Julio de 2000

 

LA HISTORIA DE UN VOTO..... Y ALGO MAS.


Este escrito está dedicado a Maribel, mi hija y sé que le ayudará a disipar sus dudas de porqué voté por FOX, espero que le guste.


 

Autor: Ing. Manuel Aguirre Botello.

Esto es lo que escribí el 3 de mayo del presente:

El  problema fundamental es que, salvo Rincón Gallardo, pienso que ninguno de los candidatos es Patriota y lo único que buscan es llegar al PODER.

La Oposición desea echar fuera al PRI para hacerse del PODER y el PRI solo quiere eternizarse en el PODER.

Lástima pero es la verdad. No confío ni en Fox, ni en Labastida, menos aún en Cuauhtemoc y de Camacho y Muñoz Ledo, no quiero ni pensar y por desgracia el origen del único candidato Patriota Rincón Gallardo, fue el Partido Comunista, por lo cuál no es de mi especial predilección.

Me acuerdo que hace muchos años, mis hijos niños me preguntaban que si era cierto que iba a votar por El Gallito (un Partido minoritario) y yo les decía que sí. Hoy no tengo ni al Gallito.

 

Esto escribí el 30 de mayo a raíz del famoso PreDebate con Labastida y Cuauhtémoc:

Maribel me decía que respecto a las ya muy próximas elecciones, no criticáramos al testarudo de FOX, que a pesar de su berrinche parece conservar una muy pequeña delantera y pienso que el resultado será muy apretado, quizá entre FOX y LABASTIDA, pero no hay que quitarle la vista a CUAUHTEMOC, pues viene cerrando muy fuerte.

Aunque no estoy muy convencido por FOX, creo que a este País le hace falta un cambio de Partido y la única opción viable es él, FOX, pues Cárdenas del PRD es nefasto.

 

Esto escribí al alba del 3 de julio:

A los que nos tocó vivir y poder recordar desde la época de los años 40, Estamos conscientes de que lo sucedido el dia de HOY, es trascendental en la vida de nuestro País.

Hemos elegido de manera ejemplar a un nuevo presidente de México QUE NO ES DEL PRI, hemos elegido al presidente del HOY..... sigamos su ejemplo y acabemos con el país del MAÑANA.

Hagamos HOY todo lo que nos sea posible, no dejemos para MAÑANA  el esfuerzo y la dedicación que podamos brindar desde el día de HOY.

Ya no más la imagen del indio dormido y recostado en una nopalera y esperando que MAÑANA algo le cayera del cielo. Convirtamos a nuestro país en el país del HOY. como le gusta a FOX.

FELICIDADES MEXICO...

De igual forma debemos reconocerle a un presidente, que nunca se preparó para serlo, el presidente Ernesto Zedillo (único presidente de México que ha egresado del IPN) la enorme visión que tuvo y que permitió que este simbólico cambio tuviera lugar y el tremendo esfuerzo que tuvo que realizar para sacar al país de la peor crisis económica de su historia (crisis que heredó de Salinas) y llevarlo paso a paso hacia la estabilidad.

HOY exportamos más que Corea y España y más que todo el resto de América Latina junta. HOY, gracias a Zedillo iniciamos el libre comercio con la Unión Europea, Israel y el triángulo Centroamericano.

HOY gracias a FOX, México ya nunca será igual.

Como leí por allí este triunfo se lo debemos a la GENTE JOVEN y uno que otro viejo como yo, se lo debemos a ésta, a la Generación del Internet, innovadora y consciente del futuro radiante que nos espera.

Otra vez.. FELICIDADES MEXICO, FELICIDADES MEXICANOS...

HOY estaremos más juntos que nunca

HOY  tenemos muchas cosas que hacer.

 

 

Martes 4 de julio de 2000:

Es muy posible que esa actitud de Fox, aparentemente impertinente, de que el Debate se realizara en la fecha convenida (HOY) y que no quisieran culparlo de haberlo rehuido; por el contrario de lo que muchos creyeron le atrajo miles y miles de votos, entre todos ellos el mío...

Si antes estaba indeciso, en ese momento pensé que quizá fuera la mejor opción.

Después, la campaña orquestada del PRD y del PRI, para desprestigiarlo, acabó de convencerme.

 

Pero esta es una larga historia que se remonta al año de 1943 y habré de contárselas poco a poco.

 

Mi primer contacto visual con un presidente de la república (en realidad fueron dos presidentes) fue en la ciudad de Monterrey en el año de 1943.

Trepado en una reja me tocó ver pasar en un carro descubierto de color negro a dos presidentes, Manuel Avila Camacho de México y Franklin Delano Roosvelt de los Estados Unidos de América.

Tenía 8 años de edad y debo haber ido con Papá, pero lo recuerdo muy bien y solo fue un instante.

Fue un hecho histórico, durante la Segunda Guerra Mundial, Roosvelt vino a México para negociar con el Gral. Manuel Avila Camacho varios asuntos clave en aquel entonces, como era el petróleo mexicano, que su predecesor Lázaro Cárdenas había atinadamente expropiado en 1938, la entrada simbólica de México al lado de los países aliados a la II Guerra Mundial y créditos y renegociación de la deuda externa mexicana, que fueron de gran beneficio para el país y que lo sacaron del terrible bache en que lo dejó Don Lázaro, con sus doctrinas socialistas.

Claro que eso no lo comprendía entonces, pero supe de esa manera lo que significaba la figura presidencial, había mucha gente en las calles que vitoreaba y aplaudía a los dos presidentes.

 

Imagen de Avila Camacho y Roosvelt en Monterrey,  imagen de Manolo en 1943

 

A la salida de Avila Camacho, llegó Miguel Alemán y ya he narrado en el escrito de Puebla Monumental, algunos recuerdos de su campaña presidencial.

Pero ya viviendo en Nogal 53 en México y a raíz del gasto desordenado de los fondos públicos fui testigo por primera vez, de lo que la gente llamaba:  la Devaluación de la moneda.

Esto que debió ser en 1948, llevó el Dólar que valía entonces $4.85 pesos, hasta $6.25 o $6.35 pesos, es decir se dio una devaluación del orden del 30%, entrando el tipo de cambio en una etapa de "flotación" ( igual que ahora), al haberse retirado el Banco de México del mercado.

El peso continuó su caída al darse la clásica fuga de capitales y el tipo de cambio vino a estabilizarse para 1949 en  $8.65 pesos por dólar.

La gente estaba furiosa, el periodista Pinó DeSandoval sacó a la luz un periódico opositor al régimen que se llamaba PRESENTE y todo mundo lo compraba, incluyendo a Papá, para poder leer las críticas y acusaciones a Miguel Alemán.

Poco duró el gusto, pues Alemán mandó clausurar el sitio donde se imprimía aquel semanario y claro, dejó de darle papel para que se imprimiera, pues el Gobierno tenía una empresa, PIPSA, que controlaba toda la venta de papel para periódico. La dictadura era perfecta.

 

Por entonces Agustín Lara había compuesto un chotís denominado "Madrid", que se hizo famoso incluso en España. La gente para desahogarse le cambió la letra y recuerdo que decía algo así:

 

"Miguel, Miguel, Miguel, en México se piensa mucho en ti..., por el bajón que ha dado la moneda, por tantas COSAS BUENAS QUE DESEAMOS PARA TI....... y vas a ver lo que es canela fina, armar la TREMOLINA, si continuamos así ....."

 

Tiempo después Miguel Alemán se sacaría la espina e iniciaría una etapa de expansión económica que realmente fue el principio del México moderno que hoy vivimos. Presas, carreteras como la Panamericana desde Cd. Juárez a El Ocotal en Chiapas, ferrocarriles, televisión, desarrollo de la Zona Industrial de Tlanepantla, el Centro Urbano Miguel Alemán, el Centro SCOP, la construcción de la autopista a Cuernavaca, el desarrollo turístico de Acapulco y la majestuosa Ciudad Universitaria, fueron algunos de sus más importantes legados.

Imagen de Miguel Alemán estatua en CU. MAB en 52

 

El gasto desordenado y la ayuda desmedida a sus amigos fue el sello de su mandato y por lo tanto la inflación tuvo altibajos importantes, sobre todo  en 1951 que llegó hasta el  24%.

Para ese entonces, 1948, tenía 13 años y por lo mismo no me importaba mucho, mejor digamos que nada, si nuestra moneda o la inflación subía o bajaba, pues la verdad no traía ni un quinto en la bolsa, salvo mi abono del tranvía del cual ya he comentado antes.

En la casa sin embargo, las cosas no debieron ser iguales, dado que la inflación (palabra desconocida entonces por el grueso de la población) acumulada en el período sexenal de Miguel Alemán fue del 73%, mientras que el incremento de salario nominal mensual que tuvo Papá entre 1947 que era de $521.20 y hasta 1952 que era de $718.00, apenas llegó a un 37%.  Ello obligaba a que trabajara tiempo extraordinario por las tardes y durante bastantes años.

 

Cartón de Ric y Rac, sobre elecciones de 1952

 

La llegada de Don Adolfo Ruiz Cortines a la Presidencia de acuerdo con las prácticas de aquella época, fue por discrepancias entre los "Notables" que reunidos solían decidir quién habría de suceder a Miguel Alemán en el poder. Comentaba Papá que hubo discrepancias entre los ex-presidentes y Miguel Alemán y para evitar el choque optaron mejor por Don Adolfo.

Recuérdese que ya he comentado que el "gallo" de Alemán era su primo Fernando Casas Alemán, que ya para entonces tenía hasta la propaganda electoral impresa, dando por un hecho que él sería el "bueno".

Parece ser que Lázaro Cárdenas se inclinaba por el Gral. Henríquez Guzmán y de allí la elección de un candidato neutral.

El PRI nombró su candidato a Don Adolfo Ruiz Cortines (El viejito, como le decía la gente) y una Coalición de izquierda el FPP, encabezado por Lombardo Toledano, Cándido Aguilar y otros nombraron a Henríquez Guzmán como su candidato, el PAN lanzó a Efraín González Luna.

 

Una gráfica muy buena que publicó el periódico Reforma en días pasados, les permite apreciar la participación de la oposición en las elecciones presidenciales desde 1929 hasta 1994 y a la cual le he agregado, mas bien parchado pues lo hice deprisa, los datos correspondientes a la elección del 2000. Allí pueden observar claramente la fuerte pugna por el poder en las elecciones de julio de 1951, entre el FPP y el PRI, pues aunque Don Adolfo "ganó" con un 74% de los votos la oposición sumó más del 25%, porcentaje bastante alto si se compara con otros sexenios.

 

Gráfica de Reforma, elecciones.

 

 

No todo paró allí, pues al día siguiente de las elecciones el lunes 7 de julio de 1951, los partidarios del FPP, Federación de Partidos del Pueblo se reunieron en el Hemiciclo de Juárez para celebrar la Fiesta de la Victoria de Henríquez Guzmán y de allí continuar la manifestación rumbo al Zócalo, por Av. Juárez y Madero.  Una fuerte represión de los granaderos usando gases lacrimógenos y vehículos del ejército disolvió a los manifestantes, no sin el susto y la crítica de todos los ciudadanos que accidentalmente circulaban por esas calles y que fueron vejados y golpeados por igual.

En lo personal recuerdo esos hechos y aunque no estuve allí, fue muy criticada la intervención de las fuerzas represivas.

 

Para entonces tenía 16 años y lógicamente todavía no votaba, había terminado mi Prevocacional (secundaria) y estudiaba ya el primer año de Vocacional (prepa), tampoco me daba cuenta ni entendía nada de aquellos asuntos políticos, solamente escuchaba los comentarios de Papá cuando platicaba con otros parientes.  Mi educación prominentemente técnica me alejaba de manera absoluta del Humanismo, mi mente estaba saturada de procedimientos matemáticos para resolver ecuaciones diferenciales o de integración, complicados dibujos de geometría descriptiva y claro mi más cara ilusión de terminar pronto la que sería mi carrera de Ingeniero Electricista. Prefería desde luego irme a ver los juegos de fútbol americano, que enterarme de la vida política y el desempeño del "viejito" Ruiz Cortines.

Pero al menos y también gracias a la costumbre de mi papá de leer el periódico diariamente, me mantenía informado de los grandes encabezados a 8 columnas en los cuales generalmente se apoyaba de manera absoluta la política del régimen.

En cierta forma considero que el gobierno de Ruiz Cortines no fue malo y aunque me daban mucha risa, algunas de sus propuestas nacionales, como aquella muy famosa de la "Marcha hacia el Mar" en la que imaginaba al "viejito" encabezando a todo su equipo y "caminando" sobre las olas rumbo hacia el mar, en el fondo comprendía lo valioso que habría sido, si ese programa se hubiese vuelto realidad y no hubiese quedado como un simple y llano alarde publicitario.

Se dice que Ruiz Cortines logró meter orden en el gasto público y creo que fue verdad, pero el eterno pero, a él y a su gobierno debemos otra de las funestas devaluaciones de la moneda nacional, sobre todo por lo absurda y brusca que fue y por la mala fe con que fue planeada.

El primer año de Don Adolfo, según lo he podido leer en el reciente libro que publicó Don Antonio Ortiz Mena y que se llama "Desarrollo Estabilizador, reflexiones sobre una época", fue una año de estancamiento económico, muy bajo el crecimiento del Producto Interno Bruto y algo insólito, ¡una  inflación negativa!

Es decir en 1953 tuvimos Deflación, los precios bajaron 1.9 %, pero la economía solo creció un 0.3%.

El tipo de cambio estaba firme en $ 8.65 y el gobierno en si no tenía ninguna presión devaluatoria, pero el gabinete económico y el presidente de la república, tuvieron la genial idea de que con una devaluación de $8.65 a $12.50 pesos por dólar, se le daría un tremendo "chicotazo" a la economía (palabras textuales del entonces secretario de Hacienda, Don Antonio Carrillo Flores) y vaya que tuvo razón...  la fuga de capitales fue tremenda y las reservas del Banco de México se redujeron a la mitad.

La parte más triste de este asunto fue que todo se planeó de manera secreta, e incluso al resto del gabinete se le hizo creer que la situación del país era muy buena, los periódicos difundieron los boletines de prensa en dicho sentido y cuando todo mundo pensaba que el país marchaba por el camino correcto y había que tener confianza... "zácatelas" el 17 de abril de 1954, en pleno "sábado de Gloria", el gobierno anunció la devaluación a $12.50.

La supuesta ventaja de encarecer las importaciones y abaratar las exportaciones, nadie la entendió, creó más desconfianza y la gente siguió comprando dólares caros, haciendo bajar drásticamente las muy exiguas reservas de aquel entonces.

El trauma del "sábado de Gloria", quedaría marcado en la mente de todos los sectores de la población, aquel engaño, aquella mala fe con la que se actuó, perduró y causó desconfianza hasta nuestros días. Considero que fue un tremendo error de Don Adolfo, haber devaluado de manera brusca y sorpresiva.

Sin embargo los resultados finales de Don Adolfo le fueron favorables, hizo crecer la economía durante su sexenio en un 48.7%, mantuvo el tipo de cambio estable en $12.50 en los siguientes 5 años de su gobierno y mantuvo las finanzas públicas en equilibrio, obteniendo un superávit en la relación Ingreso-Gasto en todos los años.

Y bueno dirán ustedes y en la casa que sucedía como iban las finanzas familiares, es evidente que no tan mal, veamos: Papá se jubiló como empleado federal con 30 años de servicios en 1957 y tenía entonces como jefe de oficina un sueldo de $990, que comparado con $718 que ganaba al inicio del sexenio representan un incremento del 38% en el sexenio, mientras que la inflación acumulada en el período de Don Adolfo Ruiz Cortines fue del 39.3%. Digamos que a pesar de la devaluación del 54, salieron tablas.

Para entonces en 1958 cuando terminó Ruiz Cortines, además de que Papá trabajaba siempre por las tardes para mejorar sus ingresos, tanto mi hermana Elsa como mi hermana Chela ya trabajaban también y ayudaban y complacían sobre todo a mamá y algunas veces también al que esto escribe regalándole ropa y otras cosas.

Para mí, aquella etapa sexenal de Don Adolfo había representado la conclusión de mi carrera de Ingeniero  Electricista en la más prestigiada escuela del país, la ESIME, (que se decía entonces era la mejor escuela superior del Instituto Politécnico Nacional), a los 21 años de edad y con un bastante buen promedio de calificaciones. Lo más valioso de todo era que no me había costado, aparte de mi esfuerzo personal, absolutamente nada. La cuota simbólica y además voluntaria era de solamente $ 50.00 ¡anuales!

 

Imagen MAB diploma en Bellas Artes 1956

 

Por si esto fuera poco, desde antes de salir de la escuela ya teníamos varias ofertas de trabajo y a mi se me ofreció una beca para estudiar en el extranjero (donde yo quisiera), que me vi precisado a rechazar. La verdad es que tenía mucha fe y esperanza en lo que podría lograr si me quedaba aquí y por otra parte sentía que el esfuerzo desarrollado por mi padre había sido muy grande y era la hora que debía empezar a retribuirle un poco de todo lo que él me dio.

 

Entonces no era tan difícil poner un "Changarro" como dice ahora Fox y un par de recién salidos ingenieros de la ESIME, el que esto escribe y Mario Ramírez, con la ayuda de un excelente administrador recién jubilado del gobierno federal, mi papá y que además no nos cobraba nada por sus servicios, fundamos a principios de 1957 lo que sería la base de nuestro futuro negocio y que entonces solamente se dedicaba a la reparación de motores eléctricos, nuestro querido TALLER ELECTRICO MYM, del cual aunque muy pequeño estábamos muy orgullosos. Pero esta es otra historia y solo baste decir que la estabilidad del país y la seguridad que existía aún en la Colonia Maza, Avenida Canal del Norte,  donde lo pusimos era en verdad increíble si se compara con la actual.

 

Imagen del Taller Eléctrico MyM en 1957

 

Entre los hombres del gabinete de Don Adolfo Ruiz Cortines, había dos que pasaron a la historia como muy buenos funcionarios públicos: Don Antonio Ortiz Mena, que ocupaba la Dirección del IMSS y Don Ernesto P. Uruchurtu que ocupaba el puesto de Regente del Distrito Federal.

De Ortiz Mena hablaremos después, pero permítanme decirles que a Uruchurtu tenemos que reconocerle que en esos seis años de su primer gobierno de la ciudad de México, verdaderamente le cambió la fisonomía, pues construyó el Nuevo Rastro y Frigorífico de Ferrería, el Nuevo Mercado de La Merced, los Mercados de La Lagunilla y un gran número de Mercados de Zona que erradicaron totalmente el ambulantaje que proliferaba por todas las calles de la ciudad, con el consiguiente mal aspecto e insalubridad que hasta entonces teníamos que padecer. El cambio de la ciudad fue tan radical que Don Ernesto dejó huella imperecedera en nuestros recuerdos, pues nos enseñó de que manera se deben administrar los recursos, escasos recursos, de la gran ciudad para hacerla lucir como nunca, entre bellos camellones cubiertos de dalias y fuentes de agua cristalina en la mayoría de los parques.

Es evidente que Don Ernesto no tenía que salir en la televisión diciéndonos como ahora "Para una gran ciudad, grandes BABOSADAS",  las obras y la limpieza estaban a la vista de todos y muchas otras que no se veían tanto como la limpieza del alcantarillado se hacían de manera programada para tratar de evitar las inundaciones en épocas de lluvias.

Siento que todos los ciudadanos estábamos muy contentos y orgullosos de él.

 

Imágenes de Ortiz Mena y Uruchurtu  

 

Al "viejito" Ruiz Cortines, decía mi papá que su médico de cabecera, que en este momento no recuerdo su nombre, le había inyectado "glándulas de mono", porque el señor salió mas rejuvenecido que cuando entró, pero lo que yo pienso más importante al término de su mandato, fue que entregó una economía bastante sana a su sucesor y un país estable. Por otra parte una vez que salió del gobierno el señor continuó con su vida habitual y era frecuente encontrarlo jugando dominó en el Café de la Parroquia de Veracruz, su estado natal.

 

Para fines del 57, ya Don Adolfo habría elegido a su sucesor. Por primera vez en mi vida tendría que salir a votar, pero en verdad en aquel entonces no me causaba mayor emoción, pues se daba por hecho que como de costumbre, el PRI sería el ganador.

La verdadera elección, el famoso "destape"  lo hacía el presidente, que cuando más escucharía la voz de algunos de los ex-presidentes. Para esta ocasión el "viejito" manejó con discreción su elección y para sorpresa de muchos "el tapado" resultó ser nada menos que el Secretario del Trabajo, Don Adolfo López Mateos.

Así que una vez conocido el nombre del candidato del PRI, de hecho conocíamos ya el nombre del futuro presidente, pues la oposición era débil. El candidato del PAN fue Don Luis H. Alvarez.

No tengo cifras de las votaciones de aquel entonces y mucha gente en realidad votaba por el PRI, porque estaban contentos con su desempeño, pero a pesar de la promoción que se le hacía e incluso la amenaza de que si no votabas no podrías salir del país, pienso que el principal ganador de las elecciones era muy seguramente el abstencionismo, es decir la falta de interés por votar.

 

Como suele suceder el gobierno de Ruiz Cortines encaró un año de elecciones especialmente difícil,  pues en vez de las 100 o 150 huelgas anuales hubo más de 700, provocadas todas ellas por células de agitación del Partido Comunista Mexicano, entre ellas las más inquietantes la de los telegrafistas,  la de los maestros encabezados por Othón Salazar y la de los ferrocarrileros encabezados por Vallejo y Valentín Campa. Esta última tuvo que ser reprimida por la fuerza pública en algunas de sus manifestaciones callejeras.

 

 

Diría una mentira si les dijera que recuerdo aquellos movimientos de agitación, pues en esos meses tanto mi amigo Mario como yo, habíamos iniciado una "sociedad estratégica" (como se diría ahora) con una persona muy bien relacionada, de tal manera que pudiéramos tener mejores oportunidades de conseguir contratos de obra eléctrica. Aquello nos daba un mejer ingreso que se aproximaba a los $3000.00 mensuales de aquella época (unos $14,400.00 actuales) y en lo personal había tenido que viajar a Ciudad Obregón, Sonora, sitio en el que entonces teníamos trabajo.

En lo familiar para fines de 58 la situación era bastante buena, mi papá seguía administrando el Taller Eléctrico MyM con muy buenos resultados, pero él prefería no tomar dinero de allí y si reinvertirlo o acumularlo.  Mi hermana Chela seguía trabajando pero con empleos muy bien remunerados a nivel de secretaria ejecutiva, Elsa ya había contraído matrimonio y yo como dije formaba parte de una sociedad,  ganaba bien y había invertido en el enganche de la que fue nuestra primera casa propia, lo cual liberaba a  Papá de la carga de la renta y algunos gastos como luz y teléfono que yo absorbía. El, continuaba con su pensión del ISSTE que no se había devaluado gracias a los bajos niveles anuales de la inflación.

 

El 6 de julio de 1958 fueron las elecciones presidenciales en las que Adolfo López Mateos resultó triunfante con un 90.6% de los votos emitidos, mientras que la oposición apenas si logró un 9.3% del total, como muestra la gráfica del periódico Reforma que mencioné párrafos atrás.

La llegada de López Mateos al poder trajo para México el inicio de una muy excepcional etapa de crecimiento económico que después adoptó el nombre de "Desarrollo Estabilizador".

Esta etapa de crecimiento sostenido con bajos niveles de inflación y tipo de cambio estable, fue planeada por el Lic. Antonio Ortiz Mena, quien vino a ocupar el cargo de Secretario de Hacienda. De hecho, ocupaba el cargo de Director del IMSS en el período de Ruiz Cortines y encabezó el equipo de transición entre los dos gobiernos estableciendo las directrices de la macroeconomía del país, para poder prolongar otros seis años, los 5 años de crecimiento estable que había logrado ya el presidente Ruiz Cortines.

 

Aunque hoy a la distancia pudiera parecer fácil, en realidad no lo era así, pues el entorno internacional en el cuál se desenvolvía la economía de nuestro país no dejaba de ser preocupante.

Para los que no lo saben o no lo recuerden, era una época denominada de "guerra fría" entre las dos grandes potencias mundiales, la URSS en la cúspide de su poderío económico, militar y tecnológico encabezada por Nikita Krushev y los Estados Unidos enfrascados en la polémica guerra de Vietnam,  con la inminente llegada de John F. Kennedy al poder y además con la duda respecto a la superioridad numérica, de entrenamiento y disciplina de los ejércitos rusos sobre los propios.

Aunado a todo esto América vivía con sorpresa la culminación de la Revolución Cubana y el encumbramiento de Fidel Castro como líder moral y hombre fuerte del movimiento. Una política equivocada de los Estados Unidos decidió darle la espalda y negarle la ayuda y reconocimiento que Castro les solicitó en primer término. Kennedy comete otro error y apoya una invasión de Cuba pésimamente planeada y denominada de Bahía de Cochinos, misma que Castro repele con bastante facilidad.

Este hecho en 1961, provoca que Castro vuelva la cara hacia  la URSS y declare que la revolución cubana es de corte comunista e inicia la expropiación de las propiedades de norteamericanos en la Isla.

Si de por sí, México ya había sufrido el embate de los agitadores comunistas incrustados en los grandes sindicatos del país en 1958, López Mateos inicia su mandato e inmediatamente, en enero de 1959,  resurge el movimiento ferrocarrilero declarando un paro nacional y acciones de sabotaje en la operación de los trenes, para lo cuál se ordena la intervención del ejército y la detención y encarcelamiento de los lideres Campa y Vallejo y la expulsión del país de dos funcionarios de la Embajada de la URSS en México.

Al llegar Castro al poder y declararse comunista, pide Estados Unidos que todos los gobiernos de América Latina rompan relaciones con Cuba, pero México es el único país que no lo acepta y no solo continúa las relaciones sino que mantiene en operación la única ruta aérea que comunica Cuba con el continente americano, mediante los vuelos de Mexicana de Aviación.

Por si fuese poco, diputados y senadores hacen declaraciones en el sentido de que México es un país de "izquierda", Corona del Rosal pretende corregir y dice que de "atinada izquierda"  y para rematar López Mateos declara que es de "extrema izquierda, pero dentro de la Constitución".

Tiempo después López Mateos decide nacionalizar la Industria Eléctrica, liquidando a los inversionistas extranjeros, principalmente a los de la Cía. de Luz y Fuerza del Centro que de manera privada abastecía toda la parte central del país, por cierto a una frecuencia distinta del resto, pues era de 50 ciclos / segundo.

 

Debe de resultar muy claro al que lea estas líneas, que todas estas señales enviadas por el gobierno eran totalmente contradictorias con la política económica de estabilidad que pretendía ponerse en marcha, pero que por fortuna Don Antonio Ortiz Mena pudo contrarrestarlas y evitar así que los inversionistas extranjeros y nacionales retiraran sus capitales del país y pudieran provocar una devaluación brusca de la moneda y que de hecho era lo que pretendían los agitadores comunistas apoyados por la URSS.

La disciplina férrea en el gasto público de Don Antonio, permite que el país siga creciendo, pero sin endeudarse de manera excesiva y manteniendo la inflación con niveles realmente bajos durante todo el período sexenal y además el tipo de cambio permanece sin cambio.

Los resultados globales del sexenio fueron 47.8% de crecimiento, es decir un aumento del PIB del 6.73% anual promedio, inflación acumulada en los 6 años de 14%, lo que significa ¡apenas un 2.28% ANUAL!

El tipo de cambio se mantiene fijo durante los 6 años en $12.50 por dólar y el endeudamiento externo al final del sexenio, 1964, alcanza la suma de 1723 millones de dólares equivalente a menos del 8% del PIB del mismo año. El déficit del gasto público federal promedio anual en el sexenio es de 1.45%.

 

El presidente López Mateos da un impulso grande al IMSS que construye clínicas, hospitales, casas de la asegurada, centros deportivos, teatros y guarderías en todo el país, unidades habitacionales como la de Santa Fe y la Unidad Independencia y además el Centro Vacacional de Oaxtepec y la terminación y puesta en marcha del grandioso Centro Médico Nacional.

El Banco de Obras Públicas y el ISSTE construyen el Centro Urbano de Nonoalco-Tlatelolco, que en su tiempo podía alojar dentro la población total de la ciudad de Querétaro.

La CFE construye,  entre otras, la gran planta hidroeléctrica de Infiernillo, en su tiempo de las más grandes de Latinoamérica y las redes de transmisión de alto voltaje para abastecer el centro del país. La nacionalización de la industria permite que el gobierno llegue con las redes de distribución eléctrica hasta los poblados más pequeños, mismos que la iniciativa privada no quería abastecer.

PEMEX construye la nueva refinería de Ciudad Madero y amplía otras como la de Salamanca.

Se construyen las autopistas de 4 carriles de Puebla y de Teotihuacan, se amplía a 4 carriles la carretera directa México-Querétaro, se construye la carretera directa Querétaro-Celaya y se ponen en servicio los transbordadores entre Mazatlán y La Paz en Baja California.

A través de la Secretaría de Educación, López Mateos da su apoyo absoluto a la construcción de la Unidad Profesional del IPN en Zacatenco adonde se trasladan la ESIME y sus Laboratorios, con esto se celebra el 25 Aniversario de la fundación del Instituto y el presidente López Mateos en su último año de gobierno, asiste (único que lo ha hecho) a un juego Poli-Universidad en C.U. en donde recibe, ¡de ambas tribunas! una de las más calurosas bienvenidas que me haya tocado presenciar, para después dar la patada simbólica del inicio del juego.

 

Imagen de unidad Profesional de Zacatenco.

 

Don Ernesto P. Uruchurtu permanece por otros 6 años en el puesto de Regente de la Ciudad de México y continúa su magna obra, principalmente con la construcción de importantes obras viales como la terminación del Viaducto Miguel Alemán, la vía rápida sobre Calzada de Tlalpan y el primer tramo del Anillo Periférico. La ciudad de México se convierte en la mejor iluminada del mundo de acuerdo con el número de unidades instaladas y la calidad de las mismas que se substituyen por lámparas de vapor de mercurio y fluorescentes de alta potencia. Se construye la ampliación de Chapultepec y el parque de diversiones.

El Arq. Ramírez Vásquez proyecta y construye el nuevo Museo de Antropología e Historia de Chapultepec, reconocido entre los mejores del mundo en su época.

A Don Adolfo López Mateos, la gente dio por llamarlo "López Paseos" pues se dio tiempo para establecer extraordinarias relaciones con los principales mandatarios del mundo, viajando por Norteamérica, Europa, Sudamérica y el Oriente. Igualmente a México llegaron los estadistas más importantes de la época como fueron John F. Kennedy y su esposa Jackie que recibieron apoteótica recepción y después el Gral. Charles De Gualle de Francia.

México con todo esto, logra conseguir la sede de los Juegos Olímpicos de la XIX Olimpiada y a la vez de la Copa Mundial de Fútbol Mexico70.

Después de todo esto ya sabrán quién ha sido mi presidente favorito.

La ruta de México parecía luminosa y esperanzadora.

En verdad que vivir así era maravilloso, pues aparte de haber condiciones para prosperar, había estabilidad económica y una absoluta seguridad en las calles, los negocios, las casas y las carreteras.

 

La asociación "estratégica" de las dos "emes", Mario y Manuel, con el Sr. Francisco D'Santiago, finalmente fracasa a fines de 1959 y ambos regresamos a lo que realmente era nuestro negocio al Taller Eléctrico MyM. Para 1960 cambiamos domicilio a Canal del Norte 262 y allí en un tapanco de 6 x 6 metros instalamos nuestras flamantes oficinas entre penetrantes humos y olores del taller.

Claro que había mucho contraste si las comparábamos con las de Bajío 335, 5o. piso que antes ocupábamos, pero al menos acá lo sentíamos más nuestro y sobre todo más real. Allí en ese tapanco estuvo mi oficina por 11 años.

 

Imagen de Canal del Norte y la oficina en el tapanco

 

A pesar del auge del país, para nosotros el momento era crítico, pero por fortuna no desesperado pues había mucho trabajo.

Un subcontrato de la instalación eléctrica a prueba de explosión de la Planta ME, Desintegradora Catalítica de la nueva Refinería de Ciudad Madero nos permite que Mario se vaya a realizarlo y permanezca  por más de un año,  al ampliarse con la instalación de la Planta MQ, de Tetrámeros.

 

Para mí, el inicio de 1960 no fue tan sencillo,  pero un buen día todo cambió...

 

Mientras tanto y antes de continuar el relato, que desde luego trataré de sintetizar lo más posible, creo estar seguro de que si alguno de ustedes y a pesar del aburrimiento, haya logrado llegar hasta aquí, habrá empezado a captar cuál es la idea que trato de transmitir a la gente joven que no vivió en aquellos días o a los que de plano los han olvidado y es en el sentido de que, al menos desde mi punto de vista, los gobiernos del PRI no siempre fueron una mala opción. De hecho hubimos muchos que así llegamos a pensarlo  por muchos años.

 

Pero veamos que sucedió, Mario se había llevado a Cd. Madero todo, es decir personal, equipo y herramientas, al quedarme en México la idea era conseguir algo que hacer y por fortuna un buen día como dije arriba y a raíz de haber presentado un presupuesto, el Sr. Don Luis González Díez, sobrino de Don Pablo Díez fundador del Grupo Modelo (hoy la empresa número 18 entre las 500 más grandes de México), pidió que fuera a platicar con él. El era el Director de la empresa Empaques de Cartón United, que estaba allí apenas a 3 cuadras del sitio donde ahora teníamos la oficina y el taller de embobinado.

La nueva planta Empaques Modernos San Pablo, estaba en construcción y era ya el momento de iniciar las instalaciones eléctricas, es una gran verdad que nunca imaginé que aquella breve entrevista con Don Luis pudiese haber tenido tal trascendencia en mi vida.

El era el ejecutivo joven, con ideas innovadoras y con suficiente preparación, que desarrollaba un proyecto paralelo al crecimiento de la Cervecería, se requería una mayor producción de cajas de cartón corrugado y la nueva planta tenía ese fin.

Aunque nunca conocí a Don Pablo Díez, se decía que como no había tenido hijos, tanto Don Luis y después Don Pablo que vino de España, eran sus sobrinos consentidos de aquellas ya muy lejanas épocas.

Así que cuando entré a su oficina, nada especial, austera como era lo usual de entonces, me pidió que me sentara, me miró (yo tenía 25 años) y me dijo "Bueno, pues que he estado viendo tu presupuesto, pero está un poco caro".

No imaginaba siquiera que durante 25 años que trabajé para el Grupo y en boca de varios ejecutivos iba a escuchar esas mismas palabras repetidamente.

Yo le dije que mi presupuesto estaba desglosado y que me dijera por favor en que estaba caro y el entonces me hizo ver que algunos materiales como el cable de cobre los conseguía a mejor precio.

Como mi actitud era flexible él aceptó darme el trabajo y que ellos me iban a proporcionar los materiales mayores, claro no sin antes solicitar el clásico descuento que siempre fue de un 5%.

Los trabajos se sucedieron uno tras otro a lo largo de aquel año y realizamos todas las instalaciones eléctricas de la nueva planta, mediante un gran esfuerzo y dedicación pues como dije tuve que conseguir personal nuevo y supervisarlo de manera permanente.

A Don Luis ya no tenía que irlo a ver a su oficina, él tenía la costumbre de pasearse por el interior de la planta en construcción a distintas horas del día o de la noche, con las manos cruzadas a la espalda y cuando me encontraba, pues yo estaba allí todo el tiempo, su clásica pregunta era: ¿Cómo vamos? .

 

En un país estable, había muchas oportunidades de trabajo y era relativamente fácil conseguirlo si brindabas buen servicio, precio, calidad y cumplimiento y esa era la parte que a mí me tocaba hacer. Aquel grupo, Modelo, creció como la espuma y debo haber participado después en múltiples trabajos por lo menos en una veintena de sus plantas en todo el país, hasta el año de 1985 en que vine a radicar a Querétaro.

 

Un año después, en 1961, algo similar me sucedió en el IMSS, sin padrinos importantes, ni compadrazgos, un jovenzuelo ahora de 26 años fue presentado ante el Sub Director de Construcciones, el Arq. José María Gutiérrez, (el arquitecto Chema) que también en su pequeño y austero cubículo donde trabajaba, volteó a mirarme y dijo: "Esta bien, que le hagan una Orden de Trabajo por $100,000 y que empiece a trabajar"

Salí radiante de felicidad, eran como $450,000.00 actuales y lo que nunca me imaginé es que era solamente el principio. Todavía hoy, me puedo ver caminando por aquel pasillo del 9o. Piso del edificio de Reforma con una sensación de júbilo en mi corazón. Algo bueno estaba pasando.

Era una obra importante, la remodelación de la instalación eléctrica del Hospital de Gineco Obstetricia No. 1, de Gabriel Mancera, entonces conocido como Maternidad No. 1, allí era el principal aeropuerto de arribo de la "cigüeña" con un porcentaje importante de los bebés que llegaban a la ciudad y por lo tanto la obra tenía que hacerse sin interrumpir ningún servicio.

Se suponía que solamente íbamos a realizar algunas reparaciones menores, pero la obra creció y permanecimos allí más de un año ejecutando la remodelación completa  hasta su terminación.

De esa misma manera y con alzas y bajas y sin mayores relaciones, hicimos obra eléctrica para el IMSS en cuatro sexenios distintos. Nunca fuimos una gran empresa, pero siempre tuvimos el trabajo suficiente y necesario para el cual podíamos garantizar una buena atención personal.  

 

México crecía con rapidez, había problemas es cierto y entre otros a mí me parecía absurdo que no fuera posible importar equipo especial que en realidad no se fabricaba en México, pero que algunas empresas y con pésima calidad decían fabricarlo. Eso, que se denominaba pomposamente la "substitución de importaciones" era uno de los puntos débiles del "Desarrollo Estabilizador". Se pensaba que protegiendo a las pequeñas empresas mexicanas de la competencia exterior sería más fácil garantizar su supervivencia y disminuir la salida de divisas por concepto de importaciones.  Era evidente que no era la solución, pues sin competencia exterior, la calidad de los productos nacionales, salvo algunas excepciones,  era en verdad muy baja y además los precios muy altos.

Pero a pesar de aquello, la estabilidad económica del país le brindaba a pequeñas empresas como la nuestra, los "changarros" como dice Fox, la posibilidad de desenvolverse con pocos riesgos, pues los salarios mínimos se actualizaban cada dos años e igual cosa sucedía con las listas de precios de los fabricantes. Podías dar tu presupuesto y ejecutar el trabajo sin preocupación, sabiendo que la inflación no excedería de un 2 a 3 porciento en el año y el tipo de cambio estaría fijo en $12.50.

Otra maravilla de la época, era que la empresa, por ser de la rama de la construcción, pagaba un impuesto sobre la renta en base a un porcentaje del 3% sobre los ingresos totales y "san se acabó". No había cálculos complicados, ni obligación de llevar libros ni monsergas, solamente pagar un 3% de impuesto al fisco sobre lo que facturabas, presentando declaraciones mensuales. También aparte se pagaba un 4% sobre ingresos mercantiles que se incluía en la factura y se cobraba al cliente. Cuándo lo veo en retrospectiva no lo puedo creer, ¡era tan sencillo!.

 

Imagen de López Mateos y MAB 1964

 

 

López Mateos terminó su mandato en 1964.

Ya casado y con dos hijos (Maribel tenía menos de 2 meses) me quedé en la casa para ver por la televisión su último informe de gobierno y en verdad me sentía contento y orgulloso de saber que la economía del país crecía a un impresionante 11.7% en ese año y aunque la inflación andaba en en un "altísimo" 4.5%  ¡ANUAL! Las expectativas para el futuro gobierno eran buenas y no había peligro de turbulencias o devaluaciones pues nuestro peso ya se  consideraba en el medio internacional como una divisa fuerte.

 

El sucesor Don Gustavo Díaz Ordaz, no era simpático, era un poblano dientón y feo, a mí en lo personal no me agradaba mucho su presencia, pero cuando había tenido la oportunidad de escuchar sus discursos de campaña me había dado cuenta de que Dios nunca se olvida de ninguno de nosotros y a él,  a Don Gustavo, le había dado una voz fuerte y sonora que aunaba con impresionantes dotes de orador, manteniendo así la atención de quién lo escuchaba.

 

Según nos muestra la gráfica de Reforma,  Díaz Ordáz ganó su elección con un 88.6% de los votos y apenas un 11% de la oposición. Claro y como dije antes, había poco interés por votar y seguramente que el gran ganador seguía siendo el abstencionismo.

Pero como ya llevábamos un buen trecho, 11 años, sin sobresaltos, ni devaluaciones, no era tan importante quién gobernara si se mantenían las condiciones adecuadas para el crecimiento del país y todo indicaba, además, que así seguiría siendo. Al menos eso creíamos todos...

Don Gustavo tuvo varios aciertos en la selección de su gabinete, pero para mí lo fundamental era que repetía en la Secretaría de Hacienda, uno de los hombres mas reconocidos y que había demostrado habilidad para conservar la estabilidad del país en el sexenio anterior, aún a pesar de los devaneos de la "atinada izquierda", me refiero a Don Antonio Ortiz Mena.

De igual manera Don Gustavo dejó al "Regente de Hierro" (Dick Tracy como ya lo conocía toda la población) Don Ernesto P. Uruchurtu. ¡Sería su TERCER SEXENIO!

 

Y al menos durante los 3 primeros años del gobierno de Díaz Ordaz, 1965-1967, las cosas marcharon tan bien como todos habíamos supuesto y el país siguió  creciendo con estabilidad  y con tasas de crecimiento superiores al 6% anual, la inflación controlada por debajo del 3% y el tipo de cambio fijo a $12.50 por dólar.

 

Nuestro negocio, MyM, siguió adelante pero con algunos cambios, como fue la salida de una de las EMES, mi amigo y socio Mario Ramírez quién decidió dejarlo en 1962. A partir de entonces aunque continuaron las EMES, cambiaron de nombre a Manuel y Manuel, pues como recuerdan mi Papá había iniciado una nueva carrera con nosotros desde 1957 en el Taller Eléctrico. El era un gran administrador del dinero y su ayuda y su disciplina fue fundamental para salir adelante.

En verdad habíamos crecido al ritmo de nuestro país, pero el esfuerzo y el sacrificio también habían sido muy grandes, se había requerido de una disciplina muy estricta en el gasto, si es que deseábamos seguir trabajando para el IMSS y mi amigo Mario no la pudo soportar. Por fortuna nuestra separación fue en extremo amistosa y repartimos todas las cosas a la mitad.

El problema radicaba en que en muchas ocasiones el trámite de pago de una estimación del IMSS duraba hasta ¡NUEVE MESES! y changarros como el nuestro, aunque para entonces ya éramos S.A de C.V, se las veían negras para salir adelante, sobre todo si se toma en cuenta que nuestro negocio, el Taller, se inició con un capital de tan solo $1000.

Para los años de 1961 a 1964 habíamos tenido ingresos promedio de 1.5 millones anuales, equivalentes a unos  7 millones actuales y nos resultaba bastante complicado financiar los trabajos que se ejecutaban para el IMSS.  Para ello  requeríamos reinvertir hasta el último centavo y estirar el crédito que nos daban los proveedores, pues nunca recurrimos a los bancos.

Como olvidar aquellos días de nuestra oficina en el tapanco de Canal del Norte, que con miserables saldos en nuestra cuenta de cheques recibíamos a los que entonces eran representantes, mas que cobradores,  de los proveedores a los que debíamos facturas de materiales eléctricos y con los que llevábamos excelentes relaciones. Ellos comprendían nuestra imposibilidad de pagarles la totalidad de los adeudos. Papá era un excelente conversador y entre pláticas de política, que incluían, desde luego, tratar de adivinar quién sería el próximo "Tapado" del PRI para las siguientes elecciones, distraía la atención de aquellas gentes que terminaban por salir convencidos de abogar por nosotros ante sus jefes, para que nos esperaran un poquito más, hasta que saliera el pago de la próxima estimación del IMSS.  

Como podría olvidar, también, que en aquellos años todo estaba condicionado al IMSS y cuando mi mamá o mi esposa nos preguntaban: -Bueno y esto o aquello, cuando piensas que podremos hacerlo- la contestación siempre era la misma: HASTA QUE PAGUE EL SEGURO...

Lo único que hacía soportable la espera era el hecho de que nuestro dinero no se devaluaba y cuando finalmente lo recibíamos... compraba lo mismo. Todo ello gracias a que Don Antonio, estaba allí en Hacienda, realizando con eficiencia y pulcritud su trabajo.

 

En 1965, primer año de gobierno de Díaz Ordaz, los ingresos de nuestro negocio se redujeron prácticamente a la mitad, no podía concebir que mi primer hijo Manolito estuviese enfermo y que no tuviera remedio. Fue un golpe terrible y se reflejó claramente en nuestro desempeño. Manolito murió en diciembre de 1965.

 

La vida tenía que seguir y nuestro país y nuestra empresa siguieron adelante y estables durante 1966 y 1967.

Para 1968 todo parecía ir muy bien, estábamos a la espera de los XIX Juegos Olímpicos y México era el primer país latinoamericano que tendría el honor de organizarlos (de hecho y  a la fecha sigue siendo el único),  hasta que un día del mes de julio de ese año, un grupo reducido de jóvenes estudiantes de la Vocacional 2 del Politécnico tuvieron a bien pelearse a pedradas con los de la Preparatoria Ochoterena, incorporada a la UNAM en las cercanías de la plaza de La Ciudadela. Nadie habría imaginado que aquel incidente callejero desencadenaría un conflicto tan complicado y tan costoso en vidas, que estuvo a punto de causar la cancelación de los Juegos Olímpicos.

Este no es lugar para comentar el conflicto de 1968 en detalle, pero sirva nuevamente para ejemplificar porqué un mal manejo de una situación, al principio muy sencilla, condujo al país al borde de la desestabilización. Díaz Ordaz era un hombre enérgico, pero además obstinado y desde el inicio de su sexenio mostró su actitud autoritaria y cerrada con el conflicto de los médicos que trabajaban para el Seguro Social y Salubridad. Unidos organizaron un movimiento que perseguía como único fin  que les fueran aumentadas sus percepciones. Díaz Ordaz se negó a negociar y sofocó el movimiento con la fuerza pública, hasta nulificarlo sin darle solución.

Había órdenes estrictas de no permitir desordenes callejeros y aquella tarde de julio cuando unos jovenzuelos se peleaban a pedradas por problemas estudiantiles, el presidente estaba fuera de la ciudad y Corona del Rosal que ya era el Regente (Uruchurtu renunció en 1966) ordenó la entrada de los granaderos de la policía, que haciendo lujo de violencia, golpearon a placer a los estudiantes y además penetraron a las escuelas, incluso a la Prepa de la UNAM, por lo cual violaron la autonomía universitaria.

Esta actitud absurda, prendió la chispa, que continuó con posteriores agresiones e invasiones a escuelas de la UNAM, incluyendo después la intervención del ejército para derribar la puerta de la Prepa de San Ildefonso, con un disparo de Bazooka (el famoso Bazookazo).

Eso fue el colmo de la insensatez de Corona del Rosal y de Echeverría, que como Secretario de Gobernación y en ausencia del presidente, fue quién solicitó la entrada del ejército.

Imagínense como fue posible que Díaz Ordaz dos años después lo nombrara candidato a la presidencia por el PRI. En verdad que no lo entiendo... todavía

La testarudez de Ordaz y los errores garrafales del Regente y el Secretario de Gobernación, fueron dejando crecer el conflicto (me parece recordar algo parecido que sucedió en la UNAM hace unos meses, ¿no creen?) hasta llegar a la intervención de la UNAM por el ejército y la terrible matanza de Tlatelolco del 2 de octubre de 1968.

 

Nuevamente quién se llevó las palmas durante esta crisis fue el Secretario de Hacienda, Don Antonio Ortiz Mena, que al igual que lo hizo con López Mateos, sacó adelante la economía del país, a pesar de los graves disturbios y mantuvo la estabilidad en los precios y  el tipo de cambio y por si fuera poco logrando un crecimiento del 8.7 % durante ese año. Tiempo después el presidente reconocería que quién se había hecho merecedor a la mejor medalla durante los Juegos Olímpicos recién terminados, era su inteligente y eficaz Secretario de Hacienda.

 

Ahora también, ya sabrán quién ha sido mi Secretario de Hacienda favorito, el Lic Antonio Ortiz Mena, que aún vive y tiene ya más de 90 años de edad. Gracias a él México vivió una de las etapas, quizá la más larga, de estabilidad económica. Si a sus 12 años de desempeño en Hacienda, le sumamos 5 años de Ruiz Cortines  y 5 años de Echeverría sin devaluaciones, forman un largo período de 22 años de tipo de cambio fijo y de crecimiento sostenido, aunque la Inflación ya en el período de Echeverría dejó mucho que desear.

 

Imagen de Diaz Ordaz y de MAB en 1970

 

Esta larga etapa de crecimiento se dio con gobiernos emanados del PRI  que en cuatro sexenios consecutivos multiplicaron el crecimiento del país por 4.25 veces, es decir 425%.

Es por eso que en aquellos años y como lo dije antes, algunos, o muchos quizá, estábamos de acuerdo con las políticas gubernamentales.

En mi caso lo estuve hasta la salida de Díaz Ordaz, a pesar de su testarudez, porque lo que sucedió después, fue en realidad el inicio de la crisis que vivimos hasta nuestros días.  La inconcebible llegada al poder del nefasto de Luis Echeverría.......

 

Cuando en un negocio pequeño como el nuestro, sentíamos hasta 1970 que nuestro gobierno nos respaldaba y reconocía nuestro esfuerzo de estar creando 40 o 50 fuentes de trabajo que sustentaban a un número equivalente de familias, es seguro que quién dirigía aquella empresa se sentía un poco orgulloso de estar colaborando con su granito de arena al crecimiento de nuestro país.

Sin embargo con la llegada de Luis Echeverría  al poder, se acabó con aquel sentimiento y vino a crear una fuerte pugna entre la clase empresarial y sus trabajadores. Echeverría descalificó la política económica que había prevalecido por 12 años, aduciendo un inequitativo reparto de la riqueza y que por lo tanto, enarbolando la supuesta bandera de la "justicia social" iba a reivindicar a los trabajadores. Lo único que propició fue un gobierno populista y demagógico, con un terrible despilfarro en el gasto público y el inicio de la carrera ascendente del endeudamiento y la inflación

 

Nosotros en MyM, para 1969 habíamos hecho los planes de construir nuestro local propio que incluía espacio para Oficinas, Tienda y Bodega de Materiales, con una previsión de crecimiento en 2 pisos más para oficinas técnicas, pues nuestra meta a la larga era convertirnos en una compañía consultora, que se dedicara más al proyecto que a la construcción.

En 1971, quince años después de haber fundado nuestro Taller de Embobinado,  nos cambiamos al nuevo edificio y empezamos de inmediato a vivir la espantosa política populista del nuevo régimen. Todos nuestros planes se fueron viniendo abajo y en verdad muy pronto perdimos el entusiasmo por crecer y tener un mayor número de trabajadores y empleados.

 

Imagen del edificio de Rió Consulado

 

No nos faltó el trabajo, es cierto, porque el gobierno gastó mucho dinero de manera desordenada, pero al menos en mi sentir personal, ya no se percibía seguridad y por el contrario había mucho temor de que el gobierno acabara por socializar la economía de manera absoluta.

La pugna entre los grandes empresarios y Echeverría fue muy marcada, pues imagino que ellos al igual que a mí me sucedía, temían ser desplazados o intervenidos en sus áreas de trabajo. En esos años y como respuesta a la política populista de Echeverría nació el Consejo Coordinador Empresarial, que aglutinó a las principales asociaciones de empresarios y que servía como un escudo de defensa de la iniciativa privada contra las acciones del gobierno. También por esos días, en 1973 y de manera misteriosa y no aclarada fue asesinado uno de los más grandes empresarios regiomontanos el Sr. D. Eugenio Garza Sada. Echeverría tuvo el descaro de asistir a su sepelio.

La época de la inseguridad, los asesinatos y los secuestros había dado principio, gracias a la política populista de Luis Echeverría.

La inflación fue desbocándose año tras año y para contrarrestarla el gobierno decretaba aumentos de salarios de emergencia en ocasiones hasta 3 veces en un año. Aquello era ya el principio del fin.

Para 1976 el diferencial de inflaciones de México comparado con Estados Unidos era muy considerable y  por lo tanto nuestro peso estaba sobrevaluado por arriba de un 35%. Lo que tenía que pasar, pasó y para el 31 de agosto de 1976 el Banco de México se retiró del mercado de cambios y nuestra moneda quedó en flotación, determinando su valor por la oferta y la demanda. En el primer día el tipo de cambió pasó de 12.50 a 20.60 pesos por dólar

El largo período de estabilidad monetaria había terminado.

La "justicia social" prometida nunca la vimos y en 6 años Echeverría no hizo otra cosa que hacer crecer la economía a mucho menor ritmo que el sexenio anterior, bajando el crecimiento acumulado del 49% del sexenio anterior al 34%, pero además, con una inflación descontrolada, 137% en el sexenio, que a final de cuentas es el peor impuesto que se le impone a un pueblo, pues lo empobrece en grado superlativo Por si fuera poco  la deuda externa había pasado de 4,262 millones de dólares en 1970  a la estratosférica  suma de 19,600 millones de dólares para fines de 1976. UN ENDEUDAMIENTO DEL 360% TAN SOLO EN SEIS AÑOS. La inflación en 1976, último año de gobierno, llegó al 27.2%  y el tipo de cambio  se incrementó en 76%.

La característica del sexenio habrá sido el excesivo y marcado abuso del populismo demagógico aunado a un absurdo deseo de estatizar la economía, pues para entonces el Estado ya era "dueño" de 272 empresas y organismos descentralizados, la mayor parte de ellos muy mal administrados y arrojando por lo mismo un alto déficit de las finanzas del gobierno federal, que se financiaba con préstamos o bien activando la "maquinita de hacer dinero" sin respaldo.

 

Para aquel entonces ya sabíamos quién era el sucesor en la presidencia del país, pues las elecciones habían sido en julio de 1976, poco antes de la devaluación y ya desde tiempo atrás con tristeza habíamos visto que el elegido por Echeverría había sido su amigo José López Portillo, que tomaría posesión el 1o. de diciembre.

Una vez más estábamos viviendo el inicio de una gran tragedia para nuestro país, era a todas luces una selección equivocada.  Y si digo selección  es porque la elección había sido una farsa, los demás partidos ni siquiera habían presentado candidato.

 

Seis años de ajetreada política populista habían terminado con la estabilidad económica de nuestro país, pero no conforme con ello Echeverría,  que ya había expropiado 70,000 hectáreas  de fértiles tierras de riego en los Valles del Río Yaqui y el Río Mayo de Sonora, arengaba a los campesinos a defender sus derechos y sin que nosotros, los ciudadanos comunes y corrientes lo comprendiéramos, pues había ya un presidente electo, les expresaba que no se preocuparan y que continuaría visitándolos aún después de dejar el poder.

Esos últimos meses de 1976, como suele suceder por un bache de nuestra Constitución que crea un vacío de poder, fueron  terribles para nuestro país. Una ola de rumores corrían de boca en boca, desde que Echeverría se convertiría en otro Plutarco Elías Calles iniciando un nuevo maximato, hasta que estábamos a punto de convertirnos en un país socialista al dar Echeverría un golpe de estado.

La verdad es que yo tenía mucho temor. Ya no me importaba nada, ni mi país, ni mis trabajadores, ni lo que tenía, si algo así sucedía yo me salía del país con mi familia.

Así como yo, habíamos muchos y para irnos necesitábamos dólares. ¡Había que comprarlos... !

Hoy cuando lo veo claramente en mi pasado, que tristeza me da, nuestro país se estaba haciendo pedazos, como siento en verdad que haya sucedido así.

 

Por esos días en una actitud valiente y dirigido claramente a Echeverría, salió en Excelsior un cartón denominado "Tú". Ustedes lo pueden ver enseguida (anexo) y al leerlo podrán darse cuenta de lo que nuestro presidente (con minúscula) estaba haciendo con nosotros los mexicanos.

La primera vez que lo leí, después de cada párrafo, mi mente mostraba acuerdo y  yo asentía con la cabeza pensando: -Que razón tiene Quezada",  pero cuando llegué al final y me di cuenta que lo allí escrito eran palabras de Abraham Lincoln, digno Presidente de los Estados Unidos, que luchó por la libertad de los esclavos del sur y finalmente dio la vida por ellos, pues fue asesinado; me quedé verdaderamente perplejo, que razón tuvo al escribir aquello. Hacía más de 100 años que estaban allí sus palabras y  para entonces Abel Quezada, (un genio) las aplicaba con muy exacta precisión a lo que estábamos viviendo entonces. ¡Ni más, ni menos!

Aunque ya era demasiado tarde para que Echeverría recapacitara, el daño ya estaba hecho, decidí recortar ese cartón y guardarlo entre mis recuerdos. Hoy ustedes tienen la oportunidad de verlo y vale la pena, pues lo que dice sabemos que es aplicable en cualquier tiempo y en cualquier caso.

Abel Quezada fue un ilustre mexicano, caricaturista y escritor reconocido internacionalmente, que por desgracia ya falleció.

 

Imagen del cartón de Abel Quezada

 

Ahora que hemos llegado a éste punto, ya mis hijos y sobrinos y algún otro despistado que haya llegado hasta aquí, sabrán bien cuando dejé de apoyar a los gobiernos del PRI.

Si, Maribel esa era la época en que te decía que mejor iba a votar por "El Gallito", no porque supiera quienes eran ellos, simplemente porque me sentía defraudado del PRI. No imagino con claridad lo que pensaría Don Antonio Ortiz Mena, que para esa época ya era Director del BID (Banco Internacional de Desarrollo). Es muy probable  que estuviera de acuerdo conmigo.

 

Echeverría con su "slogan" de ARRIBA Y ADELANTE, nos dejó a todos los mexicanos viendo para ARRIBA como subían los precios y ADELANTE al horizonte, con una terrible incertidumbre.

Fue tan terrible el impacto que tuvo en mí la política populista de Luis Echeverría, que los planes que teníamos de crecer en nuestra empresa MyM fueron desechados para siempre. Para 1977, que marcaba el inicio del sexenio de López Portillo, ya habíamos tenido que cerrar la tienda de materiales eléctricos, entre otras cosas por la inseguridad que existía desde entonces y además construimos otras oficinas más pequeñas y adecuadas al tamaño de empresa que deseábamos  en la Av. Barras 30 de la Colonia Lindavista. Solamente 6 años habíamos utilizado el edificio de Río Consulado que con tanto esfuerzo se había construido en 1970.

 

Imagen de Oficinas de Barras 30  y MAB en 1977  

 

Con la llegada de José López Portillo a la Presidencia "elegimos" al mejor..., si claro, estoy diciendo que elegimos al mejor "ACTOR" que en toda la historia ha tenido nuestro país, aunque después hubo otro que le compitió bastante bien.

No hubo maximato, Echeverría se fue a formar su Centro de Estudios Económicos del Tercer Mundo, (vaya forma de tirar el dinero) pero eso sí, López Portillo fue una versión corregida y aumentada del predecesor.

Casi un rey, todas las decisiones se tomaban en la presidencia....... y con el estómago no con la razón. Algún periodista escribió que López Portillo convirtió a su gobierno en “una corte palaciega, aristocratizante y rumbosa empeñada en un afán de enriquecerse hasta proporciones de escándalo”. Sus principales características fueron la corrupción, la frivolidad y el nepotismo.

Le apostó al petróleo, que no era mala idea, pero si evidente para la gente pensante, que era ya muy fuera de tiempo.

Quiso que México se convirtiera de importador neto de petróleo y derivados, que ya éramos para entonces, en un exportador de los primeros del Mundo.

Quiso hacerlo de la noche a la mañana, sin analizar el costo y el posible beneficio.

Como no teníamos dinero para hacerlo a ese ritmo, se dedicó a pedir prestado a todos los países de la Tierra y si hubiera sido posible... también del Universo.

Nos prestaban en especie y nos llegaban equipos, materiales y maquinaria que se amontonaban y se echaban a perder en los muelles de nuestros puertos.

Cuando estuvimos listos con plataformas, oleoductos, muelles y producción. ¡Oh sorpresa!

LOS PRECIOS DEL PETROLEO EMPEZARON A BAJAR.

Una vez más estábamos llegando tarde al reparto de la riqueza, éramos el país del "mañana".

 

Nuestro primer ACTOR, nos había dicho que debíamos  "prepararnos para la abundancia", era increíble, ahora ¡Éramos Ricos!

Nuestro primer ACTOR, nos había dicho "o nos pagan el gas al precio que nosotros fijamos, o en el caso contrario ¡mejor lo quemamos!

Nuestro primer ACTOR, nos había dicho "defenderé nuestro peso como perro".

 

Sin embargo la realidad fue muy otra,  nuestra economía ficción iba nuevamente en picada. Por otros seis años (ya estábamos a punto de cumplir La Docena Trágica), la inflación había seguido galopando, seguramente como un vívido recuerdo de aquel día que el candidato, José López Portillo, tuvo la ridícula idea de entrar a caballo y a pleno galope con toda su comitiva, para encabezar un mitin de campaña en un pequeño poblado de la república.

Como digo, en ese sexenio la Inflación galopó a un increíble y desconcertante ¡459%!. Pero además el tipo de cambió se fue a las nubes al pasar de 22 pesos por dólar hasta 150 pesos por dólar o sea que creció un ¡582%!

Para no quedarse atrás la Deuda Externa pasó de 19,600 millones de dólares en 1976 a la inconcebible cifra de ¡58,874 millones de dólares! , se calcula que dicha cifra equivaldría hasta un ¡90% del PIB! de ese año y representó un crecimiento del  200% en el sexenio.

No todo había quedado allí, la fiebre estatizante de López Portillo lo había llevado a comprar una gran cantidad de empresas quebradas, que ahora sumadas a las 272 que le entregó Echeverría, daban la increíble cantidad de ¡1155 empresas estatales y paraestatales!

 

¿Y que pasaba con MyM para entonces?  Las cosas parecían haber llegado al límite de lo soportable, al menos en lo referente a tener que trabajar en una economía de precios ascendentes a la cuál no acabábamos de acostumbrarnos. Ya Echeverría había iniciado la carrera de precios desde 1971, pero ahora en los últimos dos años de López Portillo la situación era muy crítica.

Después de 1981 preferimos no volver a contratar ningún trabajo con el IMSS, pues el riesgo que se corría era muy alto, dado que para entonces dichos trabajos se otorgaban por concurso y las cláusulas de ajuste de precios, a partir de aquel entonces tan populares, no funcionaban adecuadamente y actualizar precios era una verdadera odisea.

Mi Papá, la otra EME del negocio, ya para entonces se había vuelto a jubilar, pues aunque parezca increíble, para 1982 habían pasado ya 25 años de que se fundó el Taller Eléctrico MyM en 1957 y él obtuvo una segunda, pequeña pero al fin pensión, del IMSS y había dejado la empresa, para radicar en Cuernavaca con mi Mamá.

Sí había mucho trabajo, pues el "boom" petrolero había detonado el crecimiento económico, pero para entonces decidimos trabajar solo para la iniciativa privada, que en su mayor parte era el Grupo Modelo.

 

 

 

Para fines de 1982, se acercaba ¡por fin! la salida de López Portillo y la llegada de su sucesor que sería Miguel de La Madrid. Todos deseábamos que pasaran pronto los días y que nuestro primer ACTOR en su último Informe de Gobierno, diera de manera natural un informe de la crítica situación económica y se fuera a descansar antes de tomar alguna más de sus arrebatadas decisiones, pero nuestros fervientes deseos no se cumplieron y por desgracia no fue así......

 

En un "dramático” último informe de gobierno, quizá más por llamar la atención, pues para esos días nadie lo tomaba en cuenta,  López Portillo tuvo a bien decretar la estatización de la Banca Nacional y establecer además un régimen de control de cambios.

Eso era lo único que nos faltaba para acabar de arruinar la economía del país; sin embargo mediante excepcional pieza oratoria, hizo gala de sus grandes dotes de primer ACTOR y derramando lágrimas ante el micrófono  haciéndonos creer que en verdad había sido una víctima de los banqueros "vende patrias", saqueadores del país, tomó una más de sus arrebatadas decisiones de muy graves consecuencias en los años subsiguientes y actuales.

Nunca he apoyado a los banqueros, pero pienso que lo sucedido en 1982, fue más la culpa del Gobierno, por haber permitido que la economía llegara hasta ese extremo de inestabilidad,  propiciando la fuga masiva de capitales en dólares a los bancos del extranjero, (encabezada por Durazo, Hank González y otros muchos funcionarios públicos) que a la falta de nacionalismo de los empresarios y banqueros.

Hasta donde entiendo las arcas nacionales habían quedado vacías, la reserva de divisas en moneda extranjera estaba prácticamente agotadas y por lo tanto el país estaba a punto de declarar la "moratoria" de pagos al extranjero.

Aunque a muchos no les llamaba la atención ver y escuchar los Informes de Gobierno, yo tenía la costumbre de seguirlos con cierto cuidado y más para esta ocasión en que la situación del país era tan crítica y confusa. Por tal razón aquella ocasión prendí mi televisión pequeña, que entonces tenía sobre el escritorio de mi oficina de Barras 30 y con toda mi atención me puse a escuchar aquel histórico informe, como decía mas arriba todos queríamos que terminara sin sobresaltos, dejando el camino abierto para que tomara posesión el siguiente mandatario.

Debo reconocer que aquel hombre, a pesar de que yo no comulgaba con sus ideas de estatizar la economía y tomar decisiones sin previo consenso,  me había ido envolviendo con su discurso y a tal grado que cuando terminó llorando en verdad me conmovió.  Un grito desgarrador culminó su discurso y refiriéndose a los banqueros dijo “Ya nos saquearon, ¡No nos volverán a saquear!

Cuando salí de la oficina para ir a comer a la casa estaba tan confundido y hasta cierto punto convencido de que aquello era lo mejor para el país, que en cierto momento me dije: -épale pues que te pasa...... no te das cuenta que lo que está haciendo va en contra de tus principios fundamentales-  y fue entonces cuando desperté y me di cuenta de lo terrible de aquellas medidas. No conforme con haber llegado a 1155 empresas propiedad del gobierno, ahora se iba sobre los bancos. En verdad que eso era terrible,,,    

 

En esa crítica situación el primero de diciembre de 1982, tomó posesión como nuevo presidente Miguel de La Madrid Hurtado, que hasta donde yo supe, y aparentemente no fue informado previamente de la decisión de López Portillo de estatizar la Banca y declarar el Control de Cambios, pero claro, en su discurso de toma de posesión no dijo una sola palabra.

Sin embargo no dejó de mostrar su auténtica preocupación por la situación que se vivía, cuando expresó: “No permitiré que el país se me deshaga entre las manos”

 

Hablar mucho de Miguel De Lamadrid es imposible, pues para mi personal punto de vista su mandato fue gris, por no decir que negro y sus actitudes fueron tibias.

Es cierto, heredó un país en la más completa ruina, sin divisas en la reserva, con inflación galopante, endeudado hasta la máxima expresión y con la industria petrolera rumbo a la quiebra por los bajísimos precios del petróleo de exportación.

La Banca había dejado de ser mixta, pues no conforme con los bancos que ya eran del gobierno desde antes de septiembre de 1982, como Banco del Atlántico y Banco Mexicano, ahora López Portillo había estatizado los restantes.

El ridículo e imposible “control de cambios” de un país que tiene 3000 Km de frontera con Estados Unidos pesaba mucho sobre la economía del país.  

Su Secretario de Hacienda Don Jesús Silva Herzog recorría el mundo como embajador itinerante, suplicando a los bancos privados, a quienes se les debían mies de millones de dólares, que por favor (y casi de rodillas) le renegociaran las deudas. ¡Era en verdad una vergüenza!

Durante 26 meses, más de 2 años, México no recibió un solo crédito internacional. Nadie creía en nosotros.

 

Pero eso no fue todo, para 1985, el 19 de septiembre de 1985, un terrible sismo bamboleó la orgullosa capital de la República, derrumbando cientos de edificios y matando a miles de personas.

Era lo único que faltaba para terminar de desmoralizar a nuestro “todopoderoso” primer mandatario, pues al contrario de lo que el pueblo habría esperado  De Lamadrid nunca apareció para apoyar a su pueblo en desgracia. Más hizo nuestro “medio” compatriota Plácido Domingo que nuestro “presidente” de la República.

 

Desde un principio se dio por vencido para controlar la inflación que verdaderamente nos estaba asfixiando y dejó que alegremente siguiera cabalgando y empobreciendo al ya de por sí, empobrecido pueblo.

¿Y el tipo de cambio? Muy bien gracias.  También galopando alegremente (deslizándose como se decía entonces) al ritmo de la inflación. Vean la evolución de la inflación y el tipo de cambio en su período:

 

Año

1983

1984

1985

1986

1987

1988

Acumulado

Inflación

90.9%

59.2%

63.7%

105.7%

159.2%

51.7%

¡¡ 3710% !!

Tipo de Cambio

197.45

250.0

475.0

924.0

2209.7

2281.0

¡¡ 1421% !!

 

Que opinión se puede tener de un presidente, cuando aprecias (o desprecias) los resultados anteriores, sino es de la más completa reprobación. Tan sólo baste decir que en tres sexenios consecutivos, el poder adquisitivo del salario mínimo vigente había disminuido hasta en un 53%, comparado con el del año 1970. Esto significa que un salario mínimo de 1988, compraba solamente el 47% de lo que compraba en 1970. En verdad...¿Esa era la justicia social a la que quería llegar Echeverría?

 

De Lamadrid tuvo muy pronto que dar marcha atrás en el control de cambios y como digo arriba, dejó que nuestro peso se fuera deslizando de manera estrepitosa, algo que claro, era inevitable si no se había hecho absolutamente nada para controlar la inflación.

Pero también, a final de cuentas, dio las facilidades para crear la Banca Paralela, pues dejó que la iniciativa privada conservara y administrara las Casa de Bolsa y la gente  mostró  más confianza en llevar su dinero con ellos, que con la banca del estado.

 

Todavía faltaba un “chicotazo”  más a la endeble economía de las familias de clase media, el famoso “boom” de la Bolsa de Valores en 1987, que llevó a miles de pequeños ahorradores a invertir su dinero en acciones de bolsa. El auge de la bolsa era tan impresionante que no conformes y sin nadie que les hubiera asesorado o prevenido del riesgo que corrían, muchos pequeños inversionistas vendieron sus casas,  para invertir el dinero en acciones ganadoras.

Esa fue la época en que más que ver las noticias en la tele, la gente esperaba saber cuanto habrían subido sus acciones en la sesión de la bolsa de valores del día.

Fue una terrible injusticia y una vez más miles y miles de personas perdieron sus ahorros y sus casas, cuando la Bolsa, como suele suceder, cayó de manera inesperada.

Nadie, ni el gobierno, ni las propias Casas de Bolsa advirtieron a los inexpertos inversionistas del grave riesgo que corrían.

 

Así penosamente fue llegando al final, el gris sexenio de Miguel De Lamadrid  y salvo el hecho de haber “entendido” que el gobierno tenía que irse desprendiendo del terrible lastre que formaban las empresas estatales y la necesidad de afrontar la apertura comercial, impulsando poco a poco las exportaciones y permitiendo las importaciones de productos, así como la entrada de México al sistema GATT, muy poco fue lo que dejó este triste sexenio.

 

Para colmar los fracasos, las elecciones para nuevo presidente de la República fueron corruptas y fraudulentas, por primera vez en la historia del PRI, se puso en duda seriamente que su candidato Carlos Salinas de Gortari hubiera ganado la cantidad de votos necesarios para demostrar su mayoría. El sistema de cómputo, manejado por Manuel Barttlet y sus secuaces sorpresivamente dejó de funcionar, mientras se hacían los acomodos necesarios para favorecer a Salinas.

El monolítico Sistema estaba empezando a caer, ya no era sostenible. Los mexicanos ya no lo aceptábamos más.

 

Pero que fue lo que pasó con aquella pequeña empresa, MyM , que había nacido con tanta ilusión y confianza en el futuro de nuestra Patria........Pues nada, ...  MyM se acabó.

Muchas razones acabaron con ella, pero quizá la de más peso fue ver como a final de cuentas, nuestro país..... “sí se nos deshizo entre las manos”.

 

Esos acontecimientos nacionales tuvieron influencia de manera directa, pero es interesante observar que también la tuvieron de manera indirecta.  Pero vayamos viendo como fue aquello:

 

Había comentado que en 1981 decidimos no trabajar más para dependencias del Gobierno Federal, por el terrible riesgo que entrañaba sostener precios en una economía que corría a grandes zancadas hacia la hiperinflación. Pues bien 1982, confirmó mis sospechas y ya hemos visto como nuestro país se vino abajo en la que parecía ser hasta entonces, la peor crisis económica de nuestra historia.

Sin embargo nuestro negocio estaba sólidamente cimentado, no debíamos un solo centavo, teníamos dos excelentes trabajos, Cebadas y Maltas y Cervecera del Trópico del Grupo Modelo y posiblemente el mayor número de trabajadores de nuestra historia, que sobrepasaban los 100. Además la empresa era dueña del edificio de 5 pisos, sobre la rama norte-oriente del Circuito Interior.

No podíamos decir que aquellas obras fueran de las mejor pagadas, pero si que eran muy importantes y en el caso de Cebadas y Maltas habíamos hecho todo el proyecto y diseño general, que era enorme pues incluía una subestación de acometida de 115 KV. y después toda la obra eléctrica interior.  

Después de 12 años de vivir dentro de una economía nacional de pura ficción, me había visto obligado a convertirme en algo así como Ingeniero Administrador y dejar atrás la ingeniería eléctrica, que era realmente mi profesión. Así que para fines de 1982, veía con suma desconfianza el futuro de nuestra empresa, dudaba que terminados los trabajos que menciono quizá en 1983 o principios de 1984, encontrara con facilidad nuevos clientes.  Para nadie era secreto saber que lo primero que se cae durante una fuerte crisis es la industria de la construcción, pero no era solo eso, pues bien sabía que cuando había fuertes crisis de trabajo, las grandes empresas constructoras no dudaban en invadir los nichos que en condiciones normales no eran de su interés y que correspondían a empresas usualmente, de nuestro nivel.

 

Pero además la salud no andaba muy  bien, me había subido bastante la presión arterial en ese mismo año y los medicamentos ni me curaban y hacían que me sintiera peor, cada llamada de teléfono en la que recibía alguna noticia desagradable, inquietante o imprevista, que eran tan frecuentes en aquella época, como por ejemplo que no saldría el cheque prometido, hacía que me sintiera mal. Esa era una razón importante que debía de evaluar también.

Por otra parte nuestra gran ciudad se había vuelto sumamente peligrosa, mis hijos estaban creciendo y sentía que no era el mejor sitio para que estudiaran sus carreras profesionales. Y así hubo varias razones más que inclinaban la balanza hacia el abandono de la ciudad de México, como era la terrible contaminación y el stress permanente del tránsito capitalino y los asaltos.

Para principios de 1983 ya habíamos tomado la decisión, era mejor retirarse del negocio en ese momento cuando todo marchaba muy bien y después salir de México. Elegimos a la ciudad de Querétaro como punto de residencia, sin embargo no fue hasta fines de aquel año cuando realmente dimos los pasos necesarios para salir y después poco a poco, como fueron terminándose las obras que teníamos en proceso, con mucha tristeza y paulatinamente fuimos  dando de baja el personal. Algunos de ellos ya habían cumplido los 20 años trabajando con nosotros.

Para agosto de 1984 ya estábamos radicando en Querétaro y aunque MyM no murió por ser propietaria del edificio, jamás volvió a construir nada desde aquel año. Tristemente se acabó.

 

Imagen de Jardines y MAB en 1984

Hablar de la llegada de Salinas de Gortari (la hormiga atómica como decía mi papá) al poder, es un poco difícil en la actualidad, pues lo hemos culpado de todos y cada uno de los males que nos aquejan actualmente. Y es muy probable que así sea, sin embargo cuando comparo el sexenio de López  Portillo con el de Salinas, encuentro grandes diferencias. El primero no dejó nada, salvo el país en ruinas, Salinas al igual que De Lamadrid al menos dieron algunos pasos importantes para corregir los graves errores de la estatización de la economía.

Salinas abrió la economía del país y dio paso a las grandes empresas que trajeron capitales, nuevas tecnologías y fuentes de trabajo. Salinas concretó la firma del TLC y hasta fines de 1993, casi todos le reconocíamos grandes méritos.

El primero de enero de 1994, todo cambió y a partir de ese momento cometió gravísimos errores, el paso del tiempo nos dará la oportunidad de juzgarlos mejor.

 

El caso de Ernesto Zedillo  Ponce de León es cosa aparte, al igual que Miguel de Lamadrid tomó el poder en un momento de grave crisis en el país y todo lo que muy hábilmente le había ocultado Salinas acabó por explotarle entre las manos. Esto dio lugar a la más grave crisis económica que ha vivido nuestro país en toda su historia. Dicha crisis por el contrario de otras alcanzó a todos los sectores de la población.

Pero la diferencia, si comparamos con  lo que hizo de Lamadrid en su sexenio, fue que Ernesto Zedillo logró sacarnos de la crisis de la manera más rápida posible, bajando poco a poco la inflación y controlando de manera inteligente el tipo de cambio, para desembocar en el último año de su sexenio, con una economía fuerte y relativamente sana, lo que nos ha permitido tener una transición tranquila y sin sobresaltos.

Recuérdese que además tuvo que sortear el rebote de las crisis económicas del Lejano Oriente (Japón y los Tigres Asiáticos) y la de Brasil en Sudamérica.

Finalmente, culminó la reforma electoral convirtiendo al IFE en organismo autónomo e independiente del Poder Ejecutivo Federal y en las elecciones de 1997 y del 2000 que fueron en extremo limpias y tranquilas se le dio el triunfo a la oposición. En ambos caso reconoció de inmediato los triunfos tanto de Cárdenas en el D.F. como de Fox  en nuestro país

Imagen de Zedillo y MAB en el año 2000

CONCLUSIONES

Para quienes hayan seguido el hilo de este escrito, si es que tuve éxito en explicarlo, habrán entendido que la idea fue demostrar que un gobierno no necesariamente tiene que ser bueno porque es o no es del PRI o de cualquier otro partido. Un gobierno es bueno cuando la cabeza y sobre todo los hombres clave de su equipo lo son también.

 

Vimos como durante 5 sexenios consecutivos desde Manuel Avila Camacho en 1941 hasta el final de Díaz Ordaz en 1970, nuestro país tuvo 30 años de crecimiento sostenido, inflación controlada y muy bajo nivel de endeudamiento con el exterior. Con gobiernos del PRI, durante este largo período el crecimiento del país fue del 535%, es decir crecimos 5.35 veces en 30 años.

 

Sin embargo durante 5 sexenios consecutivos desde Luis Echeverría en 1971 hasta el final de Ernesto Zedillo en 2000, nuestro país se caracterizó por la inestabilidad, la inseguridad, la desconfianza y el riesgo imprevisible, la inflación galopó alegremente y el endeudamiento se volvió asfixiante. También con gobiernos del PRI en este período crecimos un 185%, es decir apenas 1.85 veces en 30 años.

 

Todo esto confirma lo dicho arriba, pero además demuestra que la falta de democracia real, nos impedía a los ciudadanos poder decidir quién nos gobernara y los gobiernos sucesivos de un mismo partido, buscaban siempre la manera de ocultar los errores cometidos por el anterior.

Por ese motivo fue que a partir de 1971, acabé por perder la fe en los gobiernos del PRI, pero claro menos aún habría creído en un gobierno de izquierda como el de Cárdenas. Bastante tuvimos con 12  trágicos años de izquierda estatizante que fue la causante principal de todos nuestros males actuales.

 

La llegada de Fox  a la presidencia de este país, es apenas una esperanza, era muy necesario un cambio y fue por ello que terminé votando por él, pero todavía nos falta mirar adelante y lograr que nuestras expectativas se cumplan. Debemos ayudarlo, es cierto, pero también lo es que por fortuna y gracias a Zedillo, nuestro país ya no es igual, el presidente dejó de ser todopoderoso y si no cumple, podremos exigírselo y reclamárselo. Esa es la gran diferencia.

 

Es muy posible que haya logrado transmitir de que manera, positiva o negativa, influyen en la vida particular de una familia o de una pequeña empresa, como la que yo tuve, los aciertos, los engaños y los errores de los gobiernos en turno. Espero que esto sirva también como una enseñanza  para los jóvenes que  administran pequeños negocios en la actualidad.  La administración con sentido común, el bajo endeudamiento de las empresas y un conocimiento general de cómo operan las distintas variables de la economía, es imprescindible en estas épocas y no debe actuarse de manera en exceso agresiva, sin antes tomar en cuenta los posibles riesgos del país en que vivimos. La experiencia anterior, aquí descrita, es más que elocuente.

 

Si me gustaría reconocer que no todos los funcionarios públicos que nos han gobernado en estos 60 años tuvieron que ser corruptos e ineficientes, muchísimos hombres honestos y cumplidos habrán estado  por allí cumpliendo con su deber, pero yo quisiera para terminar este escrito mencionar los nombres de los que pienso dejaron su huella imborrable al paso de nuestra historia:

 

Gral. Manuel Avila Camacho, el presidente caballero y negociador

Don Adolfo Ruiz Cortines, presidente honesto y ordenado.

Lic  Adolfo López Mateos, presidente muy querido por el pueblo, excelente publirelacionista.

Don Antonio Ortiz Mena, el mejor secretario de Hacienda de toda la historia de México

Don Ernesto P. Uruchurtu, el Regente de Hierro que transformó la ciudad de México .

Ernesto Zedillo Ponce de León, el verdadero presidente del cambio.

 

Una sola pregunta final. ¿Han llegado a pensar que podría haber pasado en este país si Díaz Ordaz  deja a otra persona en la presidencia, en vez de Luis Echeverría?

Estén pendientes......

ELE I


Se terminó de escribir en la ciudad de Querétaro el día 25 de septiembre de 2000 y espero que a mi hija Maribel le haya gustado y le resulte finalmente ilustrativo

 

Eres el visitante:

Abril de 2001
¿Le fue útil esta página?
Mucho Algo Nada
Datos Opcionales:
Nombre
E - mail.
¿Algún comentario adicional?

Gracias por su tiempo.

Para ver estos textos con sus imágenes originales oprima aquí

Ir a la Sección sobre Economía

SITIOS AFINES:
Conoce: www.mexicomaxico.org

Conoce: Portal Aquí Querétaro

 

 

 

Derechos Reservados -
Última revisión:
Lunes, 20 Junio 2005.