Nació el 23 de diciembre de 1915, hijo de Luis G.. Figueroa
Amman y de Rosa Moreno Rodríguez. Estudio la primaria en la
escuela “Pensador Mexicano” y la secundaria en la “4”, ambas
en la colonia Santa Maria la Ribera, zona de la ciudad
en la que viviría una buena parte de su vida. La preparatoria
la cursó en las instalaciones de San Ildefonso en el centro y
luego empezó la carrera de medicina, la cual no era
exactamente lo que buscaba y por ende la dejó para iniciar
entonces sus estudios de filosofía. Posteriormente ingreso a
la Escuela de Mascarones de la UNAM para cursar la
licenciatura en Ciencias Sociales.
Durante su juventud fue un hombre muy
deportista, ya que practicó la natación, el béisbol, sóftbol,
fútbol americano, fútbol soccer, boliche, atletismo y gimnasia
olímpica. Fue parte de la Acción Católica de la Juventud
Mexicana y posteriormente de los Caballeros de Colon y del
partido Acción Nacional.
En la década de los cuarenta inició su
labor docente en el Colegio Tepeyac, institución a la que le
dedicó 33 años de su vida laboral, y en la que fue
Director Técnico de la preparatoria durante varios años. En
esta escuela impartió clases de historia de México, de lógica
y de ética y fue en esa época cuando estableció una cordial
y fructífera amistad con el padre Lambert J. Dehner.
Fundó el periódico “Horizontes,“ en el cual escribían los
estudiantes y le dio el apodo de “Frailes” a su famoso equipo
de fútbol americano, además de que entrenaba de manera
gratuita a alumnos que practicaban diferentes deportes. Además
de su calidad docente y de su calidez humana, también fue
reconocido por defender y apoyar a estudiantes que llegaban a
mostrar problemas para seguir sus estudios. Durante esta
década tuvo un intenso noviazgo con Blanca Perea, con quien se
casó en Enero de 1948 y con quien tuvo siete hijos y cuatro
hijas.
En la década de los cincuenta fue reportero
de deportes en el periódico Esto, de manera especial en
deportes como el fútbol americano y el atletismo, además de
escribir sobre volley ball de mujeres y sobre básquetbol
y gimnasia olímpica en hombres. Incluso fue reportero el día
que se inauguró el estadio de Ciudad Universitaria con un
clásico entre el Politécnico y el equipo de la Universidad
Nacional Autónoma de México en 1952. Como buen periodista era
muy rápido en la máquina de escribir, incluso usando todos los
dedos de sus manos.
Durante la década de los sesenta impartió
clases de historia de las doctrinas filosóficas y de lógica en
el Colegio Guadalupe y apoyó al Colegio Mercedes y al Kinder
Lindavista. Posteriormente comenzó a dar clases de
lógica y ética en varios planteles de la Escuela Nacional
Preparatoria (ENP) de la UNAM, en especial en la 4 de Tacubaya,
la 6 de Coyoacán y la 9 de insurgentes. Nunca quiso cambiar
este trabajo por clases en el nivel de licenciatura, ya que
estaba convencido que había que trabajar más intensamente con
estudiantes desde su adolescencia y eso lo estimulaba
enormemente. Fue con estos estudiantes con los que siguió
trabajando hasta el día de su muerte a principios de los
ochenta e incluso a su velorio asistieron muchos de sus
alumnos de la ENP.
A principios de los sesenta obtuvo
finalmente su titulo universitario en Ciencias Sociales,
después de que había nacido el décimo de sus once hijos e
hijas. Se tituló con una tesis en la que analizaba los
elementos que consideran los estudiantes para elegir una
carrera universitaria. Impartió también clases de Psicología
Criminalística a agentes de la Procuraduría de Justicia.
A principios de los setenta dejó el Colegio
Tepeyac y continuó su labor docente en el Colegio Margarita de
Escocia, donde fue Director Técnico de la Preparatoria, aunque
se concentro cada vez más en su querida Universidad Nacional
Autónoma de México, a través de sus estudiantes
preparatorianos. Paralelamente fundó equipos de fútbol soccer
a los que invitó a sus propios hijos, a sobrinos y a alumnos,
ya que además del gusto por el deporte, quería mantener
activos a los jóvenes para sacar la gran energía que tienen.
En el ámbito familiar acompañó y estimuló
la igualdad de oportunidades educativas para sus hijos e
hijas, además de ser una persona muy hogareña. Su querida
esposa destaca que además de buen padre y compañero, era un
'excelente amante'. Tenía un gusto especial por el café y el
cigarro, además de que disfrutaba de la música, del cine y de
la lectura, aficiones que les transmitió a sus hijos e hijas.
Entre sus grandes amigos y amigas se
encontraban Eduardo Ibarguengoitia, Ignacio Arreola, Elena
Jeannette, José González Torres, Francisco Quiroga, Domingo
Álvarez, Fernando Cataño, Miguel Manssur, José Ortega y Terán,
Eusebio Escobar, Leovigildo Figueroa, Berta Esquivel y Eusebio
Castro.
Falleció el 19 de marzo de 1982 por un
padecimiento en la vejiga. Para entonces ya habían nacido tres
de los 16 nietos que don Víctor y su esposa Blanca tuvieron
durante el mismo siglo XX.
Recopilación por:
Juan Guillermo Figueroa Perea
19 de marzo de 2008. |