MyM se acabó. Muchas razones acabaron con
ella, pero quizá la de más peso fue ver como a final de
cuentas, nuestro país..... sí se nos deshizo
entre las manos. Esos
acontecimientos nacionales tuvieron influencia de manera
directa, pero es interesante observar que también la
tuvieron de manera indirecta. Pero vayamos viendo
como fue aquello: Había
comentado que en 1981 decidimos no trabajar más para
dependencias del Gobierno Federal, por el terrible riesgo
que entrañaba sostener precios en una economía que
corría a grandes zancadas hacia la hiperinflación. Pues
bien 1982, confirmó mis sospechas y ya hemos visto como
nuestro país se vino abajo en la que parecía ser hasta
entonces, la peor crisis económica de nuestra historia. Sin
embargo nuestro negocio estaba sólidamente cimentado, no
debíamos un solo centavo, teníamos dos excelentes
trabajos, Cebadas y Maltas y Cervecera del Trópico del
Grupo Modelo y posiblemente el mayor número de
trabajadores de nuestra historia, que sobrepasaban los
100. Además la empresa era dueña del edificio de 5
pisos, sobre la rama norte-oriente del Circuito Interior. No
podíamos decir que aquellas obras fueran de las mejor
pagadas, pero si que eran muy importantes y en el caso de
Cebadas y Maltas habíamos hecho todo el proyecto y
diseño general, que era enorme pues incluía una
subestación de acometida de 115 KV. y después toda la
obra eléctrica interior. Después
de 12 años de vivir dentro de una economía nacional de
pura ficción, me había visto obligado a convertirme en
algo así como Ingeniero Administrador y dejar atrás la
ingeniería eléctrica, que era realmente mi profesión.
Así que para fines de 1982, veía con suma desconfianza
el futuro de nuestra empresa, dudaba que terminados los
trabajos que menciono quizá en 1983 o principios de
1984, encontrara con facilidad nuevos clientes. Para
nadie era secreto saber que lo primero que se cae durante
una fuerte crisis es la industria de la construcción,
pero no era solo eso, pues bien sabía que cuando había
fuertes crisis de trabajo, las grandes empresas
constructoras no dudaban en invadir los nichos que en
condiciones normales no eran de su interés y que
correspondían a empresas usualmente, de nuestro nivel. Pero
además la salud no andaba muy bien, me había
subido bastante la presión arterial en ese mismo año y
los medicamentos ni me curaban y hacían que me sintiera
peor, cada llamada de teléfono en la que recibía alguna
noticia desagradable, inquietante o imprevista, que eran
tan frecuentes en aquella época, como por ejemplo que no
saldría el cheque prometido, hacía que me sintiera mal.
Esa era una razón importante que debía de evaluar
también. Por otra
parte nuestra gran ciudad se había vuelto sumamente
peligrosa, mis hijos estaban creciendo y sentía que no
era el mejor sitio para que estudiaran sus carreras
profesionales. Y así hubo varias razones más que
inclinaban la balanza hacia el abandono de la ciudad de
México, como era la terrible contaminación y el stress
permanente del tránsito capitalino y los asaltos. Para
principios de 1983 ya habíamos tomado la decisión, era
mejor retirarse del negocio en ese momento cuando todo
marchaba muy bien y después salir de México. Elegimos a
la ciudad de Querétaro como punto de residencia, sin
embargo no fue hasta fines de aquel año cuando realmente
dimos los pasos necesarios para salir y después poco a
poco, como fueron terminándose las obras que teníamos
en proceso, con mucha tristeza y paulatinamente fuimos
dando de baja el personal. Algunos de ellos ya habían
cumplido los 20 años trabajando con nosotros. Para
agosto de 1984 ya estábamos radicando en Querétaro y
aunque MyM no murió por ser propietaria del edificio,
jamás volvió a construir nada desde aquel año.
Tristemente se acabó. |
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Hablar de la llegada de Salinas de Gortari (la
hormiga atómica como decía mi papá) al poder, es un
poco difícil en la actualidad, pues lo hemos culpado de
todos y cada uno de los males que nos aquejan
actualmente. Y es muy probable que así sea, sin embargo
cuando comparo el sexenio de López Portillo con el
de Salinas, encuentro grandes diferencias. El primero no
dejó nada, salvo el país en ruinas, Salinas al igual
que De Lamadrid al menos dieron algunos pasos importantes
para corregir los graves errores de la estatización de
la economía. Salinas abrió la economía
del país y dio paso a las grandes empresas que trajeron
capitales, nuevas tecnologías y fuentes de trabajo.
Salinas concretó la firma del TLC y hasta fines de 1993,
casi todos le reconocíamos grandes méritos. El
primero de enero de 1994, todo cambió y a partir de ese
momento cometió gravísimos errores, el paso del tiempo
nos dará la oportunidad de juzgarlos mejor. El caso
de Ernesto Zedillo Ponce de León es cosa aparte,
al igual que Miguel de Lamadrid tomó el poder en un
momento de grave crisis en el país y todo lo que muy
hábilmente le había ocultado Salinas acabó por
explotarle entre las manos. Esto dio lugar a la más
grave crisis económica que ha vivido nuestro país en
toda su historia. Dicha crisis por el contrario de otras
alcanzó a todos los sectores de la población. Pero la
diferencia, si comparamos con lo que hizo de
Lamadrid en su sexenio, fue que Ernesto Zedillo logró
sacarnos de la crisis de la manera más rápida posible,
bajando poco a poco la inflación y controlando de manera
inteligente el tipo de cambio, para desembocar en el
último año de su sexenio, con una economía fuerte y
relativamente sana, lo que nos ha permitido tener una
transición tranquila y sin sobresaltos. Recuérdese
que además tuvo que sortear el rebote de las crisis
económicas del Lejano Oriente (Japón y los Tigres
Asiáticos) y la de Brasil en Sudamérica. Finalmente,
culminó la reforma electoral convirtiendo al IFE en
organismo autónomo e independiente del Poder Ejecutivo
Federal y en las elecciones de 1997 y del 2000 que fueron
en extremo limpias y tranquilas se le dio el triunfo a la
oposición. En ambos caso reconoció de inmediato los
triunfos tanto de Cárdenas en el D.F. como de Fox en
nuestro país |
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CONCLUSIONES: Para quienes hayan seguido el hilo de este escrito, si es que tuve éxito en explicarlo, habrán entendido que la idea fue demostrar que un gobierno no necesariamente tiene que ser bueno porque es o no es del PRI o de cualquier otro partido. Un gobierno es bueno cuando la cabeza y sobre todo los hombres clave de su equipo lo son también. Vimos como durante 5 sexenios
consecutivos desde Manuel Avila Camacho en 1941 hasta el
final de Díaz Ordaz en 1970, nuestro país tuvo 30 años
de crecimiento sostenido, inflación controlada y muy
bajo nivel de endeudamiento con el exterior. Con
gobiernos del PRI, durante este largo período el
crecimiento del país fue del 535%, es decir crecimos
5.35 veces en 30 años. Sin
embargo durante 5 sexenios consecutivos desde Luis
Echeverría en 1971 hasta el final de Ernesto Zedillo en
2000, nuestro país se caracterizó por la inestabilidad,
la inseguridad, la desconfianza y el riesgo imprevisible,
la inflación galopó alegremente y el endeudamiento se
volvió asfixiante. También con gobiernos del PRI en
este período crecimos un 185%, es decir apenas 1.85
veces en 30 años. Todo esto
confirma lo dicho arriba, pero además demuestra que la
falta de democracia real, nos impedía a los ciudadanos
poder decidir quién nos gobernara y los gobiernos
sucesivos de un mismo partido, buscaban siempre la manera
de ocultar los errores cometidos por el anterior. Por ese
motivo fue que a partir de 1971, acabé por perder la fe
en los gobiernos del PRI, pero claro menos aún habría
creído en un gobierno de izquierda como el de Cárdenas.
Bastante tuvimos con 12 trágicos años de
izquierda estatizante que fue la causante principal de
todos nuestros males actuales. La
llegada de Fox a la presidencia de este país, es
apenas una esperanza, era muy necesario un cambio y
fue por ello que terminé votando por él, pero
todavía nos falta mirar adelante y lograr que nuestras
expectativas se cumplan. Debemos ayudarlo, es cierto,
pero también lo es que por fortuna y gracias a Zedillo,
nuestro país ya no es igual, el presidente dejó de ser
todopoderoso y si no cumple, podremos exigírselo y
reclamárselo. Esa es la gran diferencia. Es muy
posible que haya logrado transmitir de que manera,
positiva o negativa, influyen en la vida particular de
una familia o de una pequeña empresa, como la que yo
tuve, los aciertos, los engaños y los errores de los
gobiernos en turno. Espero que esto sirva también como
una enseñanza para los jóvenes que administran
pequeños negocios en la actualidad. La
administración con sentido común, el bajo endeudamiento
de las empresas y un conocimiento general de cómo operan
las distintas variables de la economía, es
imprescindible en estas épocas y no debe actuarse de
manera en exceso agresiva, sin antes tomar en cuenta los
posibles riesgos del país en que vivimos. La experiencia
anterior, aquí descrita, es más que elocuente. Si me
gustaría reconocer que no todos los funcionarios
públicos que nos han gobernado en estos 60 años
tuvieron que ser corruptos e ineficientes, muchísimos
hombres honestos y cumplidos habrán estado por
allí cumpliendo con su deber, pero yo quisiera para
terminar este escrito mencionar los nombres de los que
pienso dejaron su huella imborrable al paso de nuestra
historia: Gral.
Manuel Avila Camacho, el presidente caballero y
negociador Don
Adolfo Ruiz Cortines, presidente honesto y ordenado. Lic
Adolfo López Mateos, presidente muy querido por el
pueblo, excelente publirelacionista. Don
Antonio Ortiz Mena, el mejor secretario de Hacienda de
toda la historia de México Don
Ernesto P. Uruchurtu, el Regente de Hierro que
transformó la ciudad de México . Ernesto
Zedillo Ponce de León, el verdadero presidente del
cambio. Una sola
pregunta final. ¿Han llegado a pensar que podría haber
pasado en este país si Díaz Ordaz deja a otra
persona en la presidencia, en vez de Luis Echeverría? Estén
pendientes...... ELE I =========================================================================== Se terminó de escribir en la ciudad de Querétaro el día 25 de septiembre de 2000 y espero que a mi hija Maribel le haya gustado y le resulte finalmente ilustrativo =========================================================================== |
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